El concepto más importante en el término “políticas públicas” es “el público”, es decir las personas afectadas por las decisiones de los encargados de formular las políticas.
Pero, ¿quiénes son estas personas? ¿Y cuáles son los temas que más les importan? Las políticas evolucionan a medida que las preocupaciones de las generaciones cambian en el tiempo. Independientemente de si usted forma parte de la generación X, Y o Z, las personas desean las mismas cosas: prosperidad y dignidad, igualdad de oportunidades, justicia y seguridad.
Hoy en día, todos nosotros tenemos acceso a información de manera instantánea a través de los teléfonos inteligentes. Sin embargo, es irónico que el mayor acceso a la información no ha redundado en que las personas tengan una mentalidad más abierta. Al contrario, ha llegado a ser mucho más fácil confirmar las suposiciones y estereotipos que uno tiene, filtrando a los que están del otro lado. Se necesita un mayor esfuerzo para cruzar las líneas que dividen a las personas y entender a aquellos con los que no estamos de acuerdo.
Esto juega a favor de los populistas, quienes alzan la voz, quienes ven todos los problemas en blanco y negro, quienes explotan los miedos y ofrecen soluciones mágicas a problemas complejos. Esto hace que el trabajo de los responsables de formular las políticas sea mucho más difícil.
Ello significa que su ‘público’ es más impaciente y que las personas se enojan con mayor facilidad, porque sus expectativas son altas y quieren que se obtengan resultados con la misma rapidez que se envía y se recibe un mensaje instantáneo.
Entonces, ¿qué necesita saber usted para convertirse en una buena autoridad encargada de formular las políticas?
- Primero, tiene que comprender que no puede negociar la competencia técnica para tomar decisiones con conocimiento de causa. Esto, junto con el buen criterio, le puede ayudar a entender mejor las concesiones, las ventajas y las desventajas de sus decisiones. Pero, sobre todo, le permite identificar a quiénes ganan y a quiénes pierden y saber cómo abordar sus problemas.
- Esté preparado para hacer concesiones. Tiene que entender que incluso si cree que sus políticas son buenas, no todos se beneficiarán con ellas de manera inmediata. Esto es válido para todos los países, sin importar si se trata de un país rico, de ingreso mediano o de ingreso bajo, y afecta las vidas de las personas de maneras muy concretas. El que sus políticas tengan sentido y los números aumenten no significa que funcionen. De hecho, usted observará que en raras ocasiones en la vida puede elegir entre la primera y la segunda mejor opción. A veces, incluso la tercera mejor alternativa está fuera de su alcance.
- En algún momento, la opción menos mala puede ser todo lo que tenga. Cuando era ministra de Finanzas, Indonesia, (i) como muchos otros países, fue afectada por la crisis financiera mundial. Los precios de los productos básicos cayeron, y el país en su calidad de productor de petróleo y siendo una economía abierta estuvo a punto de sufrir un colapso económico. Funcionarios corruptos y grupos de interés poderosos se beneficiaron de la situación y trataron de socavar todos los esfuerzos encaminados a realizar reformas en nuestro país y restablecer la confianza. Es claro que no todos los problemas tienen esta misma magnitud, pero la realidad a menudo es muy distinta de lo que encontramos en los libros de estudio. La realidad está repleta de personas con emociones, expectativas, actitudes e intereses en pugna; y no todas ellas respaldan una reforma sustancial.
- Sea inclusivo y transparente. Para responder a estas preguntas, usted y su equipo requieren tener acceso a los mejores conocimientos especializados. Las personas necesitan sentarse a la mesa. Ellas merecen respeto y dignidad, y sus voces tienen que ser oídas. Recuerde que sin ellas, usted no podrá obtener resultados legítimos. En el campo de las políticas públicas, y más aún en una posición de liderazgo, su éxito se define únicamente por cómo les va a las personas que son afectadas por su trabajo. El éxito de ellas es el éxito de usted.
- Muestre capacidad de liderazgo. Necesita mostrar empatía y realmente entender lo que las personas sienten y piensan. Necesita ser capaz de convencerlas que las reformas son necesarias y que es posible que den buenos resultados. Necesita actuar con valentía y convicción, con dedicación, y animado por un fuerte sentido de la integridad.
- Finalmente, siempre elija lo que sea mejor para el interés público. Esto, en última instancia, lo convertirá en un mejor ser humano también. A veces, no todos valorarán sus decisiones. Algunos quizás malinterpretarán las medidas que usted adopte. Y otros incluso las podrían tergiversar.
Pero si actúa con total integridad y sin poner en riesgo la imparcialidad, y si actúa con honestidad, humildad y muestra respeto por la dignidad de las personas, usted siempre saldrá ganando.
Independientemente de que se desempeñe en un organismo público, una empresa privada, una ONG o una organización de la sociedad civil —y sin importar que sea un profesional que está recién empezando, un profesional de nivel medio o un ejecutivo— no existe nada capaz de vencer a la integridad y el valor de su dignidad.
Este blog se basa en el discurso de Sri Mulyani Indrawati, (i) pronunciado el 21 de mayo de 2016 durante la ceremonia de graduación de la Escuela Batten de Políticas Públicas y Liderazgo de la Universidad de Virginia.
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