Argentina es uno de los 25 países a nivel mundial con mayor crecimiento de la inclusión financiera en la última década. De acuerdo con la base de datos Global Findex del Banco Mundial, entre 2011 y 2021, la tenencia de cuentas en Argentina ha crecido más del 100 %, y se invirtió la brecha de género. La diferencia en tenencia de cuentas entre hombres y mujeres es de 4 puntos porcentuales a favor de las mujeres (2021). La crisis de la COVID-19 impulsó la inclusión financiera con la apertura de nuevas cuentas y la expansión de pagos digitales. De hecho, casi el 40 % de los cuentahabientes abrieron por primera vez una cuenta en una institución financiera durante la pandemia para recibir sus salarios o transferencias monetarias por parte del gobierno.
Adultos con una cuenta en países de América Latina y el Caribe– 2021 (%)
Fuente: Banco Mundial, Global Findex 2011, 2014, 2017, 2021
El uso de las cuentas y los pagos digitales crecieron en más del 60 % en los últimos tres años. Además, Argentina registra los niveles más bajos de inactividad en las cuentas en comparación con otras economías de la región.
Evolución - adultos con una cuenta (%)
Fuente: Banco Mundial, Global Findex 2011, 2014, 2017, 2021
Factores que influyeron en el aumento de cuentas en Argentina y los retos a futuro
La clave es que Argentina cuenta con elementos habilitantes para incentivar la inclusión financiera. En el país existen una diversidad de proveedores de servicios financieros, con el mayor número de empresas Fintech, después de Brasil, México y Colombia, y ha creado esquema de pagos inmediatos llamado Transferencias 3.0, que facilita la interoperabilidad, y está orientado a pagos en comercios. Los pagos inmediatos facilitan una mejor experiencia para los usuarios, y permiten la utilización de canales innovadores y nuevas tecnologías para la entrega de productos financieros, lo que contribuye de manera significativa a incrementar la inclusión financiera.
Además, Argentina tiene altos niveles de conectividad, con el 93,5 % de la población adulta con acceso a una conexión a Internet. También tiene un sólido sistema nacional de identificación digital y registro, que cubre al 98 % de la población, permitiendo validar la identidad de las personas a través de una extensa base de datos con información biométrica.
A ello se suman regulaciones flexibles - como la acreditación de identidad de los usuarios financieros utilizando el documento de identidad que se descarga en el teléfono celular – que posibilitan la apertura remota de cuentas a nuevos clientes. Este marco regulatorio también incluye iniciativas orientadas a segmentos específicos de la población, como las cuentas simplificadas, que promueven el acceso a cuentas para la población de bajos ingresos. Adicionalmente, medidas como la digitalización de pagos del gobierno y la promoción del uso del QR para pagos en comercios, han favorecido el acceso y uso a cuentas de depósito y medios de pago electrónicos.
Sin embargo, revisando los datos del Global Findex, hemos identificado que Argentina aún no ha desplegado todo su potencial en torno a la inclusión financiera: hace falta apoyar más iniciativas en torno a pagos digitales y brindar un mayor enfoque en la generación de resiliencia (la capacidad de los individuos y empresas de hacer frente a sus riesgos financieros sin deteriorar su bienestar).
Por ejemplo, sólo el 45 % de adultos que trabaja en el sector privado recibe sus salarios a través de cuentas en instituciones financieras, frente al 82 % de trabajadores del sector público. Asimismo, solo el 26% de los adultos en Argentina realiza pagos de servicios básicos a través de una cuenta y 45% realiza pagos digitales en comercios (por ejemplo, con el uso de códigos QR) o a través de internet.
Por otra parte, el 33 % de los adultos afirma que sería muy difícil reunir los fondos necesarios en situaciones de emergencia, mientras que una proporción muy baja de la población recurre a productos financieros: el 13 % solicitarían un préstamo y el 10 % utilizarían sus ahorros.
El futuro de la inclusión financiera en Argentina
En los últimos años, con el apoyo del Banco Mundial, el gobierno trabajó en la creación de un plan de acción y un sistema de monitoreo y evaluación para la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera 2020-2023 (ENIF). Estas herramientas fueron claves para asegurar la efectividad y articulación de esfuerzos gubernamentales y deberán ser incorporadas y fortalecidas en el marco de una nueva estrategia de inclusión financiera, que dé continuidad a los logros alcanzados e identifique oportunidades de mejora.
En la actualidad, se viene impulsando la elaboración de diagnósticos que permitirán identificar, con base en evidencia, las necesidades y retos de la población en el acceso y uso de servicios financieros, y que contribuirán a una mejor toma de decisiones para el diseño de este nuevo instrumento de política. Desde el Banco Mundial estamos convencidos de que continuar profundizando la inclusión financiera es clave para apoyar la recuperación inclusiva del país, así como para dotar de herramientas para mitigar eventos inesperados y aprovechar oportunidades de crecimiento para poblaciones vulnerables.
Mantente actualizado con nuestro artículo semanal
Artículos relacionados
Únase a la conversación