Ahora que las Reuniones de Primavera de 2021 del Grupo Banco Mundial (GBM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) han llegado a su fin, estoy muy contento con el fuerte apoyo que manifestaron todos los accionistas, el Grupo de los Siete (G-7), el Grupo de los Veinte (G-20) y el Comité para el Desarrollo a las iniciativas del Banco Mundial sobre el clima, la deuda, las vacunas y otras prioridades de desarrollo. El GBM ha actuado rápidamente para ayudar a la mayor cantidad de países posible a responder a la pandemia de COVID-19.
Si bien estoy satisfecho con la velocidad, la escala y la calidad de las actividades del GBM, no subestimo los desafíos que se avecinan. Es hora de avanzar urgentemente hacia oportunidades y soluciones que permitan lograr un crecimiento económico sostenible y de base amplia. Los esfuerzos colectivos que dediquemos para responder a la pobreza, el clima y la desigualdad serán las decisiones que definirán nuestra era.
A continuación, quisiera resumir algunos de los eventos a los que asistí o en los que pronuncié unas palabras.
En mi discurso en la Escuela de Economía de Londres, hablé sobre el papel del GBM en la tarea de "lograr una recuperación verde, resiliente e inclusiva" tras la pandemia de COVID-19, y me centré en tres elementos fundamentales que es necesario encarar: el clima, la deuda y la desigualdad. A medida que trabajamos juntos para abordar estos desafíos, debemos encontrar estrategias integradas y a largo plazo que permitan lograr un desarrollo verde, resiliente e inclusivo. Esto será clave para una recuperación mundial amplia y duradera.
Por otro lado, me dio gusto hablar en la Reunión de las Naciones Unidas sobre Arquitectura de la Deuda Internacional y Liquidez (i). Allí me uní al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; al primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, y a otros participantes para destacar la importancia de encontrar soluciones eficaces al problema de la deuda. Si queremos lograr un futuro más positivo, tendremos que reducir las cargas de deuda insostenibles a fin de desbloquear recursos que puedan destinarse a la salud, la educación y el clima.
La Reunión Ministerial sobre Clima y Desarrollo de la 26.a Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CP 26) constituyó una plataforma valiosa para destacar las iniciativas y los planes del GBM relacionados con el clima, y agradezco al presidente de la CP 26, Alok Sharma, y al Reino Unido por convocar el encuentro. Como señaló el presidente Sharma, los desafíos climáticos a los que se enfrentan los más pobres y los más vulnerables representan una feroz injusticia. El GBM es el principal proveedor de financiamiento para iniciativas climáticas del mundo en desarrollo, y como tal trabaja activamente para ayudar a los países asociados a abordar el cambio climático.
Me alegró mucho anunciar los elementos clave del nuevo Plan de Acción sobre el Cambio Climático del GBM, que se presentó ante nuestro Directorio Ejecutivo a principios de abril. La integración del clima y el desarrollo es esencial para alcanzar nuestros objetivos de reducir la pobreza e impulsar la prosperidad compartida, y el Plan de Acción está fuertemente orientado a lograr impacto tanto en la mitigación como en la adaptación. La institución está trabajando arduamente en los estudios de diagnóstico para ayudar a los países a maximizar el impacto del financiamiento climático.
En el Cónclave sobre Capital Humano del Banco Mundial se puso de relieve la importancia de invertir en capital humano para llevar adelante una recuperación verde, resiliente e inclusiva. En un momento en que trabajamos para recuperarnos de la pandemia mundial, me dio gusto hablar sobre la necesidad de invertir en las personas y de lograr eficiencia en el gasto y una buena gestión de gobierno.
Por otro lado, fue un placer recibir a la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva (i), con quienes debatimos ampliamente sobre el camino que conduce "hacia un futuro verde, resiliente e inclusivo". Analizamos la urgencia con la que se debe abordar el cambio climático, la necesidad de generar mayor resiliencia en la recuperación mundial y las medidas que están adoptando Estados Unidos, el FMI y el GBM en respuesta a la crisis de la COVID-9.
Durante la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de los Bancos Centrales del G-20 (i) felicité a Italia por utilizar la presidencia del grupo para apoyar a los países más vulnerables. En mi alocución, describí las medidas que adoptamos en relación con el cambio climático, la deuda y los recursos que necesitan los países en desarrollo para trabajar en su reconstrucción.
Abordar las cargas insostenibles de la deuda de los países en desarrollo es una prioridad clave para el GBM, por lo que me dio gusto recibir a la ministra de Finanzas de Angola, Vera Daves de Sousa; a la directora gerente de Citi, Julie Monaco, y al director general de Save the Children, Kevin Watkins, quienes participaron en un interesante panel sobre las formas de "repensar la deuda".
El GBM tiene el compromiso de trabajar por el desarrollo sostenible, y en el evento que organizamos sobre transiciones verdes, tuve el agrado de recibir al enviado especial del presidente de EE. UU. para el Clima, John Kerry; a la ministra de Finanzas de Indonesia, Sri Mulyani Indrawati, y a la directora gerente y directora general del Grupo Macquarie, Shemara Wikramanayake, con quienes mantuvimos una excelente discusión sobre las prioridades en el área del cambio climático, entre ellas, el financiamiento de la infraestructura necesaria para lograr una menor intensidad de las emisiones de carbono. En los dos años que llevo como presidente del GBM, generamos el mayor volumen de inversiones climáticas de toda la historia de nuestra institución, y vamos camino a alcanzar aún más.
La distribución de vacunas en los países en desarrollo será clave para la recuperación de todo el mundo. En el evento titulado "Las vacunas para los países en desarrollo", que formó parte de nuestras Reuniones de Primavera, señalé la importancia de incrementar la transparencia en los acuerdos de contratación para ampliar la producción de vacunas y el acceso de los países en desarrollo a ellas. Quiero expresar mi agradecimiento al papa Francisco; al director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus; a la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala; a la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henriette Fore; al director general de la Alianza para las Vacunas (GAVI), Seth Berkley, y a todos los que participaron en el evento.
Me dio gusto cerrar la semana con una charla (i) con el Comité para el Desarrollo. Dado que constituye el principal foro en el que tanto los Gobiernos de los países desarrollados como en desarrollo, los países acreedores y los prestatarios se reúnen para abordar principalmente los temas de desarrollo y las necesidades de recursos de los países en desarrollo, la función que desempeña este órgano es única y verdaderamente esencial para el trabajo de reconstrucción tras la pandemia de COVID-19. En mis observaciones, subrayé la importancia de abordar la sostenibilidad y la transparencia de la deuda, hablé sobre las vacunas contra la COVID-19 y señalé la necesidad de establecer estrategias a largo plazo que ayuden a los países a lograr un desarrollo verde, resiliente e inclusivo.
Durante nuestras Reuniones de Primavera, tuve el agrado de reunirme en encuentros bilaterales con diversos líderes, entre ellos, los siguientes:
- Taro Aso, vice primer ministro y ministro de Finanzas de Japón (i)
- Jin Liqun, presidente del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (i)
- Dr. Gebreil Ibrahim Mohamed, ministro de Finanzas y Planificación Económica de la República del Sudán (i)
- Dominic Raab, secretario de Relaciones Exteriores y primer secretario de Estado del Reino Unido (i)
- Arturo Herrera, secretario de Hacienda y Crédito Público de México (i)
- Dra. Zainab Shamsuna Ahmed, ministra de Finanzas, Presupuesto y Planificación Nacional de Nigeria (i)
- Liu Kun, ministro de Finanzas de China (i)
- Mohammed Benchaaboun, ministro de Economía, Finanzas y Reforma de la Administración del Reino de Marruecos (i)
- Paulo Guedes, ministro de Economía de Brasil (i)
Tuve también el gusto de reunirme con los ministros de Finanzas, Planificación y Desarrollo Económico de África (i); los ministros y gobernadores del Grupo de los Veinticuatro (G-24) (i); el Comité de Bretton Woods (i); los ministros de Finanzas y gobernadores de los Bancos Centrales del G-7 (i); la Coalición de Ministros de Finanzas para la Acción Climática (i), y otros.
Por último, quisiera dar las gracias a Kristalina Georgieva como titular del FMI, entidad con la que organizamos las Reuniones de Primavera. Nuestras instituciones mantienen una colaboración constante, estrecha y sólida en iniciativas referidas a la deuda, el clima y otras cuestiones clave, y nuestro personal continuará trabajando en conjunto para lograr una recuperación global verdaderamente resiliente.
Agradezco mucho a todo nuestro personal y a nuestros asociados, que unieron esfuerzos para hacer de las Reuniones de Primavera de este año un evento informativo y productivo. Estoy seguro de que mientras trabajamos en la reconstrucción, podremos generar juntos una recuperación que garantice un aumento amplio y duradero de la prosperidad en todo el mundo, especialmente para los más pobres y vulnerables.
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