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¿Una nueva función para los bancos de desarrollo?

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Foto: Maria Fleischmann/Banco Mundial

A comienzos de este mes, en una reunión organizada por el Banco Mundial y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), entidades financieras de desarrollo de todo el mundo hicieron un balance de cuál es su situación actual y en qué áreas creen que sus esfuerzos tienen mayor impacto.

Ahora que el mundo procura encontrar fondos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los bancos de desarrollo pueden desempeñar una función decisiva  en la reducción de esa brecha. De hecho, pueden ayudar a convocar al sector privado y ser pilares de alianzas entre los sectores público y privado, en particular en el financiamiento de infraestructura.

Sin embargo, el uso indebido de los bancos de desarrollo puede causar peligros fiscales y distorsiones en el mercado crediticio. Para prevenir estos riesgos potenciales, los bancos de desarrollo necesitan un mandato bien definido , no estar sujetos a influencias políticas, enfocarse en abordar fallas del mercado importantes, concentrarse en áreas donde el sector privado no está presente, monitorear y evaluar las intervenciones y ajustarse tanto como sea necesario para garantizar el impacto y, por último, ser transparentes y rendir cuentas.

En la reunión, se debatieron principalmente dos temas: cómo aprovechar el capital privado y cómo crear nuevos mercados . Para apoyar el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes), los bancos de desarrollo usan garantías parciales de crédito al tiempo que facilitan que los prestamistas privados puedan crear mecanismos de crédito, proporcionar financiamiento y recaudar los préstamos otorgados. En los mercados con poca competencia, los bancos de desarrollo apoyan la creación de un ecosistema de prestamistas especializados en microempresas y pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) al cual proporcionan una fuente de financiamiento estable.

El apoyo a la innovación suele realizarse como una inversión conjunta con financistas privados o mediante la inversión en fondos que a su vez otorgan préstamos a empresas de alto riesgo. En materia de creación de mercados, los bancos de desarrollo han establecido plataformas de factoraje para el mercado actual. Colombia, por ejemplo, creó una nueva institución, la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), cuyos objetivos son entregar financiamiento para proyectos de infraestructura, liderar el desarrollo del mercado y proveer liquidez a fin de mitigar los riesgos que los actores del mercado no estaban dispuestos a asumir.

Los bancos de desarrollo pueden aprovechar su experiencia, contribuyendo a atraer financiamiento del sector privado para financiar los objetivos de desarrollo  y centrarse en proporcionar asistencia técnica, consultoría, gestión y asesoramiento técnico a las contrapartes del sector privado que han logrado incorporar.

Concretamente, los bancos de desarrollo pueden ayudar de las siguientes maneras:

  • Permitir que el sector privado se dedique al financiamiento de proyectos comercialmente viables y “seguros”.
  • Centrarse en invertir en iniciativas menos viables desde el punto de vista comercial que de todos modos generan resultados de desarrollo importantes, tales como construcción de caminos y sistemas de abastecimiento de agua en lugares remotos, inversión en energía limpia, ayuda para los municipios en el diseño y financiamiento de proyectos de urbanización cruciales, financiamiento de empresas de investigación y desarrollo (I&D) de alto riesgo, o respaldo a proyectos de bonos de impacto social.
  • Usar con prudencia el financiamiento directo o la inversión directa de capital accionario, y complementarlos con políticas de fomento de los emprendimientos y el desarrollo de mercados de capital privado que podrían mitigar las restricciones crediticias de las empresas privadas.
  • Reformar el análisis crediticio en consonancia con los avances en la digitalización financiera. KfW, el Banco Alemán de Desarrollo, (i) se destaca por sus esfuerzos en este ámbito, apoyando la sostenibilidad, las exportaciones y los nuevos desafíos planteados por la obsolescencia y la Industria 4.0, la tendencia actual de automatización e intercambio de datos en las tecnologías de producción.
  • Los bancos de desarrollo, cuando otorgan financiamiento directo para grandes proyectos de inversión, deberían hacerlo en asociación con bancos privados, financiando menos del 50 % del proyecto para incorporar al sector privado y asegurar la viabilidad comercial. Por ejemplo, la FDN de Colombia solo puede financiar el 20 % de un proyecto de infraestructura, y el Banco de Desarrollo del Caribe (i) coopera con otros bancos de desarrollo en la cofinanciación de proyectos, además de iniciativas de intercambio de información y programas de capacitación. De esta manera, se asocian con el sector privado para recibir asistencia financiera.
  • Encontrar maneras innovadoras de atraer capital privado, tales como creación de mecanismos de garantías de créditos, mejoras crediticias en instrumentos de mercado de capital, o fondos de capital privado paralelos. Por ejemplo, la iniciativa Start-Up Chile de Corfo ha impulsado el desarrollo de fondos locales de capitales de riesgo en Chile, mientras que el BNDES ha estado estudiando el desarrollo de un mercado de bonos corporativos en Brasil.
  • Apoyar el desarrollo de un ecosistema de micro, pequeñas y medianas empresas financieras, firmas de factoraje financiero y compañías de arrendamiento financiero con el aporte de fuentes estables de financiamiento a través de líneas de crédito o facilitando su acceso a los mercados de capital como lo hace, por ejemplo, la Nacional Financiera (NAFIN) de México.
  • Proporcionar incentivos al sector privado para que asuma mayor responsabilidad en las operaciones y mantenga el financiamiento a largo plazo para los proyectos de infraestructura.
  • Solucionar problemas de coordinación entre el sector público y privado para aumentar los beneficios sociales de los proyectos de inversión en aquellos casos en que los beneficios sociales sean superiores a los rendimientos privados y estos últimos no sean suficientes para inducir inversiones. (Un ejemplo al respecto es el apoyo al control de calidad de las exportaciones y las instalaciones compartidas de pruebas de laboratorio de calidad alimentaria que permitieron a los productores bolivianos capturar el 90 % del mercado de nueces de Brasil de la Unión Europea a lo largo del periodo 2010-15).

 A comienzos de este mes, el Banco Mundial publicó dos informes que analizan la infraestructura y las alianzas del sector público y privado en América Latina. Tal como lo resumió Martin Raiser, director a cargo de las operaciones del Banco Mundial en Brasil, “existe la necesidad de una mejor cartera de proyectos, un marco regulatorio más confiable, mejor gestión y supervisión de las entidades operadoras y concesionarias, así como una política macroeconómica estable”. (i)

En pocas palabras, la función de los bancos nacionales de desarrollo es paralela a nuestra propia función en el Grupo Banco Mundial como un banco multilateral de desarrollo. Es decir, para ayudar a atraer al sector privado hacia los esfuerzos de financiamiento de necesidades del sector público, como la infraestructura, y proporcionar asistencia técnica a fin de crear un entorno propicio.

Este enfoque nos permitirá centrarnos en el financiamiento de otras áreas que consideramos estratégicas para el desarrollo internacional, pero que despiertan poco interés en el sector privado.


Autores

Ceyla Pazarbasioglu

Ex Vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones (EFI), Grupo Banco Mundial

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