Cómo reconstruir mejor: acelerar el aprendizaje cuando las escuelas reabran sus puertas y lo que el programa Tusome de Kenia puede enseñarnos

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Cómo reconstruir mejor: Acelerar el aprendizaje cuando las escuelas reabran sus puertas y lo que el programa Tusome de Kenia puede enseñarnos.

Mientras que los países lidian con los impactos de la pandemia del coronavirus (COVID-19) en cuanto a pérdida de aprendizajes y tasas de deserción y desigualdad, deben, a la vez, determinar cómo reabrir sus escuelas de manera segura. Sin embargo, si los países se mueven con rapidez para apoyar el aprendizaje continuo, no solo podrían lograr mitigar el daño, sino también convertir la recuperación en aceleración. Estas políticas de respuesta ofrecen una oportunidad para que los sistemas educativos no solo se recuperen, sino que no repitan los errores del pasado. Los países ahora tienen la oportunidad de reconstruir mejor y podrían tomar en cuenta las lecciones provistas por intervenciones exitosas, como la de Tusome, para desarrollar las bases sobre las cuales construir mejoras a largo plazo y asegurar que los estudiantes se encuentran equipados con capacidades básicas para lograr el éxito. 

Cuando se trata de intervenciones de educación, los responsables de formular políticas se esmeran en encontrar el “santo grial:” un piloto rigurosamente evaluado que mejore los resultados estudiantiles y que sea escalable. El programa Tusome Early Grade Reading Activity de Kenia representa algunas de estas cualidades. Se trata de una colaboración entre el Ministerio de Educación de Kenia  y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) e implementada por RTI International. La actividad de Tusome se basa en intervenciones desarrolladas y orientadas mediante la iniciativa Primary Mathematics and Reading (PRIMR) . Tusome incluye “ingredientes” que se ha comprobado que son los más efectivos para mejorar los resultados de alfabetización, entre ellos: i) desarrollo profesional de maestros y visitas de refuerzo de asesores, ii) libros de texto de alfabetización entregados a estudiantes en un ratio de estudiante-a-libro de 1:1, y iii) guías estructuradas para maestros que los ayuden a realizar la lección y que estén alineadas con los libros de texto de sus estudiantes. Estos ingredientes funcionan en conjunto para crear una cultura de buenas prácticas y rendición de cuentas, no solo a nivel de escuela sino a nivel de sistema. Sin embargo, los ingredientes por sí solos no crean un pastel. Nuestro equipo realizó una visita de campo a Tusome para aprender más acerca de los factores impulsadores detrás del éxito de este programa. Su éxito se basa en la voluntad del gobierno de promulgar reformas e innovar para el cambio. A continuación, las cinco lecciones principales obtenidas de la visita:

  1. Utilizar los resultados piloto para desarrollar capital político para la reforma. Para lograr mayor aceptación por parte del ministerio e infundir la identificación del gobierno durante el piloto del PRIMR, el equipo de RTI organizó visitas al sitio con miembros de todos los niveles del ministerio, con el fin de observar el programa piloto en acción. Estas visitas, junto con los resultados positivos del piloto, ayudaron a generar ‘promotores’ dentro del ministerio, lo que garantizó el respaldo político que se necesitaba para adoptar Tusome e implementarlo a gran escala.
  2. Crear materiales simples que sean fáciles de implementar. Se entregó a los maestros guías para maestros con planes de lecciones estructuradas en línea con los libros de texto que recibieron sus estudiantes, lo que ayudó a mejorar la instrucción y facilitó la aceptación de los maestros desde el comienzo del programa. Estas guías siguen un método educativo consistente (es decir, de liberación gradual de responsabilidad (método “I do, we do, you do”) y fueron diseñadas para encajar en lecciones de 30 minutos, haciéndolas directas y fáciles de seguir. Finalmente, las guías son livianas y están fuertemente encuadernadas, de manera que pueden ser usadas y transportadas con mucha frecuencia sin peligro de que se desarmen.
  3. Dar a los asesores el tiempo y los recursos necesarios para apoyar a los maestros. Se brindó a los funcionarios de apoyo pedagógico del gobierno, conocidos como oficiales de apoyo curricular (CSO por sus siglas en inglés), el tiempo y los recursos necesarios para visitar las escuelas regularmente, observar las lecciones de los maestros y proveer retroalimentación proactiva acerca de su práctica educativa. Anteriormente, los CSO eran responsables principalmente de tareas administrativas. El ministerio reasignó a los CSO a actividades técnicas para que llevaran a cabo estas tareas, de manera que pudieran enfocarse en apoyar a los maestros. Además, se les entregó una tableta con materiales de asesoría y fueron apoyados por funcionarios educativos del RTI, así como por líderes técnicos a nivel nacional. Los CSO observaron a los maestros en los salones de clase y les brindaron retroalimentación en vivo una vez al mes. Promovieron, además, el apoyo entre maestros basado en pares, lo que creó comunidades de aprendizaje. Los funcionarios educativos del RTI y funcionarios educativos a nivel nacional observaron a los CSO en las sesiones de asesoría que impartían a los maestros, con el fin de ayudarlos a mejorar la calidad de su asesoría y para transformar de lleno su rol en uno de apoyo educativo.
  4. Entregar a cada niño un libro de texto de alta calidad y apropiado para su edad. El programa Tusome invirtió bastante para desarrollar un conjunto de libros de texto de alta calidad y apropiados según las edades, y los puso a disposición de cada niño. Se desarrolló también un conjunto de Guías para Maestros, que complementaba y estaba directamente vinculado con los libros de texto (por ejemplo, cada lección de la Guía de Maestros tiene insertada una imagen de la página correspondiente al libro de texto del estudiante). Como parte de sus observaciones, los CSO también realizaron verificaciones para asegurar que cada niño tuviera un libro de texto disponible durante clases. Los CSO tuvieron, además, acceso a existencias de reserva en los casos en que las escuelas individuales no contaran con suficientes libros. Esta impresionante hazaña fue posible gracias a reformas que simplificaron el proceso de adquisición y distribución. Estos esfuerzos tuvieron como resultado una reducción del 75% en costos de libros, así como procesos de impresión y distribución más eficientes, lo que permitió asegurar que los libros llegaran de todas maneras a manos de todos los estudiantes.
  5. Utilizar información en tiempo real  para monitorear la calidad de la implementación y crear un sistema de rendición de cuentas. Las tabletas de los CSO no solo contenían materiales para las asesorías, sino que funcionaban también como medio para que los CSO recolectaran información sobre evaluaciones a estudiantes y observaciones de los maestros. Estas tabletas además permiten a los responsables de formular políticas monitorear si los asesores en realidad están llevando a cabo las visitas que se les ha asignado. Esta información se almacena automáticamente en una plataforma con base en la nube que genera un informe mensual, el mismo que los responsables de formular políticas utilizan para monitorear si los CSO están realizando visitas a los salones de clase y para entregar reembolsos de gastos por viaje a quienes lo hacen. Esta información permite a los responsables de formular políticas los medios para monitorear las variaciones en el desempeño a nivel escuela y distrito, lo que puede usarse entonces para mejorar la capacitación de maestros y las prácticas de enseñanza en el salón de clase.

¿Cuál es el siguiente paso para Tusome?

Desde el año 2014, Tusome ha proporcionado libros de texto en inglés y en kiswahili a todos los estudiantes en los grados 1-3, ha capacitado a todos los maestros de lenguaje de escuelas primarias en pedagogías de lectura y ha entregado a los CSO las herramientas y capacidades necesarias para que puedan apoyar a los maestros.  Sin embargo, no se puede garantizar que continúe impulsando resultados tan altos sin el financiamiento continuo del USAID y el apoyo del RTI para su implementación.  Este año se tiene previsto remitir este programa al ministerio con el fin de que esta entidad lo lidere completamente.

Junto con el programa Tusome, estaba también el proyecto Early Grade Mathematics (PRIEDE), liderado por el ministerio. PRIEDE amplió a su vez una intervención conducida por la iniciativa PRIMR, que se diferenciaba de Tusome por estar focalizada en matemáticas para los primeros grados. PRIEDE también difería de Tusome en el hecho de que se ejecutó sin el apoyo de un aliado externo para la implementación. A pesar de las diferencias, PRIEDE operó a la misma escala que Tusome y proporcionaba capacitación continua y supervisión pedagógica regular, así como apoyo a 60,000 maestros en todo el país, alcanzando a 1.3 millones de estudiantes mediante una mejor educación en el salón de clase. Asimismo, benefició a 6 millones de estudiantes a través de la provisión de libros de texto de matemáticas mejorados para los primeros grados. Los resultados preliminares de PRIEDE apuntan a una mejora del 5% en capacidad estudiantil en matemática básica según resultados de encuestas finales (81.9%), en comparación con los resultados de etapas intermedias (76.6%).

PRIEDE contó con muchos de los mismos ‘ingredientes’ que Tusome. Al igual que Tusome, el piloto de PRIMR fue clave para conseguir la aceptación política para PRIEDE. La intervención también utilizó a los CSO como medio para brindar retroalimentación y proporcionó a los maestros guías y libros de texto complementarios para los estudiantes. Sin embargo, PRIEDE no logró efectos tan sólidos sobre el aprendizaje estudiantil como Tusome. Son muchas las razones que explican esta diferencia en resultados. En primer lugar, Tusome contrató a personal capacitado por RTI para que a su vez capacite y apoye a los CSO, junto con supervisores gubernamentales, mientras que PRIEDE utilizó únicamente a personal del ministerio. En segundo lugar, Tusome entregó reembolsos a los CSO por realizar observaciones de alfabetización en relación al salón de clase, mientras que con PRIEDE los CSO no recibieron reembolsos de manera tan consistente. Los retos que enfrentó PRIEDE apuntan a la necesidad de lograr fidelidad a la hora de la implementación, así como un mecanismo eficaz para rectificar el rumbo con el fin de asegurar que los ingredientes esenciales puedan funcionar juntos de manera cohesiva.

¿Qué está aprendiendo el Banco Mundial de estos programas?

Tusome, como Sobral, representa un sólido caso de cómo un país puede abordar la pobreza de aprendizajes. Estos casos ejemplifican el éxito que es posible lograr cuando los maestros están equipados con las herramientas y apoyo necesarios para enseñar eficazmente la alfabetización, cuando las escuelas y los niños tienen acceso a textos adecuados para su edad y capacidad y cuando existe el compromiso político y técnico para medir y establecer metas de aprendizaje. Ya se ha demostrado que las intervenciones que incluyen estos componentes mejoran los resultados de alfabetización y se encuentran en el corazón de las metas de aprendizaje y el Paquete de Políticas de Alfabetización complementario recientemente lanzados por el Banco Mundial. 

Para acelerar el aprendizaje estudiantil y erradicar la pobreza de aprendizajes, el Banco Mundial está desarrollando el programa Coach, como parte del Paquete de Políticas de Alfabetización. Coach es un programa de desarrollo profesional continuo para maestros, próximo a ser lanzado, que tiene como objetivo apartarse del enfoque tradicional basado en insumos (por ejemplo, número de maestros capacitados, número de horas de crédito otorgadas) para centrarse en cómo los asesores y otros líderes escolares pueden brindar apoyo basado en evidencia a los maestros. Para una rápida introducción al programa Coach, puede asistir a nuestro evento de Innovaciones para Transformar la Enseñanza.

Si bien la crisis del COVID-19 está amplificando la crisis del aprendizaje global preexistente presenta, también, una oportunidad única para aprender de programas como Tusome y PRIEDE, a medida que se diseñan estrategias de recuperación de la crisis. De igual forma, nuestra meta no consiste en reinventar la rueda sino aprender de programas existentes con el fin de asimilar cuál es la mejor manera en que Coach puede apoyar a los maestros.

Si usted conoce un programa de asesoría que: i) haya ayudado a mejorar la manera como los maestros enseñan y proporcionan contenido existente, ii) podría aportar algo para nuestro trabajo con Coach y iii) está dispuesto a compartir sus experiencias y/o materiales, por favor contáctenos a coach@worldbank.org. Basándonos en los trabajos que hacemos unos y otros, alcanzaremos la meta de un mejor desarrollo profesional continuo para maestros y estaremos en una mejor posición para brindar bienes públicos globales que puedan servir mejor a los sistemas de desarrollo profesional continuo para maestros en países de ingresos medios y bajos en todo el mundo.

Un agradecimiento especial a Ruth Charo, Gemma Todd, Girma Woldetsadik, Ben Piper y Jessica Mejía por sus invalorables contribuciones a este blog.


Autores

Tracy Wilichowski

Analyst, Education Global Practice

Adelle Pushparatnam

Senior Education Specialist

Elaine Ding

Analyst, Education Global Practice

Ezequiel Molina

Economista sénior, Banco Mundial

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