El riego es esencial para asegurar un suministro de alimentos estable, sobre todo porque el cambio climático altera cada vez más los ciclos de siembre y cosecha. El sector es también una fuente importante de creación de empleo. Entonces, ¿cómo podemos maximizar su impacto? La respuesta radica, en parte, en invertir en las mujeres.
¿Por qué son importantes las mujeres en el sector del riego?
Las mujeres constituyen el 38 % de la fuerza laboral agrícola en el mundo (i), y en 22 países representan más de la mitad de todas las personas que trabajan en la agricultura. Esto significa que desempeñan un papel crucial para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional. Estudios realizados en Asia (i) y África (i) señalan que las mujeres cultivan más de la mitad de los alimentos del mundo, aunque las cifras exactas son objeto de debate (i).
Las mujeres también son actores clave en la manera en que se utiliza y gestiona el agua en los campos agrícolas. Si bien el vínculo entre el género y la conservación de los recursos naturales presenta matices (i), datos de Asia (i), América Latina y África subsahariana (i) muestran que las mujeres realizan más acciones para proteger el medio ambiente (i) que los hombres. En China, por ejemplo, las productoras de arroz capacitadas en tecnologías y prácticas de gestión con bajas emisiones de carbono tienen más probabilidades de adoptar estos métodos que los hombres (i).
Cuando las mujeres participan en el sector del riego, esto beneficia a comunidades enteras. Las mujeres son más propensas que los hombres a utilizar el riego para sembrar cultivos ricos en nutrientes (i) y suelen gastar una mayor proporción de sus ingresos en la educación y la salud de su familia (i). Ello no solo mejora el desarrollo del capital humano, sino que también ayuda a sacar a los hogares de la pobreza.
Investigaciones también indican que cuando las mujeres participan en instituciones formales de alto nivel del sector hídrico, estas últimas tienen un mejor desempeño (i). Lo mismo se aplica a las organizaciones comunitarias. Países como Argentina (i), Azerbaiyán (i), Egipto (i) y Etiopía (i) han logrado resultados positivos cuando las mujeres forman parte de asociaciones de personas usuarias de agua. Su participación conduce a una mejor aplicación de las normas, una recaudación de pagos más eficaz, una mayor transparencia, una mejor gestión de los conflictos y un uso más eficiente del agua.
Reducir la brecha de género en el sector del riego
A pesar de los beneficios, las mujeres que trabajan en la agricultura de regadío enfrentan importantes obstáculos. El sector, en el que tradicionalmente predominan los hombres, no ofrece a las mujeres un acceso igualitario a las tecnologías de riego, los servicios de extensión, el financiamiento y otros recursos esenciales para la productividad agrícola. Cerrar la brecha de género en la productividad del sector y la desigualdad salarial en los empleos del sistema agroalimentario disminuiría la inseguridad alimentaria mundial en 2 puntos porcentuales, y reduciría en 45 millones el número de personas que sufren inseguridad alimentaria (i).
A nivel mundial, solo el 20 % de quienes tienen propiedad sobre tierras son mujeres, y en algunas regiones, como Asia occidental y Norte de África, la proporción llega a menos del 5 %. La propiedad o el control de la tierra es esencial para que las mujeres puedan acceder a recursos y participar en la toma de decisiones sobre el riego, pero muchas enfrentan obstáculos legales y sociales.
Además, las mujeres participan menos que los hombres en las decisiones sobre las infraestructuras de riego y la prestación de servicios, y están subrepresentadas como empleadas y en cargos gerenciales en las instituciones públicas de riego de alto nivel, y como miembros y responsables de tomar decisiones en las asociaciones de personas usuarias de agua comunitarias. Observaciones realizadas durante reuniones de estas asociaciones en Ecuador revelaron que los hombres hablaban en promedio 28 minutos, mientras que las mujeres solo intervenían 3,5 minutos (i).
¿Cómo podemos promover la igualdad de género en el sector del riego?
En la Estrategia de Género 2024-30 del Banco Mundial (i), publicada recientemente, se hace hincapié en aumentar el capital humano, ampliar las oportunidades económicas para las mujeres y lograr la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo como elementos fundamentales para la igualdad de género y el desarrollo.
Estos mismos elementos se aplican al sector del riego. A partir de una revisión del Banco Mundial de la bibliografía sobre género y riego y de las experiencias de la labor de la institución con Gobiernos de todo el mundo, se concluye que se necesitan adoptar medidas en cinco esferas clave para abordar las desigualdades de género en el sector del riego:
- Reformar las políticas y leyes relativas al riego para apoyar la igualdad de género.
- Garantizar que la infraestructura y los servicios de riego satisfagan las necesidades tanto de las mujeres como de los hombres.
- Aumentar el empleo y el liderazgo de las mujeres en las instituciones formales dedicadas al riego.
- Apoyar la participación y expresión de opiniones de las mujeres en las organizaciones de personas usuarias de agua.
- Aumentar la participación de la mujer y los beneficios económicos de la producción agrícola de regadío.
Algunos países ya están haciendo grandes esfuerzos para promover la igualdad de género en el sector del riego:
- En Georgia, el Proyecto de Riego y Desarrollo del Mercado de Tierras (i) ayudó a las mujeres a inscribir sus tierras. La digitalización integral de los procedimientos, las campañas de difusión y la contratación de agrimensoras fueron clave para el éxito del proyecto. Partiendo de esta base, el Proyecto de Agricultura, Riego y Tierra Resilientes (i) incentiva a las mujeres a firmar contratos de servicios de riego, ya que estas, a pesar de representar el 40 % de los propietarios de tierras, rara vez tienen estos contratos.
- En India, el Proyecto de Desarrollo Acelerado de Pequeños Sistemas de Riego de Bengala Occidental (i) promueve la participación de las mujeres en la toma de decisiones en las asociaciones de usuarios de agua (mediante la afiliación de las esposas de miembros masculinos, funciones importantes en los comités de las asociaciones de personas usuarias, oportunidades para las agroempresarias, y actividades de subsistencia). Por su parte, el Proyecto de Riego y Gestión de Inundaciones de Bengala Occidental (i) se orienta a apoyar el empleo de las mujeres en el Departamento de Riego y Vías Fluviales (mediante campañas de difusión dirigidas a las estudiantes mujeres de programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en las universidades locales, programas de pasantías y la introducción de políticas contra el acoso sexual).
- En Somalia, el proyecto Barwaaqo (i) respalda el acceso igualitario a los insumos y servicios agrícolas para las agricultoras a través de enfoques innovadores, como contratar instructoras y ofrecer capacitación en gestión de los cultivos y la ganadería a unidades familiares en lugar de a individuos para impulsar la participación de las mujeres y, al mismo tiempo, crear conciencia dentro de las familias sobre las importantes contribuciones de las mujeres. Estas actividades se basan en los avances logrados en el marco del proyecto Biyoole (i), en el que las mujeres asistieron a escuelas agrícolas, se capacitaron como técnicas en salud animal, prestaron servicios de extensión ganadera y participaron en actividades de recuperación de tierras de pastoreo. En Puntland, uno de los estados destinatarios del proyecto, las mujeres representaban más del 60 % de los agricultores que adoptaron la agricultura de riego por goteo a pequeña escala.
Para promover la igualdad de género en el sector del riego, se necesitan leyes de apoyo, una mayor representación de las mujeres en la toma de decisiones, igualdad de acceso a los empleos y recursos, e inversiones en las agricultoras y empresarias. Las mujeres son esenciales para la producción de alimentos y la gestión del agua, y su participación es clave para combatir la pobreza, mejorar la salud y fortalecer la resiliencia climática. La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible no será posible si la mitad de la población queda excluida. ¡La labor para crear un sector del riego más inclusivo y sostenible debe empezar ya!
Podrá obtener más información sobre cómo promover la igualdad de género en el sector del riego resiliente frente al clima en el próximo informe del Banco Mundial “Nourish and Flourish: How to Improve Agricultural Water Management to Feed 10 billion people on a Livable Planet” (Nutrir y prosperar: Maneras de mejorar la gestión del agua en la agricultura para alimentar a diez mil millones de personas en un planeta habitable).
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