Publicado en Voces

Proteger para prosperar: Cómo el turismo basado en la naturaleza impulsa el empleo y el crecimiento

Proteger para prosperar: Cómo el turismo basado en la naturaleza impulsa el empleo y el crecimiento Imagen: © Dmitry Pichugin/ stock.adobe.com.

Esa selfi que se tomó en una idílica playa de arena blanca, en un extenso parque o en la cima de una cadena montañosa al atardecer es más que una simple fotografía suya. La imagen refleja la atracción magnética de la naturaleza sobre las personas en todo el mundo, y su papel en el impulso del turismo global.

El sector turístico es un factor vital que promueve el crecimiento económico y actúa como un poderoso motor para la creación de empleo y la reducción de la pobreza. A nivel mundial, el turismo aporta más del 10 % del producto interno bruto (PIB) (i) y respalda la creación de 370 millones de empleos, más de la mitad de los cuales son ocupados por mujeres y jóvenes. Esto convierte al sector en una de las industrias más grandes y de más rápido crecimiento.

Los beneficios económicos del turismo se relacionan con la calidad del medio ambiente. Los turistas evitan a menudo las playas contaminadas, el aire tóxico y los arrecifes de coral sin vida. Los ecosistemas saludables y la biodiversidad, por otro lado, pueden atraer visitantes, y son fundamentales también para los medios de subsistencia sostenibles en un planeta habitable.

Al aprovechar el valor de los paisajes terrestres y marinos, la vida silvestre y el patrimonio natural, el turismo basado en la naturaleza ofrece una gran oportunidad para alinear el desarrollo económico local con los objetivos de conservación y un medio ambiente más limpio que beneficie tanto a la población local como a los turistas. Básicamente, el turismo basado en la naturaleza puede lograr beneficios por partida triple: protege la biodiversidad, crea puestos de trabajo significativos y genera sólidos beneficios económicos.

No se trata de un nicho en el sector turístico. El turismo basado en la naturaleza atrae alrededor de 8000 millones de visitantes anuales a zonas protegidas, que abarcan el 17 % de la tierra y el 8 % de las áreas marinas del mundo. Estas visitas generan beneficios económicos sustanciales: por cada dólar que gastan los turistas los ingresos de los hogares locales aumentan de aproximadamente USD 2 a USD 5.

En muchos países, el turismo basado en la naturaleza constituye una proporción significativa del empleo total (i). En 2018, por ejemplo, representó el 8 % del empleo total en Uganda, y las estimaciones indican que podría crear el 10 % del total de puestos de trabajo en la República Democrática Popular Lao. Incluso las inversiones más pequeñas pueden tener un impacto enorme. Por ejemplo, el financiamiento por valor de USD 352 000 en el Parque Nacional Marino Nosy Tanikely de Madagascar generó beneficios económicos de USD 23,2 millones para las comunidades circundantes.

Muchos de estos empleos son de alta calidad y se focalizan en los trabajadores rurales, lo que ayuda a los países a diversificar los ingresos en las zonas no urbanas, involucrar de manera significativa a las comunidades locales y crear mayores incentivos para la conservación y la gestión de los riesgos ambientales. Los países en desarrollo aprovechan cada vez más esta tendencia invirtiendo en sus activos naturales, fortaleciendo las instituciones y promoviendo una fuerza laboral calificada.

Para ayudar a acelerar estas oportunidades, el Grupo Banco Mundial ayuda a los países a adoptar un enfoque integrado que une la conservación, las comunidades y el capital (i). Por ejemplo, en la República Democrática Popular Lao, Amphai Mookchantai, la joven propietaria del hotel Phosy Thalang, recibió apoyo para modernizar las instalaciones y ampliar los servicios que proporcionan sus guías y equipo en el Parque Nacional Nakai Nam Theun contiguo. Esto le permitió duplicar su actividad comercial. A través de tales inversiones, los emprendedores y las empresas locales pueden desarrollar y mejorar los productos turísticos respetuosos de la conservación.

Sin embargo, queda mucho más por hacer. Aunque el potencial del turismo basado en la naturaleza es inmenso, muchos países enfrentan obstáculos importantes, en particular cuando se trata de crear bases normativas adecuadas, atraer inversión privada y gestionar el capital natural y otros activos.

Otro aspecto clave de la inversión en la naturaleza se refiere a la inversión en las personas. Los programas de educación y capacitación profesional impulsados por el mercado son esenciales para generar una fuerza laboral calificada que pueda satisfacer la creciente demanda de experiencias turísticas de alta calidad basadas en la naturaleza.

La interacción temprana con el sector privado también es crítica, y se debe complementar con una reforma regulatoria bien pensada. Este enfoque garantiza que las inversiones públicas estén alineadas con la demanda del mercado, al tiempo que se proporciona a las empresas normas estables y transparentes necesarias para invertir con confianza y gestionar las operaciones de manera sostenible.

La contaminación y la degradación ambiental también están menoscabando gravemente las oportunidades en el sector turístico. A medida que los países desarrollan la actividad turística, son cada vez más conscientes de que el capital natural no puede subestimarse. Las políticas y prácticas eficaces para mitigar los riesgos ambientales desempeñan un papel esencial en este camino.

Si bien el turismo basado en la naturaleza es solo una parte de la estrategia turística más amplia de un país, debe desarrollarse en conjunto con otros sectores, incluido el turismo cultural y patrimonial. Juntos, estos elementos interconectados pueden dar lugar a un sector más equilibrado y sostenible, que empresarios como Amphai ya están ayudando a desarrollar.

La historia de Amphai se puede repetir. Para liberar plenamente el potencial del turismo basado en la naturaleza, los responsables de formular políticas, los líderes del sector privado, las comunidades y los asociados en la tarea del desarrollo deben unirse y establecer alianzas sólidas que amplíen las oportunidades, aumenten el impacto y garanticen que la naturaleza sea un motor del desarrollo inteligente e inclusivo.


Juergen Voegele

Vicepresidente de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial

Únase a la conversación

Este contenido no se mostrará públicamente
Caracteres restantes: 1000