Esta publicación forma parte de una serie de blogs (i) relativo a los objetivos de desarrollo sostenible y los datos de la edición 2016 de los Indicadores del desarrollo mundial . Chris Sall también contribuyó en este blog.
El pescado es la principal proteína animal para más de 1000 millones de personas. El promedio mundial de consumo de pescado es de alrededor de 20 kilos per cápita al año . Los recursos marinos son esenciales en materia de seguridad alimentaria para gran parte de la población mundial, y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (ODS 14) procura conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos. Hacer el seguimiento de los avances hacia estas metas es primordial, pero plantea retos considerables.
El mundo ahora cultiva más peces que los que captura
Hasta hace poco tiempo, la pesca de captura dominaba el mercado de los productos del mar. Desde los años ochenta ha habido un aumento en la producción acuícola (el cultivo de peces, crustáceos y algas marinas), la que ahora representa más de la mitad de toda la producción de pescados y mariscos. Los países de Asia oriental representan en conjunto más del 90 % de la producción mundial, tanto de la pesca de captura como de la acuicultura.
La pesca de captura se ha estancado en general desde inicios de la década de 1990, y muchos Gobiernos han aplicado mecanismos de subsidios para proteger el suministro de pescado y el empleo a nivel local. Los subsidios a la industria pesquera suman aproximadamente USD 10 000 millones anuales, impulsando la pesca constante a pesar de la disminución del valor de las capturas y la rentabilidad. (PDF, en inglés)
La pesca ilegal y la pesca excesiva amenazan la sostenibilidad de la producción de pescados y mariscos
Garantizar la regulación eficaz de la explotación pesquera y poner fin a la pesca excesiva, la pesca ilegal, la pesca no declarada y no reglamentada (meta 14.4) puede respaldar la sostenibilidad de la industria pesquera, los hábitats acuáticos y la biodiversidad. Sobre la base de datos (i) de 54 países y de alta mar, los pescadores ilegales y no declarados capturan entre 11 y 26 millones de toneladas al año, reduciendo los ingresos de los pescadores legales en un monto que oscila entre USD 10 000 millones y USD 23 500 millones anuales. Los países de ingreso mediano y bajo con una deficiente capacidad reguladora y de aplicación de la ley son los que están más expuestos al riesgo de la pesca ilegal.
Los pequeños Estados insulares dependen en gran medida de la producción pesquera
La producción pesquera representa una parte importante de la actividad económica en muchos países, incluidos los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países en África al sur del Sahara. La meta 14.7 procura aumentar los beneficios económicos para los productores a partir del uso sostenible de los recursos marinos. Los medios de subsistencia de aproximadamente 60 millones de trabajadores de jornada completa y parcial dependen de la pesca de captura marina, (PDF, en inglés) quienes en su mayoría viven en países de ingreso mediano y bajo, y la mitad de ellos son mujeres. La pesca y la acuicultura están dominadas por explotaciones familiares pequeñas, las cuales en gran medida emplean a menos de 10 personas.
Las zonas marinas protegidas se han ampliado, pero la contaminación también ha aumentado
Las áreas marinas protegidas pueden ayudar a reconstruir las poblaciones agotadas y actuar como santuarios de la diversidad biológica. Hasta 2014, alrededor del 2 % de los océanos del mundo había sido designado como áreas marinas protegidas, (i) con diversos niveles de control real del acceso. La meta 14.5 persigue la conservación, antes de 2020, de por lo menos el 10 % de las zonas costeras y marinas. Los datos disponibles por países indican que en 2014 Asia meridional tenía el porcentaje más bajo de zonas marinas protegidas en sus aguas territoriales. Sin embargo, todas las regiones han conseguido al menos algún grado de avance en las dos décadas anteriores.
El estado de la biodiversidad marina y del medio ambiente mundial está estrechamente relacionado con el nivel de la contaminación y la acidificación marinas. La cantidad de zonas muertas —áreas del océano con muy poco oxígeno para la mayoría de la vida marina— ha aumentado un tercio entre 1995 y 2007, en gran parte como resultado de la contaminación por nutrientes. Las áreas muertas ahora se unen a la pesca excesiva, la pérdida del hábitat y la proliferación de algas nocivas como factores de tensión de los ecosistemas marinos. Hay 405 zonas muertas en las aguas costeras en todo el mundo, afectando un área de 95 000 millas cuadradas
La distribución de zonas muertas oceánicas coincide con la huella humana en el mundo
Distribución mundial de más de 400 sistemas de los cuales se ha informado científicamente que son zonas muertas relacionadas con la eutrofización:
El aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera hace bajar el pH de los océanos, afectando negativamente a la vida marina, lo que hace más difícil la formación de la caparazón de los crustáceos. En total, el pH de los océanos ha disminuido en 0,1 unidades de pH desde la revolución industrial, lo que representa un aumento del 30 % en la acidez de las aguas superficiales oceánicas.
También es importante supervisar la producción mundial de algas marinas, pues la fijación del carbono por parte de estas es uno de los escasos medios prácticos disponibles para reducir tanto la acidificación del océano como la dependencia mundial de la harina de pescado como alimento para animales. En 2012, el 40 % de la producción mundial de algas marinas fue consumida directamente por seres humanos, el 40 % consumida indirectamente a través de alimentos procesados y el 20 % se destinó a diversos usos industriales. (i)
Los datos sobre el estado de la diversidad biológica marina y los océanos del mundo son generalmente incompletos. Invertir en la recopilación de datos y el mejoramiento de los indicadores relacionados con la salud de los océanos y la sostenibilidad de la vida marina es crucial para el seguimiento exitoso y el logro de las metas definidas en el marco del ODS 14.
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