La pandemia de COVID-19 ha golpeado duramente a todos los chilenos, pero en especial a las cerca de 77.000 familias del quintil de más bajos ingresos que viven hacinadas y las 47.000 que habitan en condiciones precarias en campamentos.
Es aquí donde la construcción en madera se abre como una importante oportunidad, ya que, además de hacer frente al déficit de viviendas sociales, permitiría una recuperación económica verde, sustentable y acorde con los compromisos ambientales internacionales asumidos por el país para alcanzar la carbono neutralidad para el año 2050.
La agenda de reactivación económica presentada por el Gobierno, contempla como uno de sus pilares, la promoción de tecnologías de construcción amigables con el medioambiente. Al utilizar la madera, se podría aumentar la productividad de esta industria y reducir sus niveles de emisiones de carbono. Este material es capaz de almacenar grandes cantidades de carbono durante el crecimiento del árbol y mantenerlo capturado por largos períodos de tiempo en las edificaciones, lo cual constituye una importante oportunidad para el sector forestal chileno.
Las ventajas de la madera como material de construcción son múltiples:
- El proceso de construcción de un edificio de madera permite reducir entre un 34% y un 84% el impacto en cambio climático respecto a un edificio de hormigón armado.
- Los plazos de construcción en madera son hasta un 25% menores, permitiendo reducir hasta un 30% los costos de ejecución de un proyecto. Además, produce un menor impacto social de la obra con su entorno, al implicar menos camiones, ruido y polvo.
- A un costo equivalente a materiales tradicionales, la madera entrega mayores estándares de confort y sanitarios para sus habitantes, así como un mejor desempeño. Sus grandes capacidades de resistencia estructural en relación con su bajo peso permiten la construcción de viviendas de mediana y gran altura.
Seguir avanzando en este camino es fundamental, ya que la construcción sustentable en madera solo es viable bajo estrictos estándares de manejo forestal, eliminando prácticas de explotación no reguladas y que signifiquen un daño al medio ambiente y a las comunidades involucradas.
¿Qué falta para avanzar en la agenda de construcción sostenible en madera?
La experiencia internacional demuestra que los países están avanzando hacia este nuevo escenario de ciudades y edificios aprovechando las ventajas de la construcción en madera.
Para apoyar los esfuerzos de Chile, el Banco Mundial realizó el reporte Construcción de viviendas en madera en Chile – un pilar para el desarrollo sustentable y la agenda de reactivación, que busca identificar las brechas y oportunidades para fortalecer esta agenda y sentar las bases para generar una hoja de ruta.
El informe destaca la necesidad de generar una mesa de trabajo transversal entre el sector público, privado y la academia en torno al desarrollo de una agenda común que promueva la construcción en madera. Además, es necesario actualizar la normativa para facilitar y flexibilizar los diseños estructurales en madera, y avanzar en la incorporación de estándares de sustentabilidad en la construcción.
El plan de acción para fomentar el desarrollo de una construcción de calidad y sustentable en madera debería considerar el desarrollo de proyectos urbanos y edificios detonantes que demuestren el potencial de esta tecnología, así como también apoyar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas vinculadas a productos en base a madera.
Chile tiene un enorme potencial para avanzar en el desarrollo de iniciativas verdes de viviendas en madera y este es el momento preciso para comenzar a hacerlo. A través de esta agenda, el país puede conseguir una recuperación económica sostenible, que le permita ofrecer a sus ciudadanos viviendas sociales de mejor estándar y cumplir con sus metas medioambientales.
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