Mariana Lozzi / World Bank Group
Los servicios financieros, como los pagos, las cuentas de ahorro y el crédito, impulsan el desarrollo y ayudan a las personas a salir de la pobreza al facilitar las inversiones en la salud, la educación y las empresas. Dada la variedad de beneficios potenciales, la base de datos Global Findex 2021 proporciona noticias positivas poco frecuentes sobre el crecimiento tanto en la titularidad de cuentas como en el uso de servicios financieros durante un turbulento ejercicio económico.
La última edición de la base de datos Global Findex (i) se recopiló durante la pandemia de COVID-19, y los datos obtenidos permitieron actualizar los indicadores de inclusión financiera que se habían registrado en 2011, 2014 y 2017. Consulte los resultados completos en el informe de la base de datos Global Findex 2021 (i).
A continuación, le presentamos un avance de las cinco principales conclusiones:
1. A nivel mundial, el 76 % de los adultos tenía una cuenta, y el 71 % de los adultos que viven en las economías en desarrollo.
En 2021, el 76 % de los adultos en todo el mundo tenía una cuenta en una institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil, lo que marca un aumento en relación con el 51 % que se registraba en 2011. La tenencia de cuentas en las economías en desarrollo creció del 63 % al 71 % en los últimos años gracias al aumento del acceso en docenas de economías en desarrollo y en marcado contraste con el crecimiento observado entre 2011 y 2017, que tuvo lugar principalmente en China o India. En África subsahariana, el dinero móvil fue el principal factor que impulsó los aumentos en la titularidad de cuentas.
2. La brecha de género en la titularidad de cuentas se redujo por primera vez en la última década.
En 2021, se observó que la brecha de género en los países en desarrollo, que llevaba mucho tiempo estancada, bajó de 9 puntos porcentuales a 6 puntos porcentuales. Ahora, los datos muestran que el 74 % de los hombres de las economías en desarrollo tenían una cuenta, en comparación con solo el 68 % de las mujeres. A nivel global, el 78 % de los hombres y el 74 % de las mujeres tenían una cuenta, lo que representa una brecha de género de 4 puntos porcentuales.
3. La pandemia de COVID-19 aceleró la adopción de los servicios financieros digitales.
La pandemia de COVID-19 y las restricciones relacionadas con el distanciamiento social aceleraron la adopción de los pagos digitales. Por ejemplo, más de 80 millones de adultos en India y más de 100 millones de adultos en China hicieron su primer pago digital a comercios minoristas, ya sea en línea o en una tienda, después del inicio de la pandemia. En las economías en desarrollo, incluso sin contar a China, el 20 % de los adultos (720 millones) hicieron un pago digital a un comercio minorista en 2021.
4. Casi la mitad de los adultos de las economías en desarrollo pudo acceder a dinero para emergencias dentro de los 30 días posteriores al surgimiento de un gasto imprevisto, y alrededor de dos tercios de los adultos estaban muy preocupados por, al menos, una fuente de tensión financiera.
Solo un poco más de la mitad de los adultos pudo acceder a dinero para emergencias en un plazo de 30 días sin grandes dificultades. La fuente más común fueron los amigos y familiares para el 30 % de los adultos de las economías en desarrollo, aunque casi la mitad de ellos expresó que el dinero sería difícil de conseguir.
Asimismo, las personas informaron qué problema financiero les genera la mayor preocupación: alrededor del 50 % de los adultos en las economías en desarrollo siente mucha preocupación, en particular, por cubrir los gastos de atención médica en el caso de tener un accidente o una enfermedad grave. En lo que respecta a las preocupaciones comunes en las economías de ingreso alto, 1 de cada 5 adultos (el 20 %) siente mucha preocupación por el pago de la atención médica y una proporción similar (el 21 %) está muy preocupada por sus finanzas durante la vejez.
5. Los proveedores de servicios financieros, los Gobiernos y los empleadores privados podrían mejorar el acceso a los servicios financieros para 1400 millones de adultos no bancarizados.
La base de datos revela una serie de oportunidades para ampliar el acceso de las personas no bancarizadas, sobre todo, al aprovechar los pagos digitales. Millones de adultos no bancarizados recibieron pagos en efectivo en concepto de salarios, transferencias del Gobierno o pagos por la venta de productos agropecuarios. Alrededor de 85 millones de esos adultos no bancarizados aún recibe pagos en efectivo por parte del Gobierno. Digitalizar algunos de esos pagos podría resultar más económico y también podría reducir el nivel de corrupción del Gobierno, al tiempo que se incorpora a los beneficiarios al sistema financiero formal. Contamos con pruebas de que esta iniciativa funciona: según la encuesta de Global Findex 2021, 865 millones de titulares de cuentas de las economías en desarrollo abrieron su primera cuenta en una institución financiera con el fin de recibir un pago en efectivo del Gobierno.
La inclusión financiera se ha convertido en una piedra angular para las iniciativas de ayuda a corto plazo y de recuperación sostenible desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Pero aún quedan desafíos. Mientras tratamos de salir de la pandemia y los Gobiernos intentan consolidar el impulso y ampliar el acceso a los servicios bancaros digitales, las políticas deben tener en cuenta la protección de los grupos más vulnerables, como las mujeres, las personas pobres y aquellas con un grado de instrucción bajo o un nivel limitado de conocimientos financieros.
Visite nuestro sitio web (i) para obtener más información acerca de la base de datos Global Findex 2021 y acceder a resúmenes traducidos al árabe, francés y español; además, puede explorar los datos usted mismo por medio de nuestro panel de datos, las visualizaciones interactivas y el banco de datos. ¡Asegúrese de seguir nuestra cuenta en Twitter: @GlobalFindex!
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