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Según las proyecciones, los precios de los productos básicos disminuirán en 2025, impulsados por la mejora de los suministros, la incertidumbre normativa y la prevista desaceleración del crecimiento económico mundial. Se espera que los precios de la energía experimenten la caída más pronunciada, y que el índice de precios de la energía del Banco Mundial disminuya un 17 % en 2025 y un 6 % adicional en 2026. Después de un modesto aumento del 2,5 % en 2024, se prevé que los precios de los metales y minerales bajarán ligeramente en 2025-26. También se proyecta que los precios agrícolas descenderán de manera gradual: un 1 % en 2025 y un 3 % en 2026.
Los precios de los productos básicos cayeron bruscamente en marzo y abril, anulando los logros que se habían conseguido. Tras el aumento de un 2 % en el primer trimestre de 2025 (trimestre a trimestre), los precios disminuyeron casi un 6 % en abril (mes a mes), y se produjeron descensos generalizados en la mayoría de las categorías, con excepción de los fertilizantes y los metales preciosos. Esta marcada disminución refleja la creciente preocupación acerca de las perspectivas económicas mundiales en medio de una escalada de las tensiones comerciales. Los precios de la energía cayeron un 8 %, impulsados por el fuerte descenso de los precios del petróleo y el gas natural. Por su parte, los precios de los metales bajaron un 7 %, al verse agobiados por las pérdidas generalizadas en los metales industriales. En tanto, los precios agrícolas decrecieron hasta el 1 %, dado que la caída de los precios de los alimentos contrarrestó con creces el aumento de los precios de algunos productos bebestibles.
Los precios del petróleo Brent cayeron a USD 60/barril a principios de mayo —el nivel más bajo de los últimos cuatro años— debido a la creciente preocupación por el debilitamiento de la demanda y el aumento de la oferta. Solo entre el 2 y el 8 de abril, los precios disminuyeron USD 12/barril, al coincidir el temor a una escalada de las tensiones comerciales con un aumento de la producción de la OPEP+ mayor de lo previsto. Según la Agencia Internacional de Energía, las proyecciones indican que el suministro mundial de petróleo aumentará en 1,2 millones de barriles por día en 2025, superando el incremento de la demanda de 0,7 millones de barriles por día. Se pronostica que los precios de la variedad Brent de petróleo crudo alcancen un promedio de USD 64/barril en 2025, una reducción notable en comparación con los USD 81/barril de 2024, y que disminuirán aún más hasta USD 60/barril en 2026. El panorama aún presenta riesgos adversos, en particular si el crecimiento mundial se desacelera aún más o si la OPEP+ aumenta la producción por encima de los niveles actualmente anunciados.
Los precios del gas natural bajaron en abril, aunque las perspectivas siguen siendo dispares. El índice de precios del gas natural del Banco Mundial, que aumentó un 24 % en el primer trimestre, cayó un 14 % en abril de 2025 (mes a mes), luego del anuncio de la aplicación de altos aranceles por parte de Estados Unidos. El descenso fue liderado por el valor de referencia de Estados Unidos (-17 %), seguido de Europa (-12 %) y el gas natural licuado (GNL) de Japón (-1 %). A pesar de la reciente caída, se espera que el índice sea más alto en 2025 y se mantenga en general estable en 2026. Se pronostica que el valor de referencia de Estados Unidos aumentará más del 50 % en 2025 en medio de los bajos inventarios y una fuerte demanda, antes de subir modestamente en 2026. Se prevé que el valor de referencia de Europa crecerá un 6 % este año, respaldado por la reconstrucción de los depósitos de almacenamiento, pero disminuirá un 9 % en 2026 a medida que aumente el suministro de GNL y se modere la demanda. Se observan riesgos de deterioro, ya que la desaceleración del crecimiento mundial y el aumento de la oferta podrían influir en los precios, aunque persisten los riesgos al alza si se acelera la reposición de existencias o si las temperaturas invernales son más bajas de lo previsto.
Los precios agrícolas caen en medio de la mejora de los suministros y las tensiones comerciales. Después de un incremento del 2 % en el primer trimestre de 2025, los precios agrícolas bajaron en abril de 2025 (mes a mes), en medio de la mejora de los suministros y el aumento de las tensiones comerciales. Los precios de los alimentos básicos disminuyeron un 2 % en el primer trimestre de 2025 y continuaron bajando en abril, respaldados por condiciones meteorológicas favorables en América del Sur y las persistentes preocupaciones sobre la demanda mundial. Según las proyecciones, el índice de precios de los alimentos del Banco Mundial descenderá un 7 % en 2025 y disminuirá en 2026, impulsado por los abundantes suministros de cereales y la flexibilización de las restricciones a las exportaciones de arroz procedentes de India. Por el contrario, los precios de las bebidas aumentaron un 16 % en el primer trimestre de 2025, como consecuencia de las alzas históricas de los precios del cacao y el café debido a las perturbaciones climáticas. Se espera que el índice de precios de las bebidas aumente casi un 20 % en 2025, antes de disminuir un 11 % en 2026 a medida que se recupere la producción. Se pronostica que los precios de las materias primas, que se han mantenido relativamente estables en los últimos trimestres, descenderán a lo largo de 2025 y se estabilizarán en 2026. La desaceleración del crecimiento mundial supone un riesgo que entrañaría un deterioro de la situación.
La inseguridad alimentaria persiste a pesar del descenso de los precios. Aunque se prevé que los precios de los alimentos disminuirán en 2025-26, es poco probable que esta caída reduzca de manera significativa la inseguridad alimentaria aguda. Los conflictos en curso en los Estados frágiles y la reducción de la ayuda humanitaria mundial podrían contrarrestar los beneficios de los menores precios. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, aproximadamente 170 millones de personas en 22 países han enfrentado un aumento del hambre aguda entre noviembre de 2024 y mayo de 2025: tres cuartas partes de ellas se concentran en solo ocho países, donde los conflictos siguen siendo el principal factor. La inseguridad alimentaria aguda está más extendida en Nigeria, Sudán, Etiopía, Myanmar, la República Árabe Siria y la República del Yemen.
Los precios de los metales disminuyen al debilitarse las perspectivas de la demanda. Los precios de los metales cayeron un 7 % en abril (mes a mes) tras un modesto aumento en el primer trimestre de 2025, a medida que la escalada de las tensiones comerciales y los nuevos aranceles frenaron fuertemente la demanda, en particular de los metales utilizados en los automóviles y la electrónica. La continua debilidad del sector inmobiliario de China añadió más presión y afectó la demanda de metales como el mineral de hierro y el zinc a pesar de las medidas de estímulo del Gobierno. Sin embargo, se espera que la transición energética en curso, especialmente en China, respalde la demanda de metales como el cobre y el níquel. Según las previsiones, el índice de precios de metales y minerales del Banco Mundial, luego de aumentar un 3 % en 2024, caerá un 10 % en 2025 y otro 3 % en 2026 en medio de la desaceleración del crecimiento mundial.
Los precios del oro alcanzaron un máximo histórico en medio de la incertidumbre mundial. Los precios del oro superaron los USD 3200/onza troy en abril —un máximo histórico— impulsados por la fuerte demanda de refugios seguros en medio de la creciente incertidumbre política, la escalada de las tensiones comerciales y el abandono de otros activos seguros tradicionales. Las compras de los bancos centrales también contribuyeron al repunte, lo que es un reflejo de estrategias más generales para diversificar las reservas. Según las proyecciones, los precios del oro se mantendrán más de un 150 % por encima de su promedio de 2015-19 a lo largo de 2025 y 2026, respaldados por los persistentes riesgos geopolíticos, la volatilidad de los mercados financieros y la acumulación continua por parte de los bancos centrales.
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