Los profesionales del desarrollo se quejan a menudo de la ausencia de datos de buena calidad en zonas propensas a desastres, lo que limita su capacidad de dar forma a los proyectos mediante modelos cuantitativos y análisis detallados.
No obstante, los avances tecnológicos están creando rápidamente nuevos métodos para que los Gobiernos y los organismos de desarrollo superen la escasez de datos. En Belice, el Grupo Banco Mundial se asoció con el Gobierno para desarrollar un enfoque innovador y dar forma a las inversiones en carreteras con capacidad de adaptación al cambio climático mediante la combinación de creatividad, experiencia sobre el terreno y recopilación de datos estratégicos.
En Belice, su infraestructura subdesarrollada, particularmente en el sector del transporte, es una limitación clave para la mitigación del riesgo de desastres y el crecimiento económico. La red vial es particularmente vulnerable debido a la falta de redundancia y a la exposición a peligros naturales (principalmente inundaciones). En ausencia de rutas alternativas, cualquier cierre de caminos relacionado con fenómenos meteorológicos puede cortar el acceso y perturbar gravemente el movimiento económico y social.
En 2012, el Gobierno decidió que la resiliencia climática sería una de sus principales prioridades políticas y solicitó la ayuda del Grupo Banco Mundial para desarrollar un programa de reducción de la vulnerabilidad al cambio climático, con un enfoque específico en la red vial. La institución respondió a la convocatoria y reunió un equipo de expertos que aportó una amplia gama de conocimientos especializados, junto con la experiencia adquirida en otras intervenciones para la adaptación al cambio climático en todo el Caribe. El programa recibió el apoyo de fondos de la Unión Europea para África, el Caribe y el Pacífico (ACP), administrados por el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR, por sus siglas en inglés).
Nuestra estrategia para abordar la escasez de datos en Belice implica tres pasos sucesivos estrechamente relacionados.
Primer paso: Crear un marco sólido de toma de decisiones para determinar las inversiones prioritarias en carreteras
El equipo comenzó coordinando el desarrollo de un marco de toma de decisiones que ayudaría a priorizar las inversiones en base a dos factores complementarios:
- Criticidad: desde el punto de vista social y económico, ¿cuáles caminos son los más importantes para el país? Para responder a esta pregunta, nos basamos en un proceso participativo de Evaluación de Múltiples Criterios que nos permitió determinar los tramos de carretera cruciales para el acceso a servicios públicos como hospitales y escuelas, el movimiento de productos y servicios de la economía y el uso en rutas de evacuación como también aquellas que proporcionan acceso a las personas socialmente vulnerables. Participaron en el establecimiento de estos criterios representantes de más de 35 ministerios, municipios, organizaciones del sector privado, la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales (ONG) e instituciones académicas. Una vez definidos, los participantes desarrollaron indicadores para evaluar los criterios y puntuar cada indicador, lo que permitió un análisis cuantitativo cuidadoso de la red vial.
- Vulnerabilidad: ¿cómo se verían afectados los diferentes tramos de la red vial por los fenómenos meteorológicos, especialmente las inundaciones? Para superar la escasez de datos sobre la susceptibilidad a inundaciones, el equipo llevó a cabo un estudio detallado de toda la red vial primaria y secundaria, junto con un análisis amplio de los datos existentes. Este trabajo culminó con la creación de un modelo geoespacial para evaluar la vulnerabilidad de las carreteras en todo el país.
Segundo paso: Compartir las lecciones aprendidas con otros profesionales del transporte
Basándose en esta experiencia, el equipo redactó una Guía para profesionales: Priorizar las inversiones en transporte con resiliencia al cambio climático en un entorno de escasez de datos. Para los profesionales del transporte que trabajan en zonas con una disponibilidad limitada de datos, esta publicación les proporciona un nuevo conjunto de herramientas para tomar decisiones más informadas sobre la planificación del transporte, la gestión de activos y las inversiones. La guía fue diseñada para beneficiar a un público amplio y diverso, incluyendo funcionarios gubernamentales, especialistas en transporte, responsables de tomar decisiones, especialistas en cambio climático y gestión del riesgo de desastres, así como desarrolladores privados. Aunque se basa en nuestro compromiso en Belice, la guía propone un enfoque que puede ser repetido y adaptado a otros contextos.
Tercer paso: Permitir el acceso a sus datos a través de una interfaz fácil de usar
Para aprovechar al máximo nuestra labor, el Gobierno necesitaba un sistema sencillo para acceder y usar los datos recopilados a través de la encuesta sobre caminos. Nuestro equipo trabaja ahora en un programa de Asistencia Técnica de la Gestión de Activos Viales, que permitirá, en última instancia, desarrollar una plataforma computacional que permita una fácil visualización de datos, consultas y análisis simple. En ese contexto, colaboramos con el Ministerio de Obras en un nuevo sistema de gestión de activos viales que permitirá al Gobierno acceder rápidamente, actualizar y administrar la rica base de datos desarrollada a través de este compromiso.
En conjunto, estas herramientas mejorarán significativamente la capacidad del Gobierno para planificar, construir y mantener mejor sus activos críticos de transporte vial a la luz de los riesgos de desastre y climáticos conocidos.
Después de superar la escasez de datos con un enfoque innovador, el Gobierno está implementando un Proyecto de Infraestructura con Resiliencia ante el Cambio Climático por un monto de USD 30 millones, financiado por el Grupo Banco Mundial. Belice también ha podido usar los resultados del proceso de priorización descrito anteriormente para aprovechar el financiamiento de donantes bilaterales y otros donantes multilaterales y apoyar proyectos de resiliencia ante el cambio climático en toda la red vial.
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