Responder a la creciente presencia de dos o más enfermedades crónicas en una persona es hoy uno de los principales retos de los sistemas de salud del mundo y América Latina no es la excepción. Esta condición, denominada multimorbilidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), genera altos costos en la atención en salud e impactos negativos en la calidad de vida de quienes la viven, sus familias y cuidadores.
Es común que una persona tenga múltiples condiciones de salud. La atención fragmentada, con tratamientos separados y personal que se enfoca en cada condición de manera independiente y no en la persona en su totalidad, también es el pan de cada día. Históricamente, los sistemas de salud y la formación de los profesionales se han definido en función de patologías individuales. Sin embargo, segmentar la atención implica, algunas veces, que los medicamentos para un tratamiento, afecten otra condición y generen nuevos problemas al paciente.
Por ello, la gestión y atención de la multimorbilidad, centrada en la persona, exige innovaciones en la concepción, financiamiento y organización de los sistemas de salud, en los modelos de atención, en la formación y ejercicio del talento humano, en la comprensión de la persona como un todo, en la prescripción de los medicamentos y en la atención interprofesional y de calidad.
Fueron estos los factores motivadores para el desarrollo del trabajo Mejora de la gestión de los servicios de salud para pacientes con múltiples enfermedades crónicas en tres países de América Latina, Brasil, Colombia y Uruguay, impulsado por el Banco Mundial con apoyo financiero de Access Accelerated. Los estudios exploran modelos de atención innovadores para la multimorbilidad, y tienen alcances diferentes por país. Las propuestas se enfocan en la atención integral, centrada en la persona, en la que oportunidad en la identificación, gestión de casos, atención interdisciplinar, autocuidado, empoderamiento del paciente para la toma de decisiones, rol activo de geriatras y cuidadores, entre otros, ofrecen una ruta transformadora de la atención.
En Brasil, el estudio avanzó en caracterizar la población con multimorbilidad (en portugués). Datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2019 indican que 29,5% de la población brasileña es multimórbida y aumenta con la edad llegando a estar por encima del 56% para ambos sexos en el grupo de más de sesenta años. Las enfermedades crónicas más comunes en Brasil son: hipertensión (23,9%), problemas crónicos de espalda (21,6%), colesterol alto (14,6%) y depresión (10,2%). La multimorbilidad es mayor en las mujeres (35,4%). Otros indicadores muestran que su prevalencia entre quienes no tienen educación es del 44,8% y del 25,7% entre quienes tienen educación superior completa.
Según la base de datos del Sistema Único de Salud (SUS), consolidada por la Universidad Federal de Minas Gerais, la mayor parte del gasto público en salud de Brasil en el período entre 2000-2015 se destinó a personas con multimorbilidad, aproximadamente 53% del gasto. A mayor número de enfermedades, mayor gasto. Estos pacientes tienen más hospitalizaciones y consultas médicas.
En Uruguay, el estudio desarrolló tres componentes: estratificación de la población atendida con enfermedad crónica; evaluación de los modelos de atención a la enfermedad crónica no transmisible y a la multimorbilidad; y una propuesta de optimización del actual modelo de atención. Uruguay propone como estrategia de atención a los pacientes multimórbidos la “gestión de caso centrada en la persona” que focaliza el esfuerzo asistencial y minimiza el riesgo de readmisión hospitalaria y de interacciones entre los medicamentos. Se busca la convergencia de equipos de asistencia que identifiquen la multimorbilidad y apliquen criterios conjuntos de cuidados y seguimiento ambulatorio en el primer y segundo nivel de atención de estos pacientes.
El gasto asistencial de los pacientes con multimorbilidad en Uruguay también es alto. Los pacientes con cinco o más de las 46 patologías seleccionadas para el estudio son más del 8% del total de los pacientes atendidos por cualquier otra causa. Sin embargo, su atención demanda el 42% del gasto total y más del 50% del gasto en medicamentos. Al incluir la información de quienes tuvieron dos o más hospitalizaciones en el año anterior y estaban tomando cinco o más medicamentos distintos en el mes, el porcentaje de pacientes se redujo a un 5,6% de este grupo, pero su atención implicó el 83% del gasto total y el 87,4% del gasto total de medicamentos.
En Colombia, se adelantaron dos estudios. Los datos del primer estudio muestran que durante el periodo 2012-2016, la multimorbilidad presentó una prevalencia de 19,5% para todas las edades y un incremento en el uso y el costo de los servicios de salud asociados a mayor edad y complejidad de la multimorbilidad. El segundo estudio ofrece una propuesta de modelo de gestión y atención integral de la salud de las personas con multimorbilidad y sus cuidadores, con base en una amplia revisión de literatura, la evaluación de experiencias exitosas en el país y la implementación de una prueba piloto. El modelo es una propuesta flexible, holística, centrada en la persona y su entorno, cuya ruta se inicia en la identificación y estratificación del riesgo de las personas con multimorbilidad en los espacios de la atención primaria fortalecida. Continua en los niveles complementarios en los que otros componentes de la atención en salud como actividad física, apoyo emocional o nutrición pertinente, entre muchos otros, acompañan el proceso.
La multimorbilidad no es un fenómeno menor en América Latina. La evidencia muestra que se presenta en la mayoría de las personas con condiciones crónicas, y entre los mayores de sesenta años. El rápido envejecimiento poblacional y el aumento de los problemas de salud mental refuerzan los desafíos frente a la multimorbilidad y hace urgente enfrentarla.
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