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El mundo se enfrenta a una inminente crisis de empleo, pero las ciudades pueden ayudar a resolverla

El mundo se enfrenta a una inminente crisis de empleo, pero las ciudades pueden ayudar a resolverla Trabajadores de la construcción en Nairobi (Kenya). En el sur global, 1200 millones de jóvenes se convertirán en adultos en edad de trabajar en la próxima década. Fotografía: Pexels.

En la próxima década, una cantidad sin precedentes de jóvenes del sur global —1200 millones— llegarán a ser adultos en edad de trabajar. Sin embargo, según las previsiones, el mercado laboral de estos países solo creará 420 millones de puestos de trabajo, lo que dejaría a casi 800 millones de personas sin posibilidades claras de lograr prosperidad.

Por esa razón, el Banco Mundial está redoblando sus esfuerzos a favor de la creación de puestos de trabajo y empleo, no solo como producto secundario de sus proyectos, sino como objetivo explícito de ellos. De cara al futuro, es evidente que el desarrollo urbano tendrá un papel fundamental en ese proceso.

Las ciudades son clave para la creación de empleo y el desarrollo

Desde hace mucho tiempo se reconoce que las ciudades son motores del crecimiento económico y el desarrollo. Son los epicentros donde se crea la mayor parte de los empleos del sector privado y donde se genera la mayor proporción del producto ingreso bruto; al mismo tiempo, actúan como semilleros de la industria, la innovación y la productividad. Las ciudades ofrecen a las empresas los incentivos de la concentración y un alto rendimiento de las inversiones, que son cruciales para el desarrollo económico.

La urbanización actúa como una escalera para salir de la pobreza: ningún país ha alcanzado la categoría de ingreso mediano sin ella. A medida que las ciudades crecen, se vuelven más productivas; la duplicación del tamaño de una ciudad se asocia con un aumento de la productividad del 12 % en India, el 17 % en África y el 19 % en China.

Los principales mecanismos que contribuyen a este aumento de la productividad son los siguientes:

  • Transferencia de conocimientos: Las ciudades permiten que las empresas de sectores similares se ubiquen cerca unas de otras, lo que posibilita que las ideas y las innovaciones se propaguen fácilmente para generar un avance tecnológico más rápido y mejores métodos de producción. 
     

  • Centralización de la mano de obra: Las ciudades cuentan con una mayor cantidad de empleadores y mano de obra, lo que permite que los trabajadores se trasladen fácilmente de empresas menos productivas a empresas más productivas; esto, a su vez, mejora la eficiencia de la fuerza laboral, aumenta las posibilidades de conseguir una adecuada correspondencia entre empresas y trabajadores y fomenta el desarrollo de habilidades más especializadas. 
     

  • Prestación de servicios: La densidad de población de las ciudades facilita y abarata la prestación de servicios públicos básicos, lo que a su vez atrae empresas e inversiones. 
     

  • Economías de escala: Al agruparse en zonas urbanas, las empresas pueden acceder a infraestructura y servicios compartidos, lo que reduce los costos y aumenta la eficiencia de producción. 
     

  • Reducción de los costos de transporte: Las ciudades ofrecen una mayor proximidad a proveedores y clientes, lo que hace bajar los costos de traslado de los bienes y servicios y, a su vez, los costos de producción. 
     

  • Especialización: La concentración urbana puede impulsar a las empresas y los trabajadores a especializarse en tareas o productos específicos, lo que contribuye a aumentar la calidad y el volumen de producción.

 

Los desafíos que enfrentan las ciudades de los países en desarrollo

Sin embargo, a pesar de su enorme potencial, hay varios factores que frenan la productividad y las posibilidades económicas de las ciudades. En todo el mundo, muchas ciudades enfrentan desafíos tales como los altos precios de la vivienda y los inmuebles comerciales, el uso y la planificación ineficientes de la tierra, un acceso poco confiable a los servicios básicos, entornos de alto costo para los negocios, sistemas de transporte público inadecuados, una oferta educativa deficiente, redes de innovación limitadas, y los impactos crecientes del cambio climático y los peligros naturales.

Las ciudades de países en desarrollo deben afrontar las mismas desventajas, pero carecen de los recursos financieros para invertir en infraestructura que las mitigue, como redes de transporte público, agua y aire limpios, y servicios de alcantarillado. Además, a menudo no reúnen las condiciones para promover e implementar políticas que conduzcan a un adecuado funcionamiento de los mercados laborales urbanos. 

En consecuencia, las personas que viven en ciudades de países en desarrollo se encuentran con desafíos que limitan la productividad, la habitabilidad y el crecimiento, como tasas de homicidios cuatro veces más altas, entre un 19 % y un 30 % más de tiempo en el tráfico y entre un 16 % y un 28 % más de contaminación que en los países desarrollados.

Image Congestión de tráfico en Lagos (Nigeria). La congestión es un problema que limita la productividad y el potencial económico de las ciudades, especialmente en los países de ingreso bajo y mediano. Fotografía: Adobe Stock.

 

El enfoque del Banco Mundial para crear economías locales más dinámicas

Por todo esto, estamos reforzando la estrategia de desarrollo urbano del Banco Mundial para priorizar explícitamente la creación de empleo y el dinamismo de las economías locales.

Nuestros esfuerzos tienen como meta conectar adecuadamente los mercados laborales, crear mano de obra más calificada, mejorar el acceso a la tierra para aprovechar oportunidades económicas, generar entornos propicios para los negocios, ampliar el acceso al financiamiento y crear oportunidades de desarrollo económico local. A continuación presentamos algunos ejemplos:

  • Alto Egipto: El Programa por Resultados de Desarrollo Local (i) tiene como objetivo impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo mejorando el entorno para los negocios y aumentando la capacidad de los Gobiernos locales para trabajar en la infraestructura y prestar servicios de calidad. Estamos cofinanciando actividades centradas en empoderar a las autoridades locales, mejorar la infraestructura y crear un clima más propicio para la inversión a fin de estimular el desarrollo del sector privado. Hasta la fecha, el programa ha beneficiado a 59 000 empresas y a unos 8 millones de habitantes, lo que generó directamente unos 70 000 empleos. 

  • Armenia: El Proyecto de Desarrollo de la Infraestructura y la Economía Local (i) tenía por objeto mejorar los servicios de infraestructura y la capacidad institucional a fin de aumentar la contribución del turismo a la economía local en determinadas regiones de Armenia. Con esta iniciativa, el Gobierno nacional facilitó la creación de más de 1000 puestos de trabajo, incrementó considerablemente el gasto en turismo y mejoró la calidad de vida de los habitantes a través de infraestructura y servicios más adecuados. 

  • Argentina: A través del Proyecto de Transformación Urbana del Área Metropolitana de Buenos Aires (i) se financió un ambicioso programa en la Ciudad de Buenos Aires para integrar desde el punto de vista económico uno de los barrios más emblemáticos y desatendidos de la ciudad: el barrio Mugica. El objetivo era ayudar a los habitantes a tener un mejor nivel de vida realizando mejoras en las viviendas y la infraestructura y ofreciendo acceso a más y mejores empleos gracias a la adquisición de nuevas habilidades, la intermediación en el mercado laboral y el ingreso a los mercados formales. Como parte del proyecto, se estableció un centro de desarrollo económico local que brindó apoyo a unos 20 000 habitantes y casi 2200 empresas, lo que permitió a casi 2000 personas acceder a su primer empleo formal y a unas 200 empresas informales a formalizar su situación.

El Banco Mundial también está invirtiendo activamente en actividades de conocimientos e investigación para ayudar a los países a hacer crecer sus economías y brindar más oportunidades a la población, especialmente en zonas urbanas. Por ejemplo, en el informe Ten-Thousand Steps in Her Shoes (Diez mil pasos en sus zapatos) (i) se destaca el papel del transporte público en el empoderamiento económico de las mujeres en las ciudades, mientras que en el informe Migrants, Markets, and Mayors (Migrantes, mercados y alcaldes) (i) se ofrecen recomendaciones a los alcaldes de ciudades secundarias de África para integrar mejor a los migrantes en sus mercados laborales. Próximamente presentaremos un informe regional centrado en las ciudades y su relación con el empleo y el crecimiento en Oriente Medio y Norte de África.

Image El Banco Mundial financió un proyecto para integrar desde el punto de vista económico el barrio 31 de Buenos Aires (Argentina) y permitir que los habitantes tengan un mejor nivel de vida a través de la creación de empleo y el apoyo a las empresas locales. Fotografía: Adobe Stock.

 

Conclusión

Las ciudades son un factor imprescindible para la creación de empleo y el desarrollo económico. Son el centro de la actividad económica, la innovación y la productividad. Un desarrollo urbano bien gestionado es esencial para combatir la pobreza, generar puestos de trabajo y fomentar el crecimiento económico. Es necesario invertir en infraestructura, servicios y comodidades para conectar a las personas con las oportunidades y garantizar un crecimiento inclusivo.

Si aprovechamos el potencial transformador de las ciudades, podremos impulsar el crecimiento sostenible, sacar a millones de personas de la pobreza y ayudar a cerrar la brecha laboral en el mundo. No hay tiempo que perder.


Ming Zhang

Gerente de Desarrollo Urbano y Gestión de Riesgos de Desastres

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