Leer es la vía para aprender. Sin embargo, demasiados niños crecen sin la oportunidad de desarrollar las habilidades de aprendizaje básicas que necesitan. En los países de ingreso bajo y mediano, siete de cada 10 niños (i) no pueden entender un texto sencillo a los 10 años (una situación que denominamos “pobreza de aprendizajes” [i]). Podemos y debemos tomar medidas, y ¿en qué mejor momento que el Día Internacional de la Alfabetización?
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Alfabetización de este año, queremos destacar una selección de herramientas del Banco Mundial que se pueden utilizar para ampliar las oportunidades de leer de los niños. Estas herramientas prácticas están disponibles en línea, son gratuitas y se pueden adaptar fácilmente a las necesidades de distintos niños y contextos. Se encuentran organizadas en tres categorías: materiales de enseñanza y aprendizaje, adquisición y distribución de libros, y participación de los padres y cuidadores.
Materiales de enseñanza y aprendizaje
Aprender a leer es un proceso complejo que requiere apoyo en el hogar, instrucción en la escuela y oportunidades para practicar en cualquier lugar. Para convertirse en lectores, los niños necesitan el apoyo y el aliento de sus padres y cuidadores, acceso a numerosos y diversos libros, e instrucción efectiva en alfabetización en la escuela en los idiomas que los niños saben.
El compendio de planes de lecciones estructuradas (i) proporciona un conjunto de recursos para apoyar el fortalecimiento de la enseñanza de la lectura. Estos se basan en evidencias sobre la ciencia de la lectura, e incluyen orientación sobre la instrucción en alfabetización (i) y el desarrollo de programas de lectura en los primeros cursos (i), y una colección de materiales de enseñanza y aprendizaje para los primeros grados (i).
La Red de Recursos para el Aprendizaje Temprano (ELRN) (i) ayuda a quienes trabajan en la educación a encontrar libros y materiales didácticos infantiles con licencias abiertas (i) en idiomas que los niños saben para los programas de alfabetización básica y de conocimientos básicos de aritmética. Contiene miles de libros de alta calidad que son fáciles de adaptar y listos para imprimir a gran escala (y cada día se agregan más recursos, libros e idiomas).
El manual Read@Home (también disponible en inglés, francés, portugués y árabe) proporciona una orientación cabal sobre el proceso de elaboración y distribución de libros. En el documento se describe la base empírica que respalda la lectura en el hogar y proporciona una guía práctica paso a paso sobre cómo identificar y seleccionar materiales de lectura de calidad apropiados para la edad, diseñar y brindar apoyo para involucrar a los padres y cuidadores en las actividades de lectura, y monitorear y evaluar los esfuerzos de distribución de libros.
Participación de los padres y cuidadores
El proceso de aprender a leer comienza en el hogar, mucho antes de que los niños vayan a la escuela. Los padres y las comunidades son los primeros maestros de los niños, y actividades como hablarles, contarles cuentos y rimas, hacerles preguntas y leerles son los componentes básicos del desarrollo del lenguaje infantil.
El paquete para la participación de padres y cuidadores (i) es un conjunto completo y adaptable de materiales que se pueden utilizar para apoyar e incentivar la labor de los padres en las actividades de lectura, independientemente de sus propios niveles de alfabetización. El contenido está disponible en diversos formatos, como animaciones, recursos radiales y videos de demostración.
Adquisición y distribución de libros
La adquisición y distribución eficiente, asequible y confiable de libros es esencial si queremos que los libros estén disponibles para todos los niños.
Los sistemas educativos obtienen libros de texto, guías para los maestros y libros para practicar la lectura mediante procesos de adquisiciones internacionales o nacionales. La red ELRN proporciona amplia orientación y herramientas para llevar a cabo adquisiciones de bajo costo, transparentes y eficientes (i), como recursos sobre licencias, seguros y derechos de autor.
Ya sea que se trate de un libro de texto escolar, una guía para los maestros o un libro para practicar la lectura, es fundamental que los materiales de enseñanza y aprendizaje arriben al destino previsto y lleguen a las manos de los niños. La aplicación Track and Trace (i) de Read@Home, disponible gratuitamente en la red ELRN, permite a los Gobiernos y asociados monitorear los libros desde los puntos de producción hasta las escuelas y comunidades, y poder detectar y resolver cualquier problema que surja en el camino.
La calculadora de costos de impresión (i) de la red ELRN está diseñada para estimar cuánto cuesta imprimir los libros (incluidos los libros de texto, las guías para maestros y los libros para practicar la lectura) dirigidos a programas de alfabetización básica, útiles para las escuelas, los niños y sus familias. Esta herramienta permite a los Gobiernos y los asociados en la tarea del desarrollo tomar decisiones sobre los tipos y las cantidades de libros que pueden costear con su presupuesto de impresión.
El enfoque del Banco Mundial
El Banco Mundial ha adoptado un enfoque práctico y colaborativo para poner fin a la pobreza de aprendizajes. Como la mayor fuente de financiamiento externo para la educación en los países de ingreso bajo y mediano, otorga a los países recursos técnicos y financieros para garantizar que los niños estén preparados para la escuela, los maestros tengan la formación adecuada, los estudiantes cuenten con acceso a materiales didácticos, las escuelas sean seguras e inclusivas, y los sistemas educativos estén bien administrados.
La iniciativa Read@Home (i) aborda aspectos clave de este desafío, proporcionando a los niños acceso a materiales de lectura para desarrollar habilidades de lectura y escritura. Read@Home está trabajando, hasta la fecha, con los Gobiernos y otros asociados en 18 países para ampliar el acceso a materiales de lectura y aprendizaje de calidad, aumentar la eficacia en función de los costos de la adquisición y distribución de libros, y apoyar a los padres y cuidadores de los hogares más vulnerables para que ayuden a sus hijos a aprender.
El Banco Mundial trabaja estrechamente con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef); la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); el Ministerio de Relaciones Exteriores, del Commonwealth y de Desarrollo del Reino Unido (FCDO); la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Fundación Bill y Melinda Gates y la Alianza Mundial para la Educación (GPE) en la Coalición para Promover el Aprendizaje Básico (i), una asociación que aboga por la educación y proporciona apoyo técnico con el fin de garantizar los conocimientos fundamentales. La institución trabaja con estos asociados para impulsar y respaldar el Compromiso para la Acción sobre el Aprendizaje Básico, una red mundial de países que se ha comprometido a reducir a la mitad, para 2030, la proporción mundial de niños que no pueden leer ni comprender un texto sencillo a los 10 años.
La pobreza de aprendizajes constituye una crisis, pero no debería ser una cadena perpetua. Es importante asegurar que todos los niños tengan la oportunidad de crecer y convertirse en lectores y estudiantes.
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