El aumento de las advertencias acerca de la pérdida de biodiversidad no me preocupaba mucho en la medida que se tratase de la muerte de insectos o especies de peces extrañas. Sin embargo, ahora sé que las abejas y otros insectos, e incluso organismos diminutos que no podemos ver, cumplen una función vital en la producción de los alimentos que comemos. Como la entusiasta comensal que soy, eso me interesa muchísimo.
Según un reciente informe de las Naciones Unidas (ONU), (i) numerosas especies que están indirectamente involucradas en la producción de alimentos, tales como las aves que se comen las plagas agrícolas y los manglares que ayudan a purificar el agua, son menos abundantes que en el pasado. Se estima que más del 33 % de las poblaciones de peces están sobreexplotadas. La pérdida de las colonias de abejas va en aumento y el 17 % de los polinizadores vertebrados, como los murciélagos y las aves, están en peligro de extinción. Más aún, las especies que son cruciales para nuestros sistemas alimentarios, una vez que se pierden, no se pueden recuperar.
Sin lugar a dudas, las bases de nuestros sistemas alimentarios están siendo afectadas y esto es insostenible. La situación empeorará a medida que aumente la producción de alimentos para alimentar a una creciente población de cerca de 10 000 millones de personas en 2050.
Hoy cuando celebramos el Día Internacional de la Diversidad Biológica, (i) me gustaría resaltar cinco hechos acerca de los alimentos y la biodiversidad que podrían producir cambios, y que quizás sean de su interés.
1. «El Arca de Noé vegetal» tiene como objetivo proteger la diversidad de cultivos para el futuro
La reserva mundial de semillas denominada Bóveda Global de Semillas (i) se encuentra enterrada a gran profundidad en el interior de una montaña en una isla remota del archipiélago de Svalbard, a unos 1100 kilómetros del Polo Norte. El CGIAR, la red de innovación agrícola más importante a nivel mundial, junto con la Fundación Gates, otras organizaciones y el Gobierno de Noruega han invertido millones de dólares en la construcción de este banco de semillas.
También conocida como «el Arca de Noé vegetal», esta reserva es la mayor colección de cultivos y contiene más de 1 millón de diferentes variedades de semillas de todo el mundo. Su objetivo es preservar la diversidad de cultivos para el futuro. Las semillas se encuentran envasadas de una manera especial para evitar la humedad. La bóveda celebró su décimo aniversario el año pasado. Salvaguardar esa enorme variedad de semillas permitirá a los científicos desarrollar cultivos nutritivos y resilientes al cambio climático para las futuras generaciones.
2. La iniciativa «Eat a Rainbow» enseña a los niños los beneficios de comer alimentos nutritivos
En Samoa existen condiciones climáticas perfectas para cultivar frutas y verduras. Sin embargo, la mayoría de los alimentos se importa de otros países. Este país registra hoy una alta prevalencia de enfermedades no transmisibles, como la hipertensión y la diabetes, debido a la mala alimentación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70 % de las muertes en Samoa se debe a enfermedades no transmisibles. (PDF, en inglés)
El Proyecto de Mejora de la Competitividad Agrícola de Samoa, (i) financiado por el Banco Mundial, ayuda a los agricultores samoanos a mejorar la calidad y la cantidad de alimentos producidos localmente, colaborando al mismo tiempo con el Ministerio de Salud para incentivar a los niños a comer una mayor variedad de alimentos. La iniciativa «Eat a Rainbow» (i) trabaja con escuelas en toda Samoa para enseñarles a los niños los beneficios de comer productos locales y nutritivos de todos los colores del arcoiris y cómo una dieta variada fomenta una vida saludable.
3. La diversidad agrícola tiene un impacto positivo en el estado nutricional de los niños
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aproximadamente 250 000 variedades de plantas se encuentran disponibles para la agricultura, pero menos del 3 % de ellas se usan en la actualidad. Más de la mitad de la energía alimentaria del mundo proviene de un número limitado de variedades de tres «megacultivos»: arroz, trigo y maíz.
Muchos pequeños agricultores se dedican al monocultivo, una práctica en que la producción de alimentos es menos resiliente. Análisis en Nigeria (i) indicaron que cuando se incentivaba a las familias de pequeños agricultores a producir un conjunto de alimentos más variado (por ejemplo, frutas y verduras, legumbres, leche, huevos y pescado) y recibían capacitación sobre nutrición, esto daba lugar a una mayor diversidad en las dietas, un mayor consumo de micronutrientes y mayores impactos positivos en el estado nutricional de los niños.
Lo anterior pone de relieve la necesidad de combinar distintas intervenciones, ya sea mejorar los conocimientos en materia de nutrición; eliminar las restricciones del uso del suelo y las políticas de precios que perjudican los cultivos de cereales, y promover los huertos hogareños, los cultivos ricos en nutrientes, la piscicultura y la ganadería.
4. Los alimentos ricos en micronutrientes, tales como frutas, verduras y semillas, dependen de la polinización
Cuando pensamos sobre los polinizadores a menudo se nos vienen a la mente las abejas. Sin embargo, ¿sabía que las mariposas, las aves, las polillas y los escarabajos, e incluso los murciélagos, también son polinizadores? Los alimentos ricos en micronutrientes, tales como frutas, verduras y semillas, dependen de la polinización. De hecho, según la FAO, el 75 % de todos los cultivos dependen, en parte, de la polinización.
Actualmente, las abejas y otros insectos polinizadores mejoran la producción de alimentos de 2000 millones de pequeños agricultores en todo el mundo, ayudando a garantizar la seguridad alimentaria para la población del planeta.
En un esfuerzo por aumentar el número de insectos polinizadores que ayudan a producir los alimentos que comemos, un municipio de Londres creó un «corredor de abejas», plantando girasoles a lo largo de 11 kilómetros.
5. Los sistemas de agricultura alternativos para conservar el agua, los bosques y el suelo
También me intriga el potencial de la hidroponía y la acuaponía: mientras el primer método se refiere al cultivo de vegetales en agua rica en nutrientes, el segundo combina la acuicultura con la hidroponía. Ambos procedimientos no requieren suelo, y se caracterizan por lo siguiente:
- se usa entre 75 % y 95 % menos cantidad de agua;
- se pueden utilizar tierras y suelo no cultivables;
- se requiere muy poco espacio, y
- son métodos portátiles, que aprovechan la energía solar.
¿Pueden cambiar el futuro de los alimentos? Espero que sí, por el bien de la biodiversidad. De acuerdo con el Informe sobre los recursos mundiales, (i) “entre 1962 y 2010 solamente, casi 500 millones de hectáreas de bosques y sabanas boscosas fueron talados para fines agrícolas”, causando de manera directa la preocupante crisis de la biodiversidad que enfrentamos hoy.
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