¿Las mujeres trabajan detrás del volante? No en todas partes … aún

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A partir de este mes, unos 9 millones de mujeres (i) podrán conducir vehículos en Arabia Saudita, luego del histórico anuncio efectuado en septiembre del año pasado por el que se levantó la prohibición de manejar a las mujeres. A menudo, la atención internacional se ha centrado en la prohibición de conducir a las mujeres en ese país, pero se suele pasar por alto el hecho de que en varios otros países las mujeres están legalmente inhabilitadas para trabajar como conductoras en ciertas circunstancias. En el informe Mujer, Empresa y el Derecho 2018 (PDF) publicado recientemente por el Banco Mundial se señala que en 19 países existe una restricción legal al empleo de mujeres en el sector de transporte en las mismas condiciones que los hombres 

En países como Belice, Dominica y Nigeria, las mujeres no pueden trabajar en el transporte de mercaderías o de pasajeros en horario nocturno, un probable vestigio de leyes coloniales basadas en convenios obsoletos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En países como la Federación de Rusia, Belarús, Kazajstán y Uzbekistán, numerosos empleos en el sector de transporte están vedados para las mujeres. Si en esos países una mujer quiere ser conductora de trenes, camiones, autobuses o trenes metropolitanos, puede descubrir que la ley se lo impide por el solo hecho de ser mujer. 
 
¿Por qué son necesarias las reformas? 
 
A nivel internacional, se reconoce que las leyes que restringen el empleo de las mujeres constituyen una afrenta a los derechos humanos. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y el Convenio relativo a la Discriminación en Materia de Empleo y Ocupación de la OIT describen los principios de no discriminación en el empleo y libre elección del tipo de profesión y empleo. 
 
Aparte de los fundamentos tradicionales relativos a los derechos humanos, hay abundantes evidencias de que ese tipo de leyes está retrasando el crecimiento económico y perjudicando a las empresas. En el informe Mujer, Empresa y el Derecho 2018 (PDF) se señala que en los lugares donde la legislación impone restricciones al empleo de las mujeres, son menos las mujeres que trabajan y la disparidad salarial por razón de género es mayor.  

En el caso de Arabia Saudita, la motivación del Gobierno para introducir esta histórica reforma normativa es, en parte, económica. Según el periódico The New York Times, (i) las autoridades sauditas esperan que la nueva política beneficie a la economía mediante el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo: en Arabia Saudita, solo el 22 % de las mujeres forma parte de la fuerza laboral, en comparación con el 79 % de los hombres. (i) Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta si se les permitirá trabajar como conductoras profesionales. 
 
También existen sólidas justificaciones comerciales para contratar mujeres en el sector de transporte. Mejorar el equilibrio de género puede ayudar a las empresas del rubro a satisfacer sus necesidades de personal, asegurándose de no pasar por alto a la mitad de la población en sus prácticas de contratación. Igualmente, puede mejorar los servicios al cliente, al poner a hombres y mujeres en funciones de atención de público, como la conducción, además de mejorar su imagen pública: las empresas con una proporción más equilibrada de hombres y mujeres pueden proyectar una imagen más progresista y, además, representativa de su base de clientes. 

Se avecinan cambios 
 
Lo alentador es que se esperan más reformas. En diciembre de 2015, Ucrania derogó (i) una regulación de la era soviética que prohibía a las mujeres conducir camiones, trenes, locomotoras, tranvías y ciertos tipos de autobuses, y desempeñarse en aproximadamente otros 450 empleos. Y recién en abril (en ruso) de este año, el Ministerio de Trabajo de la Federación de Rusia emitió un proyecto de regulación (PDF, en ruso) para reemplazar posiblemente la Resolución n.o 162 del año 2000, (en ruso) que prohíbe a las mujeres trabajar en 456 profesiones. En virtud de dicho proyecto, el listado de empleos prohibidos se reduce a 35 categorías. Cabe señalar que la lista no incluye a las conductoras de camiones, conductoras de trenes ni conductoras de autobuses. 
 
En realidad, los Gobiernos están observando que la participación igualitaria de las mujeres en el sector de transporte puede ser ventajosa para todos. Las empresas del sector están comenzando a darse cuenta de que la desigualdad de género tiene efectos negativos en los servicios al cliente, la generación de ingresos y la eficiencia de sus operaciones. Al mismo tiempo, la eliminación de las restricciones legales es solo un primer paso, que debe ir acompañado de una serie de medidas para derribar otras barreras tal vez menos visibles, pero profundamente arraigadas, que impiden el acceso de las mujeres a puestos de trabajo en el sector. Esas medidas consisten en abordar los estereotipos de género, que influyen poderosamente en las decisiones de educación que toman tanto las mujeres como los hombres y que consideran el oficio de conductor como una ocupación “masculina”, así como las cuestiones de salud y seguridad en el lugar de trabajo. Para mantener el impulso, es importante continuar prestando atención a los avances que se están realizando en este ámbito, y poner de relieve los fundamentos económicos, comerciales y relativos a los derechos humanos para que más mujeres trabajen en el sector de transporte. 

Siga en Twitter (@wbg_jobs) al grupo del Banco Mundial dedicado al tema del empleo. 

Autores

Katrin Schulz

Private Sector Development Specialist, World Bank Group

Nato Kurshitashvili

Senior Gender Specialist

Venus Sequeira
30 de Agosto de 2018

Excelente artículo.

ROCÍO JIMÉNEZ LEÓN
30 de Agosto de 2018

El poder de las mujeres, en realidad mueve éste mundo, aunque muchas veces se encuentre solapado.

Eduardo
01 de Septiembre de 2018

No solo es el conducir vehículos de transporte, medios, pesados o de pasajeros, el asunto de fondo va a mi entender mucho mas lejos. Infraestructura, si aunque parezca mentira hay sitios aquí por sudamérica, donde los servicios son escasos, y lugares como puestos de frontera que ni baño tienen, para los viejos conductores(hombres). Imaginense para las mujeres, un árbol como sanitario. Claro, me dirán en algún sitio cercano debe existir el servicio, si a varias cuadras existe el mismo. En algunas empresas por ejemplo permiten el desacople de lo que en mi país llamamos el tractor del remolque y así el conductor puede trasladarse a algún sitio por un baño, una ducha caliente y pernoctar con un poco de seguridad mínima. Lugares donde deberían existir comedores y salas de espera, no existe nada. En Sudamérica ya hay mujeres al volante, desde hace mucho tiempo, y los mismos padecimientos que el sexo masculino. Soy conductor de camiones retirado. Lo que escribi no me lo contaron, lo viví personalmente. Gracias.

Narcisa Maria del Campo Valle
03 de Septiembre de 2018

En Ecuador, hace varios años las mujeres conducen taxis, la mayoría informales, para completar los ingresos del presupuesto familiar, incluso por tema de seguridad algunas llevan a sus hijos en el vehiculo para sentirse acompañadas y no dejarlos solos en casa.

Savini Silvana
16 de Septiembre de 2018

En Argentina no hay restricciones para que las mujeres manejen autobuses, aunque son pocas las que lo hacen, y no hay muchas líneas que las incorporren.