Oportunidades, desafíos y retrocesos para la comunidad LGBTI en América Latina y el Caribe

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Persona afrodescendiente sosteniendo una bandera de la comunidad LGBTI Persona con una bandera de la comunidad LGTBI. Foto: Jordi Calvera Solé via canva.com

La comunidad LGBTI en América Latina y el Caribe, como en muchas otras regiones, enfrenta numerosos desafíos que impiden su inclusión socioeconómica. Las personas LGBTI sufren peores resultados educativos debido a la discriminación, el acoso y, en ocasiones, la violencia en las escuelas. Por ejemplo, la proporción de estudiantes que han sufrido acoso o agresión es 11 puntos porcentuales mayor para los jóvenes LGBTI . Las tasas de desempleo más altas son comunes, en parte debido a la discriminación en el lugar de trabajo, así como a la dificultad para acceder a la atención médica, los servicios financieros y el mercado inmobiliario. El estigma y los prejuicios también les impiden a menudo participar en los procesos políticos.

La ausencia de un marco legal de apoyo exacerba aún más los desafíos que enfrentan las personas LGBTI. Por ejemplo, en muchos países todavía no se reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, ni tampoco el derecho a cambiar los indicadores de género en los documentos oficiales. Por lo tanto, el Banco Mundial reconoce la inclusión de las minorías sexuales y de género como una prioridad.

“La ausencia de leyes antidiscriminatorias, la criminalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, la falta de protección contra los despidos laborales discriminatorios y el acceso a la vivienda son sólo algunos de los desafíos que enfrenta la comunidad LGBTI en Jamaica”, dijo Karen Lloyd, Directora Asociada de Fundación Igualdad para Todos (Equality for All Foundation) en Jamaica. Esto fue durante el seminario web sobre los derechos LGBTI en América Latina y el Caribe, organizado como parte de la serie de seminarios web “Perspectivas para promover la igualdad de género” del Laboratorio de Innovación de Género de América Latina y el Caribe (LACGIL, por sus siglas en inglés) en cooperación con el equipo de Orientación Sexual e Identidad de Género (SOGI, por sus siglas en inglés) de la Práctica Global de Sostenibilidad e Inclusión Social (SSI, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial.

Siguientes pasos para la comunidad LGBTI

Algunos países de América Latina y el Caribe han tomado medidas para brindar entornos legales inclusivos y protectores para las minorías sexuales y de género mediante la promulgación de leyes que protegen contra la discriminación. Por ejemplo, Uruguay y Costa Rica estuvieron entre los primeros países de la región en reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo y permitir la adopción de niños por parejas homoparentales .

Asimismo, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género de Chile ha incluido en su mandato varias medidas institucionales para apoyar a la comunidad LGBTI. Estos son cuatro ejemplos:

  1. Apoyar campañas anuales para abogar por la igualdad de derechos de las personas LGBTI.
  2. Organizar mesas redondas mensuales entre el gobierno y representantes de la comunidad LGBTI a nivel regional para identificar prioridades políticas.
  3. Presentar enmiendas legales a las leyes antidiscriminatorias para proteger específicamente la igualdad de derechos de las personas LGBTI.
  4. Impulsar leyes que reconozcan la identidad de género basada en la libre elección y los matrimonios entre personas del mismo sexo.

El progreso es desigual, ¿qué más se puede hacer?

Un primer paso hacia una sociedad más inclusiva es generar evidencia sobre las vidas y los resultados de desarrollo de las personas LGBTI (especialmente aquellas en los países en desarrollo) y enfoques políticos que puedan apoyarlas .

La iniciativa Igualdad de Oportunidades para las Minorías Sexuales y de Género (EQOSOGI, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial es un análisis pionero de los marcos legales que permiten la participación social, económica, civil y política de las personas LGBTI. El informe piloto recomienda derogar las leyes que criminalizan a las personas por su orientación sexual e identidad de género, prohibir los delitos de odio y brindar protección legal contra la discriminación en las escuelas, el lugar de trabajo y los servicios públicos. Se debe permitir que las organizaciones de la sociedad civil que abogan por la igualdad de derechos para las personas LGBTI se registren y operen libremente.

Una segunda versión del informe EQOSOGI, actualmente en preparación, tiene como objetivo ampliar su cobertura a 64 países y agregar más datos para informar al diálogo político internacional y a los proyectos del Banco Mundial.

Uno de los autores del primer informe, Christian De la Medina Soto, especialista en desarrollo del sector privado del Grupo del Banco Mundial, dijo que “las instituciones legales juegan un papel crucial para superar las brechas en la inclusión de la comunidad LGBTI (…) las mejores prácticas requieren capacitación obligatoria de los docentes en lenguaje inclusivo, provisión de igualdad de acceso a los servicios públicos y civiles y prohibición de los delitos de odio”.

Aprovechar esta evidencia es clave para evitar la exclusión basada en la orientación sexual y la identidad de género, que tiene un alto costo para las personas LGBTI, las comunidades en las que viven y las economías en las que participan. La inclusión es crucial para promover el desarrollo sostenible y cumplir la misión del Banco Mundial de poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida en un planeta habitable. Al establecer los estándares para el financiamiento de proyectos de inversión, el Banco Mundial requiere la inclusión de grupos desfavorecidos y vulnerables, como las personas LGBTI, para promover el desarrollo sostenible.

 

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El LACGIL, parte de la Práctica Global de Pobreza y Equidad, trabaja en conjunto con las unidades del Banco Mundial, agencias de ayuda y donantes, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, empresas del sector privado e investigadores académicos. Este trabajo fue financiado en parte por el Mecanismo Coordinador para la Igualdad de Género (MCIG), un fondo fiduciario de múltiples donantes administrado por el Banco Mundial para promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer a través de la experimentación y la creación de conocimiento para ayudar a los gobiernos y al sector privado a enfocar las políticas y los programas en soluciones escalables con resultados sostenibles. El MCIG es respaldado por las generosas contribuciones de Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Irlanda, Islandia, Letonia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, Suiza, la Fundación Bill and Melinda Gates y el Fondo Filantrópico Wellspring.

La financiación de la Iniciativa EQOSOGI de la Práctica Global de Sostenibilidad e Inclusión Social (SSI) procede de Global Affairs Canada.


Autores

Ayat Soliman

Directora de Estrategia y Operaciones para América Latina y el Caribe

Julia Braunmiller

Senior Private Sector Development Specialist

Phoebe Ishak

Economista consultora

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