Ciudades inclusivas y resilientes para un futuro mejor en América Latina

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Vista de Buenos Aires, Argentina Vista de Buenos Aires, Argentina

A pocos días de la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), hoy celebramos el Día Mundial de las Ciudades. Esta es una fecha establecida para promover el desarrollo urbano sostenible y fomentar la cooperación entre diversos actores para abordar los desafíos de la urbanización a nivel mundial.  

El tema de este año, Actuar localmente para ser globales, captura el importante rol que juegan las ciudades en nuestros esfuerzos para reducir las emisiones y construir comunidades más resilientes: Como vivimos, nos movemos y trabajamos localmente afecta nuestra capacidad, a nivel global, para abordar el cambio climático y poner en marcha soluciones para el desarrollo más sostenibles, climáticamente inteligentes y resilientes. 

Las ciudades concentran las causas y los impactos del cambio climático y son fundamentales para cualquier esfuerzo amplio para reducirlo.  En este blog, compartimos algunos de los desafíos que enfrentan las ciudades de América Latina y el Caribe (ALC) con respecto a los crecientes riesgos climáticos, así como la posibilidad de lograr la neutralidad de carbono para 2050.  

También queremos compartir cómo desde el Banco Mundial estamos apoyando a los gobiernos locales y nacionales a construir ciudades que puedan contribuir a la neutralidad climática, mientras que al mismo tiempo promueven un crecimiento económico y desarrollo inclusivo.   

Las ciudades son clave para la discusión sobre el cambio climático 

Hasta el 80% de las pérdidas causadas por desastres en América Latina ocurren en áreas urbanas, especialmente en las ciudades de los países caribeños, que enfrentan riesgos particularmente altos . Los eventos hidrometeorológicos, incluyendo las sequías, las olas de calor, las olas de frío, los ciclones tropicales y las inundaciones, tienen impactos significativos en la pobreza, la seguridad alimentaria e hídrica, la salud, entre otros, y pueden revertir décadas de desarrollo en una fracción de segundo. 

La mayoría de las ciudades están creciendo con poca planificación urbana, expandiéndose hacia áreas propensas a amenazas y con ecosistemas naturales, exponiendo a los residentes urbanos, particularmente a los grupos vulnerables, a los impactos del cambio climático. 

Entre 2000 y 2030, se prevé que el suelo urbano de la región expuesto a inundaciones aumente 2,7 veces su tamaño actual, lo que agravará aún más las vulnerabilidades existentes. Además, 60 de las 77 ciudades más densamente pobladas son costeras, especialmente a lo largo de la costa atlántica al sur del ecuador, el Atlántico norte subtropical y el golfo de México.  

Estas ciudades están siendo afectadas por el incremento en el nivel del mar, lo que rápidamente se traducirá en un aumento en el número de inundaciones costeras, marejadas ciclónicas y la salinización de los suministros de agua. 

Al mismo tiempo, las ciudades concentran el 80% del consumo de energía de la región y el 66% de las emisiones de GEI. El sector transporte es el mayor emisor de CO2 debido al uso combustibles fósiles. Las emisiones del transporte regional son las más altas a nivel mundial y se estima que aumenten en un 80% para 2050.  Además, la tasa de crecimiento en la propiedad de automóviles en ALC es el doble del promedio mundial, mientras que los sistemas de transporte público necesitan urgentemente mejoras y ampliaciones. 

Por otra parte, el sector inmobiliario representa el 24% del uso final de energía y el 21% de las emisiones de CO2 relacionadas con el proceso.  

De tal forma, las acciones climáticas de gran impacto focalizadas en las ciudades pueden contribuir en gran medida a reducir la huella de carbono de la región.  

Apoyo a las acciones climáticas y el desarrollo sostenible en ALC 

El Banco Mundial apoya a los gobiernos nacionales y locales de ALC a implementar medidas de adaptación y mitigación al cambio climático, así como medidas que fomenten el empleo, el crecimiento y el desarrollo  inclusivo. Solo en el sector urbano y de gestión de riesgo de desastres, tenemos US$1.100 millones en préstamos activos enfocados en mitigación y adaptación urbana en 12 proyectos en la región, y el 60% de nuestra cartera activa está contribuyendo a los cobeneficios climáticos.  

En términos de adaptación, nuestros esfuerzos se enfocan en entender y planificar alrededor del riesgo climático, fortalecer las capacidades de preparación y la respuesta, reducir los riesgos existentes y futuros en la infraestructura, y promover la reconstrucción y transformación resiliente. Buscamos un enfoque integrado y holístico de resiliencia urbana y apoyamos a las ciudades en el ciclo de preparación, respuesta y revisión.  

  • En Brasil, el Proyecto de Regeneración Verde, Resiliente e Inclusiva del Área Central de Porto Alegre apoya inversiones para mitigar los riesgos de inundación en el centro urbano, reparar la red de alcantarillado y mejorar el entorno de la franja costera para poner en marcha un proceso de regeneración urbana. 

  • En Paraguay, el Proyecto de Resiliencia Urbana de la Franja Costera de Asunción apoyará el diseño y desarrollo de una franja costera inclusiva y de uso mixto, así como la revitalización de espacios verdes. 

En términos de mitigación, apoyamos esfuerzos para promover un desarrollo urbano bajo en carbono mediante la promoción de densidades urbanas, infraestructura y servicios bajos en carbono, y la eficiencia energética en vivienda, entre otros. Con una taza de urbanización de 81%, la prioridad en ALC debe ser prevenir una mayor expansión y pensar más estratégicamente en la densificación urbana y las oportunidades para regenerar los centros de las ciudades.   

Además, con aproximadamente un 25% de la población urbana viviendo en asentamientos informales, existe una gran necesidad de construir viviendas nuevas y reparar las existentes, así como una oportunidad para el desarrollo de vivienda verde. 

  • En Bolivia, el Proyecto de Resiliencia Urbana está trabajando para revitalizar el centro de la ciudad de Santa Cruz mediante el desarrollo de espacios públicos e infraestructura de transporte no motorizado.  

  • En México, el Proyecto de Acceso a la Vivienda Asequible promovió estándares para el diseño de vivienda verde de bajo costo, lo que resultó en importantes reducciones en el uso de energía, las emisiones y el gasto de los hogares en electricidad. 

Actuar localmente para ser globales nos recuerda que nuestro futuro es simplemente el resultado de millones de decisiones que cada uno de nosotros tomamos. Muchas mentes visionarias están trabajando en las ciudades de ALC para lograr un futuro más sostenible.  

Durante los próximos meses, estaremos conversando más sobre cómo el Banco Mundial está apoyando estas iniciativas a través de nuestros proyectos e innovaciones. ¡Estén atentos! 


Autores

David Sislen

Gerente de la Práctica de Gestión de Riesgos Urbanos y de Desastres y Suelo en la región de América Latina y el Caribe

Giuliana De Mendiola

Especialista en Desarrollo Urbano

Carina Lakovits

Especialista en desarrollo urbano

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