La edición de octubre de 2024 del informe de Tendencias Recientes de Pobreza y Desigualdad para América Latina y el Caribe (ALC) contiene los datos más actualizados respecto a estas dos problemáticas, resaltando a su vez perspectivas acerca de tendencias macroeconómicas, pobreza, desigualdad, calidad del empleo y otros factores que resultan cruciales para entender los grandes desafíos que hoy enfrenta la región.
A continuación, compartimos diez datos clave de nuestra más reciente publicación:
Dato clave #1: la pobreza en ALC ha caído a su punto más bajo en lo que va del siglo: una de cada cuatro personas vive con menos de US$6.85 por día (PPP 2017). Esto refleja una reducción de 4.7 puntos porcentuales (p.p.) en el indicador regional de pobreza entre 2021 y 2023.
Dato clave #2: en términos de pobreza, América Latina y el Caribe es una región dispar. Algunos países, como Chile y Uruguay, tienen indicadores por debajo de 10 por ciento, mientras que otros, como Guatemala y Honduras, están por encima de 50 por ciento.
Dato clave #3: el ritmo lento de reducción de la pobreza en ALC, que se registra desde 2016, refleja los bajos niveles de crecimiento económico de la región. En dicho periodo, la región registró un ritmo de crecimiento significativamente menor que el de otras regiones de ingresos medios. Así, mientras en 2009 la tasa de pobreza en Asia Oriental y el Pacífico estaba 30 p.p. por encima de la registrada en ALC, para 2023 ambas regiones ya habían convergido a niveles de pobreza similares.
Dato clave #4: la clase media en ALC se ha expandido y en 2023 ya equivale al 41.1 por ciento de la población, su más alto nivel en el siglo. Pero, al mismo tiempo, un 31.5 por ciento se mantiene en la categoría de vulnerable, viviendo con entre US$6.85 y US$14 por día. Esta población se encuentra en alto riesgo de caer en pobreza debido a dificultades económicas o shocks externos.
Dato clave #5: mercados de trabajo más robustos explican casi dos tercios de la reducción de la pobreza registrada entre 2021 y 2023. La mejora en las tasas de empleo explica 1.8 p.p. de la reducción; mientras que el incremento en los ingresos laborales aportó 1.5 p.p. y las transferencias públicas, otro 1.1 p.p. Factores adiciones, como las remesas y otros ingresos no laborales contribuyeron en menor medida (alrededor de 0.3 p.p. cada uno).
Dato clave #6: la recuperación tras la pandemia ha sido progresiva, pero a la vez el crecimiento económico ha sido menos favorable para los pobres en 2023. Entre 2021 y 2022, el incremento de los ingresos fue significativamente más elevado entre los hogares más pobres que entre sus contrapartes más acomodadas. Sin embargo, la tasa de crecimiento de los ingresos declinó entre 2022 y 2023, y fue más similar para los hogares pobres y los hogares ricos.
Dato clave #7: para 2024 se espera que un crecimiento económico modesto, que resultará en una ligera reducción de la pobreza en la región. Nuestro modelo de nowcasting proyecta que la tasa de pobreza regional bajará a 24.7 en el año.
Dato clave #8: aun cuando ALC se ha beneficiado de un rebote significativo de los mercados laborales tras la pandemia, el Índice de Calidad del Empleo (ICE) muestra que la calidad de los empleos apenas ha mejorado. Desde el 2016, el ICE muestra un estancamiento en la mayoría de los países de la región. Solo cinco –Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador y México– registraron modestas mejoras, con incrementos que van en el rango de 0.02 a 0.05 puntos. Entre tanto, la calidad de los empleos desmejoró o se mantuvo sin variación en seis países: Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú y Uruguay.
Dato clave #9: asimismo, persiste una significativa brecha de género en la calidad del empleo a lo largo de la región. En todos los países las mujeres sufren de peores condiciones laborales que sus pares varones. Los países que presentan las brechas de género más grandes en este ámbito son Perú, Ecuador y Bolivia.
Dato clave #10: finalmente, el espacio fiscal más estrecho que enfrentan los países de la región plantea un desafío para la sostenibilidad de las transferencias del sector público. El gradual retiro de estas ayudas ya está afectando los ingresos de los hogares más pobres en varias economías de la región.
Para obtener más información y un análisis más profundo, recomendamos revisar la edición de octubre 2024 del informe de Tendencias Recientes de Pobreza y Desigualdad.
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