El sector manufacturero ha sido el medio más seguro para reducir la pobreza y crear buenos empleos en las economías de ingreso bajo y mediano. No obstante, las naciones en desarrollo están reorientando cada vez más su atención hacia el sector de servicios para recuperar terreno frente a los países desarrollados.
¿Funcionará el cambio?
Nuestra investigación (i) muestra que sí, siempre y cuando los países expandan el comercio de servicios, aceleren la adopción de nuevas tecnologías, mejoren las competencias de sus trabajadores y presten especial atención a los servicios que también pueden impulsar la actividad manufacturera.
Los países de todos los niveles de industrialización e ingresos pueden aprovechar las oportunidades transformadoras que se derivan de los servicios. En las últimas tres décadas, el sector de servicios ha crecido más rápido que el de las manufacturas en muchas economías en desarrollo. En 2019, los servicios representaban el 55 % del PIB y el 45 % del empleo en las economías en desarrollo. En las economías desarrolladas, los servicios representan una proporción aún mayor del crecimiento económico: en promedio, el 75 % (i). Pocos países de ingreso bajo y mediano se encontraban entre los 10 principales exportadores mundiales de servicios entre 2005 y 2017.
Las transformaciones económicas impulsadas por los servicios ofrecen nuevas oportunidades de escala, innovación y efectos indirectos semejantes en cuanto al alcance a las que aumentaron la productividad del sector manufacturero en el pasado. La atención a distancia, las sucursales y las franquicias permiten a los proveedores de servicios aprovechar los mercados más grandes y los proveedores que ofrecen servicios digitalmente ya no se limitan a las relaciones directas con sus clientes. Las tecnologías digitales están mejorando los procesos de negocios, introduciendo nuevas características en los productos y creando nuevos mercados. Actualmente, se realiza mucho más investigación y desarrollo en los servicios que en la industria: los macrodatos permiten mejorar los sistemas de transporte y también incentivar a las tiendas minoristas a aumentar sus ofertas.
Un sector de servicios dinámico es, asimismo, cada vez más importante para la competitividad de las manufacturas: los fabricantes agrupan bienes con servicios (como los créditos financieros, la publicidad y las garantías), lo que aumenta el valor para los clientes. A medida que aumenta la demanda de servicios de los sectores manufacturero, agrícola y otros, más trabajadores se benefician del crecimiento.
Los servicios de las tecnologías de la información, profesionales, científicos y técnicos son cada vez más importantes. Estos representan más de la mitad de todas las exportaciones de servicios en Ghana, India, Pakistán y Filipinas , países que ofrecen un grupo de trabajadores de habla inglesa con salarios relativamente bajos. En la actualidad, alrededor del 68 % de todos los trabajadores independientes en línea del mundo reside en países de ingreso bajo y mediano.
Las líneas cada vez menos definidas entre las manufacturas y los servicios están aumentando la competitividad de las exportaciones en muchos países. Este proceso —conocido como “servicificación”— se ilustra en el notable éxito de Amazon Echo, un reproductor de música con inteligencia artificial que también puede cumplir muchas otras funciones, como permitir a los usuarios pedir comestibles usando un control de voz, actuar como asistente personal haciendo un seguimiento del horario del propietario y calculando la duración de un recorrido. El dispositivo es aún más valioso cuando se combina con servicios.
Para los responsables de formular políticas, ya no se trata de apoyar a las manufacturas o los servicios, sino más bien de cómo deben actuar a fin de aprovechar el creciente potencial de los servicios para contribuir a la productividad y el empleo .
Entonces, ¿qué pueden hacer los Gobiernos para aumentar esta fuerza laboral e impulsar la recuperación económica?
En nuestro estudio se recomienda basarse en cuatro esferas: ampliar el comercio de servicios, fomentar la adopción de tecnologías, capacitar a los trabajadores para mejorar sus habilidades y focalizarse en los servicios que proporcionan beneficios a la economía en general de modo de obtener apoyo público.
En primer lugar, reproducir los logros conseguidos en el comercio de bienes para avanzar más en el comercio de servicios, especialmente ampliando el comercio digital .
En segundo lugar, las políticas científicas, tecnológicas e innovadoras deberían centrarse más en los servicios . Las tecnologías digitales amplían el potencial de los servicios incluso más que en las actividades manufactureras y agrícolas. Consideremos, por ejemplo, cuánto ha acelerado la pandemia de COVID-19 el paso al trabajo remoto y la prestación en línea de muchos servicios.
En tercer lugar, fortalecer las habilidades de los trabajadores es esencial para que las personas puedan conseguir empleos más productivos y mejor remunerados . En los países de ingreso bajo y mediano, la creación de empleo suele concentrarse en los trabajos menos especializados, aunque la productividad está aumentando en las ocupaciones altamente cualificadas.
En cuarto lugar, un enfoque de políticas que aborde las limitaciones que enfrentan todas las actividades de una determinada cadena de valor de producción será más fructífero que simplemente escoger industrias manufactureras para llamar la atención. De hecho, facilitar servicios que proporcionan insumos a múltiples industrias puede generar beneficios en gran escala .
Por último, los organismos gubernamentales, las instituciones internacionales y las organizaciones del sector privado deberían priorizar la recopilación de mejores datos para los servicios a fin de permitir un análisis riguroso . Dada la contribución de los servicios al desarrollo, desconocer este programa ya no es una opción.
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