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Más allá de las cifras: Tendencias clave que transforman el empleo en América Latina

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Más allá de las cifras: Tendencias clave que transforman el empleo en América Latina © Shutterstock.com

El empleo es el principal motor de la reducción de la pobreza. Ayuda a construir sociedades más resilientes y autosuficientes, reduce la necesidad de ayuda humanitaria y aborda las causas fundamentales de la inestabilidad social y de la migración. El empleo fue la clave para combatir la pobreza en América Latina durante su último período de reducción sostenida de la pobreza (2009-14). La sólida creación de empleo y el fuerte crecimiento de los salarios fueron los impulsores de la disminución de dos tercios en las tasas de pobreza. Después de este próspero periodo, tanto la pobreza como las condiciones del mercado laboral han permanecido en gran medida estancadas en toda la región (excluyendo la pandemia).

La edición de mayo de 2025 del Panorama Laboral Regional proporciona nuevos conocimientos sobre los obstáculos a la creación de más y mejores puestos de trabajo en toda América Latina y el Caribe (ALC). En este informe se describen los desafíos multifacéticos que configuran el mercado laboral de la región.

A continuación, presentamos ocho conclusiones fundamentales de nuestra última publicación:

Dato clave #1: A pesar de tener el crecimiento económico más bajo entre las regiones del mundo desde 2015, el crecimiento del empleo en ALC siguió el ritmo del de los países de otras regiones. Esta desconexión sugiere que ALC está creando empleos sin mejorar la productividad, lo que puede explicar los indicadores de calidad del empleo persistentemente bajos de la región.

 

Dato clave #2. Entre 2016 y 2024, ALC generó alrededor de 27 millones de nuevos empleos netos. El comercio minorista y la hostelería aumentaron (+7,9 millones de puestos de trabajo), mientras que la educación, la salud y los servicios personales aumentaron con fuerza (+7,3 millones), representando en conjunto más de la mitad de todos los nuevos puestos. Las empresas más grandes (más de cinco empleados) lideraron la creación de empleo con 11,1 millones de nuevos puestos netos, mientras que las pequeñas empresas contribuyeron con 7,9 millones. El crecimiento de los nuevos puestos asalariados fue más del doble del aumento de los puestos de trabajo por cuenta propia, 18,6 millones. La región agregó 1,6 millones de nuevos empleadores/emprendedores, mientras que el trabajo no remunerado disminuyó en 900.000 puestos de trabajo.
 

Cantidad de empleos creados en ALC por categoría, 2016-2024

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Fuente: Elaboración basada en datos de LABLAC para Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Perú, República Dominicana y El Salvador.

Nota: La figura presenta los cambios absolutos en el número de personas empleadas entre 2016 y 2024. Si bien todas las barras deberían tener en teoría la misma altura, algunas son más cortas debido a la falta de valores válidos en la clasificación categórica (sobre todo el tipo y el tamaño de la empresa).



Dato clave #3: El desempleo juvenil en América Latina y el Caribe cayó más de 5,4 puntos porcentuales a partir de 2016, pero se mantuvo en 14 por ciento en 2024, más del doble de la tasa de desempleo general.
La proporción de jóvenes que ni trabajan ni estudian (ninis) también ha disminuido, hasta alcanzar el 18,3 por ciento en 2024. Sin embargo, esta tasa supera el promedio de los países de ingreso mediano alto (16,6 por ciento).

 

Dato clave #4: En la última década, la fuerza laboral de ALC ha experimentado una transformación, y millones de ciudadanos han ascendido en la escalera educativa. Los empleos entre los trabajadores de mediana y alta calificación se expandieron más rápidamente que sus respectivos segmentos de la población, destacando un cambio claro hacia una fuerza laboral más educada. En contraste, los trabajadores con bajos niveles de educación experimentaron pérdidas de empleo que excedieron su declive poblacional.

 

Dato clave #5: El aumento del nivel educativo de la fuerza laboral coincidió con la disminución de la prima salarial por la mano de obra calificada. Este fenómeno indica que la demanda relativa de trabajadores calificados no siguió el ritmo de su creciente oferta. En consecuencia, el mayor nivel educativo de los trabajadores no se tradujo en un aumento de los ingresos laborales promedio. 

Dato clave #6. Los datos de alta frecuencia sobre la contratación de trabajadores calificados indican que la región aún no ha retornado a los niveles de crecimiento de la contratación anteriores a la pandemia. Los patrones de creación de empleo que se observan en las encuestas de la fuerza laboral imitan a los de la tasa de contratación de LinkedIn, con una importante distinción. Hasta febrero de 2025, este último permanecía estancado por debajo de los niveles de 2017, lo que indica una recuperación incompleta del mercado laboral. La discrepancia sugiere que, si bien ALC ha sido capaz de crear empleos en general en los últimos años, tuvo dificultades en los sectores tecnológicos más calificados que recogen los datos de LinkedIn.


Dato clave # 7: A pesar del cambio del trabajo autónomo no calificado y el trabajo no remunerado hacia puestos calificados y asalariados durante la última década, una parte significativa de los nuevos empleados asalariados carecen de beneficios de pensión o seguro médico.
Mientras que la informalidad disminuyó 2,3 puntos porcentuales en la última década cuando se define como el empleo asalariado en las microempresas, el trabajo autónomo no calificado o el trabajo no remunerado, la proporción de empleados asalariados sin pensión o beneficios de salud subió 0,6 puntos porcentuales. 


Dato clave #8: Los salarios y los ingresos laborales crecieron (modestamente) a pesar del estancamiento de la productividad.
El crecimiento salarial de ALC se alineó con el de países comparables a nivel mundial en posiciones económicas similares, aunque la mayoría de las economías comparables lograron aumentos de productividad más altos que sus contrapartes de ALC. Esto sugiere una demanda laboral potencialmente más débil, en promedio, en ALC. Al mismo tiempo, el aumento de los salarios mínimos en algunas de las economías más grandes de ALC durante este período podría ayudar a explicar la brecha entre el crecimiento de los ingresos y de la productividad.

Estos patrones sugieren que, si bien América Latina pudo generar más puestos de trabajo durante la última década, tuvo dificultades para crear mejores empleos con mayores ingresos, productividad y beneficios más elevados.

Para obtener información y análisis más exhaustivos, lea la edición de mayo de 2025 del Panorama Laboral Regional.


Carlos Rodríguez Castelán

Gerente de la Práctica Global de Pobreza y Equidad para América Latina y el Caribe

Luis Eduardo Castellanos

Junior Professional Associate, Poverty and Equity Global Practice Group, World Bank

Catalina Garcia Garcia

Junior Professional Associate, Poverty and Equity Global Practice, World Bank

Hernán Winkler

Economista Sénior de la Práctica Global de Pobreza y Equidad

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