Tener acceso a una vivienda es uno de los retos más importantes para la reducción de la pobreza, la protección y la calidad de vida de las familias. En Colombia, alrededor de 3.7 millones de hogares, es decir, más de una cuarta parte del país, se encuentra en condición de déficit de vivienda. Es más, 2 de cada 3 de esos hogares necesitan mejorar la infraestructura. La carencia de vivienda adecuada con disponibilidad de acueductos y alcantarillados es mayor en los hogares rurales, con más de 2 millones de familias que requieren solucionar este problema de manera urgente.
En Colombia, el gobierno ha reconocido la importancia de cerrar esta brecha y los programas han cambiado de enfoque y pasado de atender la vivienda nueva y en renta en modalidad exclusiva de la adquisición, a programas que atienden la mejora de la calidad y estructura de la vivienda y los barrios . El reto actual, enmarcado dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026, se enfoca en aumentar el acceso a la vivienda priorizando a los hogares con menores ingresos en condiciones socioeconómicas vulnerables, llegar a las ciudades más pequeñas y áreas rurales, y garantizar la participación comunitaria en la ejecución y planeación de las viviendas.
Algunas de las tareas que tiene el gobierno colombiano incluyen escalar el alcance de los programas de mejoramiento de vivienda a mejoramiento estructural en áreas urbanas y rurales, desarrollar líneas de crédito para adquisición y adecuación de vivienda dirigida a la población vulnerable, promover la participación comunitaria en la construcción de la vivienda, y garantizar la mejora de los barrios y las áreas informales de las ciudades. Para lograrlo, sus apuestas incluyen:
- Acelerar el uso de alternativas sostenibles para la construcción y mejoramiento de vivienda en áreas urbanas y rurales
- Integrar los subsidios de mejoramiento de vivienda con créditos, a través de esquemas operativos eficientes
- Fortalecer la autoconstrucción y la participación de las organizaciones sociales existentes en la producción y/o construcción de vivienda
- Escalar los programas de vivienda rural, a través de sistemas alternativos de construcción sostenible
- Integrar al programa de mejoramiento de barrios el componente de infraestructura de cohesión social que propenda por la vinculación de comunidades y migrantes
El Banco Mundial, a través del Proyecto de Vivienda Resiliente e Incluyente en Colombia, apoya estas acciones. Actualmente avanza en la ejecución de cerca de 6000 mejoras de viviendas urbanas y rurales que incluyen a municipios con alta población vulnerable como Quibdó, Maicao y Villa del Rosario.
Asimismo, se ha definido la ejecución de cuatro Mejoramientos Integrales de Barrios y de 10 proyectos de espacio público en municipios con alto número de hogares vulnerables, que incluye población migrante que ha llegado a estas zonas en los últimos años. Adicionalmente, el Proyecto incluye un primer piloto en Bogotá para dar soluciones de renta a familias migrantes, y asistencias técnicas sobre alternativas de construcción para vivienda diferencial y de interés cultural.
A mediano plazo, es indispensable continuar la articulación entre el nivel nacional y el subnacional con las próximas administraciones para continuar la escalabilidad de los programas en áreas urbanas y rurales. Igualmente, es primordial incluir en la agenda el fortalecimiento de los sistemas de información del hábitat y vivienda, las capacidades técnicas de los municipios para gestionar proyectos con certeza de suelo y servicios públicos, la priorización de obras de infraestructura resiliente y mejora de barrios para adaptación del cambio climático, y la participación comunitaria en la ejecución de proyectos de hábitat y vivienda.
Para lograr este fin, la inclusión de elementos de regeneración urbana, adaptación, resiliencia y mitigación al cambio climático son necesarios para alcanzar un impacto verdadero en el mediano y largo plazo.
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