Después de repuntar a una cifra estimada de 5,5 % en 2021, se prevé que el crecimiento mundial se desacelerará marcadamente en 2022, hasta llegar a 4,1 % , como reflejo de los continuos brotes de COVID-19, la disminución del apoyo fiscal y los persistentes cuellos de botella en las cadenas de suministro.
Aunque se proyecta que la producción y la inversión en las economías avanzadas volverán a las tendencias previas a la pandemia el próximo año, en los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED) se mantendrán muy por debajo de lo previsto, debido a las tasas de vacunación más bajas, las políticas fiscales y monetarias más restrictivas y las secuelas de la pandemia más duraderas.
Diversos riesgos de deterioro de la situación opacan las perspectivas, entre ellos las perturbaciones económicas simultáneas provocadas por la variante ómicron, los nuevos cuellos de botella en las cadenas de suministro, un desanclaje de las expectativas inflacionarias, el estrés financiero, los desastres relacionados con el clima y un debilitamiento de los factores que impulsan el crecimiento a largo plazo. Debido a que los MEED tienen un escaso espacio normativo para proporcionar apoyo adicional de ser necesario, estos riesgos de deterioro de la situación aumentan la posibilidad de un aterrizaje brusco.
Esto subraya la importancia de fortalecer la cooperación mundial para promover una distribución rápida y equitativa de las vacunas, calibrar las políticas sanitarias y económicas, mejorar la sostenibilidad de la deuda en los países más pobres y hacer frente a los crecientes costos del cambio climático.
1. Se prevé que el crecimiento mundial se desacelerará en 2022 y 2023
Contribuciones de las principales economías al crecimiento mundial
El crecimiento mundial se desacelerará considerablemente a medida que el repunte inicial del consumo y la inversión se desvanece y las medidas de apoyo macroeconómico se retiran. Gran parte de la desaceleración mundial en el horizonte previsto corresponde a las principales economías, lo que también afectará la demanda en los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED).
2. Se prevé que los MEED experimentarán una recuperación más débil que las economías avanzadas.
Desviación de la producción respecto a las tendencias previas a la pandemia
A diferencia de las economías avanzadas, se espera que la mayoría de los MEED sufrirán considerables secuelas en la producción como consecuencia de la pandemia, y que las trayectorias de crecimiento no serán lo suficientemente sólidas para que la inversión o la producción vuelvan a las tendencias previas a la pandemia hasta el final del período de proyección de 2022-23.
3. Tras un repunte sorpresivo en 2021, se espera que la inflación mundial siga siendo elevada este año.
Previsiones de Consensus de la inflación media
El repunte de la actividad mundial, junto con las interrupciones en las cadenas de suministro y los mayores precios de los alimentos y la energía, han empujado al alza la inflación general en muchos países. Más de la mitad de los MEED que establecen metas de inflación experimentaron una inflación superior a sus objetivos en 2021, lo que llevó a los bancos centrales a aumentar las tasas de interés. Los pronósticos de Consensus anticipan que la inflación mundial media seguirá siendo elevada en 2022.
4. Las graves perturbaciones económicas impulsadas por la propagación rápida y simultánea de la variante ómicron son un riesgo clave para el crecimiento a corto plazo.
Posibles resultados de crecimiento impulsados por la variante ómicron para 2022
La desaceleración del crecimiento mundial entre 2021 y 2022 podría ser más pronunciada si la rápida propagación de la variante ómicron satura los sistemas de salud y hace que se vuelvan a imponer estrictas medidas de control de la pandemia en las principales economías. Las perturbaciones económicas causadas por dicha variante podrían reducir aún más el crecimiento mundial este año —de 0,2 a 0,7 puntos porcentuales—, dependiendo de los supuestos subyacentes. Las alteraciones asociadas también podrían empeorar los cuellos de botella en las cadenas de suministro y exacerbar las presiones inflacionarias.
5. Se precisará cooperación mundial y políticas nacionales eficaces para hacer frente a los graves costos asociados con los desastres meteorológicos y climáticos.
Pérdidas económicas derivadas de desastres meteorológicos y climáticos
Graves desastres naturales y acontecimientos relacionados con el clima podrían también frustrar la recuperación en los MEED. Se necesita cooperación mundial para acelerar los avances hacia la consecución de los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático y para reducir los costos económicos, sanitarios y sociales del cambio climático, muchos de los cuales son soportados de manera desproporcionada por las poblaciones vulnerables.
La comunidad internacional puede ayudar también ampliando las iniciativas de adaptación al cambio climático, incrementando las inversiones verdes y facilitando una transición hacia energías menos contaminantes en numerosos MEED. Las medidas de políticas nacionales pueden adaptarse para promover inversiones en energía renovable e infraestructura y para fomentar el desarrollo tecnológico. Además, los responsables de formular políticas pueden priorizar reformas destinadas a estimular el crecimiento que aumenten la preparación para futuras crisis relacionadas con el clima.
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Video: Economías en desarrollo: ¿en riesgo de un aterrizaje brusco?
Sitio web: Perspectivas Económicas Mundiales
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