La imagen popular de la juventud de América Latina que no estudia ni trabaja no es positiva. Por un lado, el término usado para etiquetarlos –“ninis”– los define en negativo. Proviene de la frase en español “ ni estudian ni trabajan”.
Luego está la forma en que se les representa. En el mejor de los casos, los ninis son caricaturizados como vagos que pasan su tiempo jugando videojuegos o sentados frente al televisor y bebiendo, en vez de ir a la escuela o desempeñando una actividad productiva. En el peor de los casos, en entornos violentos, los ninis son vinculados con la mano de obra del crimen organizado. Como resultado, cuando no son caricaturizados, estos jóvenes son temidos. Un análisis reciente de Factiva de los términos más relacionados con los “ninis” en los medios de comunicación mexicanos mostró que entre los 10 principales se encuentran “violencia”, “flojo”, “drogas” e “inseguridad”.
A pesar del rápido crecimiento y desarrollo que ha experimentado la región en los últimos años, el fenómeno de los ninis ha recibido más atención de los medios de comunicación. ¿Esto es así porque el problema está aumentando realmente, o es solo porque ahora tenemos una etiqueta para aplicar a estos jóvenes? En cualquier caso, ¿qué pueden hacer los Gobiernos de la región para integrarlos más plenamente en la sociedad y cómo puede ayudar el Banco Mundial?
Para responder a estas preguntas, Miguel Székely y quienes escriben estas líneas llevamos a cabo un programa de investigación durante tres años que culminó con el informe Ninis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades (PDF) —disponible también en inglés— publicado por la Oficina del Economista en Jefe de América Latina y el Caribe.
¿Qué hemos aprendido?
- El avance no ha sido suficiente: uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años en América Latina no estudia ni trabaja. Aunque la proporción de jóvenes ninis ha disminuido gradualmente desde 1992, no ha descendido lo suficientemente rápido como para compensar el crecimiento de la población joven en la región. Como resultado, el número de ninis se incrementó en casi 2 millones, llegando a 20 millones.
- La mayoría de los ninis en la región son mujeres: el perfil típico del nini no es el varón vago o delincuente representado en los medios de comunicación. En cambio, se trata de mujeres que viven en ciudades y que no han terminado la educación secundaria. Las mujeres representan dos tercios de la población nini de la región. Los factores de riesgo más importantes asociados a la condición de nini son el matrimonio precoz y el embarazo durante la adolescencia, o ambos.
- El problema afecta cada vez más a los hombres: el número de ninis hombres está aumentando. De hecho, el incremento de ninis en la región está explicado en su totalidad por el aumento en hombres ninis. Durante las dos décadas en que las mujeres consiguieron un mayor acceso a la educación y el empleo, el número de ninis hombres registró un incremento substancial del 46 % (casi 2 millones de jóvenes en esta condición). Este aumento explica, en parte, la representación de los ninis dominada por varones en los medios de comunicación.
- La mayoría de los ninis hombres abandona la escuela secundaria no para jugar videojuegos o ver la televisión sino para ganar dinero: sin embargo, como los puestos de trabajo de baja calificación que obtienen estos jóvenes por lo general son inestables, cualquier crisis económica los deja sin empleo y prácticamente ninguno de ellos regresa al sistema educativo.
- ¿Caen los ninis finalmente en el camino de la delincuencia y la violencia? Dada esta dinámica, no es de extrañar que, en contextos de alta delincuencia y violencia, haya un fuerte vínculo entre el número de ninis y la tasa de homicidios. En los estados de alta criminalidad de México, durante el violento periodo comprendido entre 2007 y 2012, el aumento de ninis explica estadísticamente al menos una cuarta parte del incremento de los homicidios. En algunas partes de la región, los ninis hombres se encuentran atrapados en un círculo vicioso. Son atraídos hacia el violento comercio ilícito de las drogas por la falta de oportunidades de trabajo y contribuyen a agravar las condiciones inestables que disuaden a las empresas de invertir y crear nuevas oportunidades. Por el contrario, en contextos de menor criminalidad, no existe un vínculo estadístico entre los ninis y la delincuencia.
- Los ninis son un problema mundial: el problema no es exclusivo de América Latina. Nuestra investigación muestra que hay 260 millones de ninis en todo el mundo, con porcentajes especialmente altos en las regiones de Oriente Medio y el Norte de África y Asia meridional (véase el gráfico). De hecho, el aumento del número de ninis en América Latina y el Caribe es ligeramente inferior al promedio mundial, aunque mucho mayor que en los países de ingreso alto.
¿Cómo pueden los Gobiernos enfrentar el problema de los ninis?
Nuestro informe expone una variedad de estrategias efectivas, tanto para mantener a los jóvenes en la escuela como para ayudar a encontrar empleo a aquellos que la han abandonado. El 19 de enero presentamos el documento en el Centro Internacional Woodrow Wilson en la ciudad de Washington junto a Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe; Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos(OEA ), y Enrique Roig de Creative. (i)
Para obtener más información, vea la grabación del evento en inglés o español.
Lea el comunicado de prensa y mire un breve video sobre los ninis .
Encuentre más información sobre la labor del Grupo Banco Mundial en el área de la educación en Twitter (i) y Flipboard . (i)
Únase a la conversación