Sí, efectivamente hay alrededor de 65 millones de refugiados, personas que buscan asilo y desplazados internos en todo el mundo. Sí, efectivamente los conflictos continúan sin cesar, provocando una excesiva miseria humana. Sí, efectivamente necesitamos de manera urgente soluciones políticas.
No obstante, existe un consenso cada vez mayor que crear empleos para que la gente pueda trabajar —dondequiera que se encuentren— es fundamental como medio de escape de la fragilidad y de prevención de nuevos conflictos. Expertos y responsables de formular políticas coincidieron en que necesitamos concentrarnos ahora en esa tarea, durante un evento titulado “Por qué el empleo es fundamental para escapar de la fragilidad”,(i) que se efectuó el viernes en el marco de las Reuniones Anuales del Grupo Banco Mundial y el FMI en la ciudad de Washington.
El director gerente y oficial principal de Operaciones interino del Grupo Banco Mundial, Kyle Peters, fue el encargado de pronunciar las palabras de apertura, señalando que en el mundo se necesitarán 500 millones de empleos en 2030.
“Para asegurarnos que los jóvenes que ingresan al mercado laboral tengan la posibilidad de construir una vida para sí mismos, los Estados frágiles y afectados por conflictos —por sí solos— tendrán que crear 5 millones de nuevos empleos anualmente en los próximos 15 años”, dijo Peters. “El desarrollo es posible a través del empleo”.
Peters señaló que el Grupo Banco Mundial está proponiendo que los accionistas aprueben USD 2500 millones para apoyar al sector privado en los países más pobres, especialmente en aquellos afectados por conflictos o considerados frágiles.
Lo que saca a la gente de la pobreza y la fragilidad es el “milagro de la productividad”, aseguró Paul Collier, autor del libro The Bottom Billion (i) (El club de la miseria) y profesor de Economía y Políticas Públicas en la Universidad de Oxford. Los fondos públicos deberían destinarse a “incentivar a las empresas decentes a ir donde más se necesitan”, de modo de crear empleos. La inversión pública para impulsar el aumento de la productividad de las empresas debería complementarse con la inversión en salud, educación e infraestructura básica.
“La generación de empleos es esencial para prevenir [situaciones] alternativas”, dijo Stefano Manservisi, director general de la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea. Manservisi describió el apoyo de la Unión Europea para la creación de empleos en África al sur del Sahara, señalando que esto combate el terrorismo y reduce el flujo de inmigrantes hacia Europa.
Tres responsables de formular políticas, que participaron en el panel, entregaron mensajes de esperanza, compartiendo experiencias sobre la creación de empleos en medio de contextos frágiles.
La exministra de Finanzas de Timor-Leste, Emilia Pires, mencionó la decisión del Gobierno de entregar fondos de manera directa a las personas desplazadas internamente en el país, que representaban el 15 % de la población en 2006. Fue riesgoso, dijo, pero las personas usaron las donaciones en efectivo para iniciar sus propios pequeños negocios, lo que a su vez ayudó a consolidar la paz y la estabilidad en el país.
Desde 2012, las reformas en Côte d’Ivoire se han centrado en atraer inversión y mejorar la calidad de la educación para crear empleos, dijo el ministro de Presupuesto, Abdourahmane Cissé. Explicó que las principales reformas destinadas a mejorar el clima para los negocios permitieron reducir el tiempo y el dinero que se necesita para iniciar una nueva empresa. El Gobierno también elevó el precio mínimo de los granos de cacao, lo que ayudó a aumentar los ingresos de los agricultores y crear más trabajos en el sector agrícola. Cissé agregó que cinco nuevas universidades públicas serán construidas antes de fines de 2020.
“Prefiero que haya personas en mi país que han recibido educación y no pueden encontrar trabajo en vez de que haya personas sin educación, porque ellas nunca hallarán empleo”, dijo Cissé.
El director ejecutivo de la Coalición Agrícola de Pakistán, Arif Nadeem, describió los esfuerzos para generar empleos en el área del cultivo de algodón en las regiones más pobres del país, donde el reclutamiento por parte de organizaciones terroristas está muy extendido. Su organización lleva proveedores de tecnología agrícola de punta a Pakistán para ayudar a los agricultores y conectarlos con las fuentes de financiamiento y los mercados.
La ministra de Economía y Planificación de la República del Chad, Mariam Mahamat Nour, compartió esta visión sobre la agricultura. En su país alrededor de 480 000 personas han sido desplazadas por la fuerza. “Es esencial encontrar soluciones sostenibles para dar medios de subsistencia a los desplazados”, dijo Nour, agregando que “el empleo sostenible pasa por la agricultura; existen tanto trabajos que requieren alta calificación como trabajos de baja calificación en el sector para poder encarar el desafío”.
El moderador Martin Wolf, comentarista jefe en temas económicos de Financial Times, dio término al evento, manifestando una mezcla de preocupación y esperanza. “Estamos distribuyendo terriblemente mal los recursos cuando se trata de personas en situación de conflictos”, dijo haciendo referencia a la necesidad de una mayor inversión pública en la creación de empleos.
Pero también mencionó el éxito de Corea, un país que resurgió de la guerra en los años cincuenta para llegar a convertirse en una potencia económica en la actualidad. “Es posible salir de estas situaciones”, concluyó Wolf.
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