Niños lavan sus manos en Santa Cruz, Bolivia
Con contribuciones de:
Alfonso Alvestegui, Andrea Juárez, Berenice Flores, Carlo Amadei, Christian Borja, Diego Rodríguez, Iris Marmanillo, Jean Martin Brault, Juliana Garrido, Marco Agüero, María Catalina Ramírez, Miguel Vargas-Ramírez y Viviane Virgolim Zamian.
“Lavarse las manos con frecuencia y minuciosamente”: es una de las medidas básicas de protección contra la COVID-19 . Para ponerla en práctica, sin embargo, es necesario contar con acceso a agua limpia y segura, lo que puede constituir un desafío en América Latina y el Caribe, donde el 25 % de la población aún carece de acceso confiable a una fuente de agua gestionada de manera adecuada. Para luchar contra la pandemia, los gobiernos de la región están implementando medidas de emergencia para proporcionar agua segura a sus ciudadanos. Estas acciones se centran en tres grandes áreas.
- Garantizar el acceso, la continuidad y la calidad
El lavado de manos requiere acceso a una fuente de agua, continuidad del servicio y calidad confiable del agua. Para responder a la emergencia causada por COVID-19, los gobiernos de la región están trabajando para mejorar estos tres aspectos. El primero incluye llegar a las poblaciones desatendidas y, con ese fin, se están implementando respuestas de emergencia para garantizarles el abastecimiento de agua, incluso mediante la distribución con camiones cisterna (en Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, México, Perú, Paraguay), el suministro de agua embotellada o plantas compactas de tratamiento de agua para hospitales (en México), o la provisión de servicios de alta prioridad a los hospitales y las instituciones que atienden a las comunidades más vulnerables (en Jamaica).
Colombia está adoptando medidas adicionales que tienen por objeto garantizar que cada persona reciba 6 metros cúbicos de agua, habilitar al Sistema Nacional de Participación para que financie los servicios de abastecimiento de agua a través de sistemas alternativos y reconectar el servicio de agua en hogares que no habían efectuado los pagos pertinentes, beneficiando así a alrededor de 1 millón de personas.
En Costa Rica, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados ya ha emitido una resolución para garantizar el acceso al servicio y su continuidad en el caso de los hogares que habían sido desconectados por falta de pago, a fin de que sus miembros continúen practicando el lavado de manos y otros hábitos de higiene.
Las empresas de servicios públicos, como la Compañía de Saneamiento de Minas Gerais (COPASA) de Brasil, están garantizando el abastecimiento de agua en forma constante en zonas en las que, previamente, el agua estaba racionada debido a las sequías. Por otra parte, el Grupo Aguas Andinas de Chile y Obras Sanitarias del Estado (OSE) de Uruguay están activando protocolos de sequía, que incluyen la gestión de la demanda y la distribución de agua a través de camiones. En las zonas secas de Colombia, el agua destinada a riego se ha reorientado para abastecer de este elemento a los habitantes.
A efectos de garantizar la continuidad del servicio, en Bolivia, Brasil, Colombia, Honduras, Jamaica (i), Paraguay y Perú se han adoptado medidas que incluyen la suspensión de las desconexiones del servicio por falta de pago. Brasil también está asegurando el abastecimiento de agua para los clientes en mora mediante la aplicación de tarifas sociales y la negociación de las deudas.
Para garantizar la cantidad y la calidad del agua, en Bolivia, Colombia y México, por ejemplo, se ha exigido a las empresas de servicios públicos que refuercen las medidas de monitoreo de la calidad del agua. Inclusive, en algunos lugares de Colombia, Ecuador y México, se ha ajustado el nivel de cloro residual en el sistema de distribución. EMPAGUA, la empresa de abastecimiento de agua de Ciudad de Guatemala habilitó un suministro adicional de 220 litros por segundo para mejorar la continuidad del servicio en algunas zonas de la ciudad y ha tomado la iniciativa de concientizar a la población mediante campañas de comunicación que promueven el uso del agua de manera racional. En Jamaica, la Comisión Nacional del Agua insta al público a utilizar métodos eficaces de conservación, crea conciencia acerca del uso y promueve el reciclado y la reutilización del agua cuando esto es posible.
- Apoyo directo para cubrir las tarifas de los servicios
Con el objeto de minimizar el impacto económico de COVID-19 en los hogares, los gobiernos han adoptado varias medidas para proporcionar apoyo directo a los usuarios de los servicios de agua. Argentina dictará un decreto de necesidad y urgencia, en el que se prohíbe suspender por falta de pago la prestación de servicios públicos básicos a los hogares. El Salvador ha adoptado medidas que entraron en vigor a mediados de marzo y que establecen que cualquier familia afectada directamente por la pandemia no tendrá que pagar las facturas de agua durante tres meses. En Bolivia, el gobierno cubrirá el 50 % de las cuentas de agua durante los próximos tres meses (desde abril hasta junio) en el caso de las familias con un consumo inferior a USD 17 al mes. En Paraguay, el principal proveedor de Asunción y de los grandes asentamientos urbanos ha eximido a los usuarios de los cargos por mora en el pago. En Colombia y Honduras, se suspenderán los ajustes de tarifas durante el período de emergencia.
En Brasil, el estado de São Paulo suspendió el cobro de tarifas de agua para cientos de familias de bajos ingresos y puso en pausa por 90 días, a partir del 1 de abril, los vencimientos de las deudas de personas y empresas. El estado de Ceará ha adoptado medidas similares. En el estado de Minas Gerais, COPASA, la empresa estatal de servicios públicos de agua, ha reconectado los servicios de los usuarios en mora comprendidos en la tarifa social después de negociar sus deudas. Además, la empresa Aguas de Teresina en el estado de Piaui y COPASA han ampliado las alternativas de pago para los usuarios a través de nuevas plataformas y aplicaciones en línea.
- Apoyo para las empresas de servicios de abastecimiento de agua
Algunos gobiernos también están proporcionado apoyo urgente a las empresas de agua. Por ejemplo, en Colombia se suspendieron los aranceles sobre los productos utilizados para la potabilización con el objeto de permitir las operaciones necesarias de tratamiento del agua. En Paraguay, la Empresa de Servicios Sanitarios (ESSAP) está donando hipoclorito de sodio a los hospitales a efectos de que estos lo utilicen para desinfectar las instalaciones sanitarias. En México, el gobierno está financiando la adquisición de cloro para alcanzar los estándares de agua segura.
En la mayoría de los estados de Brasil, así como en Bolivia, Chile, Ecuador, Honduras y Uruguay, se ha puesto el acento en la protección de los empleados de las empresas públicas mediante la promoción del teletrabajo, la rotación del personal y el cierre de oficinas. En los estados brasileños de Pernambuco y São Paulo, se suspenderá la práctica de las visitas domiciliarias o el contacto con el cliente en los lugares donde se requiere la lectura de los medidores y se reemplazará por un cálculo del consumo promedio de agua durante los últimos seis meses. En Paraguay, se controla la temperatura de los empleados que deben estar presentes en los establecimientos, y se están colocando nuevas instalaciones para el lavado de manos.
Los servicios de agua, saneamiento e higiene son esenciales para proteger la salud humana durante la pandemia y otros brotes de enfermedades infecciosas. Nos complace observar que los gobiernos de América Latina y el Caribe están adoptando rápidamente medidas de respuesta ante la emergencia. Estas acciones muestran lo que es posible hacer en la práctica y ofrecen enseñanzas a las regiones de todo el mundo.
Puede encontrar más información en la página sobre los servicios de WASH (abastecimiento de agua, saneamiento e higiene) y la COVID-19 (i) del Banco Mundial.
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