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Según el Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021: El potencial para ampliar la escala (i), se observa un aumento de los programas de inclusión económica en todo el mundo, impulsado por la ampliación de los programas gubernamentales basados en la protección social, los medios de subsistencia y empleos, y las inversiones en inclusión financiera. De hecho, en la respuesta global (PDF, en inglés) del Banco Mundial a la pandemia de COVID-19, los programas de inclusión económica son una parte esencial de un conjunto de herramientas de políticas para mitigar los impactos de la COVID-19, garantizar la seguridad alimentaria y apoyar una recuperación a mediano plazo.
La encuesta de situación 2020 de la Alianza para la Inclusión Económica (AIE) sirve de base al Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021, que ofrece —por primera vez— un examen sistemático de los programas de inclusión económica en todo el mundo. En el informe se identifican 219 programas de inclusión económica, correspondientes a 75 países y que llegan a más de 90 millones de personas, principalmente en África al sur del Sahara y Asia meridional. Los datos del informe ya están disponibles en el portal de datos (i) de libre acceso de la AIE. El portal incluye un panel de situación con un panorama general de los programas activos de inclusión económica, la cobertura, los objetivos, los grupos a los que se orientan las intervenciones y otra información (gráfico 1). También están disponibles un panel de determinación de costos y una base de datos de los programas.
Gráfico 1. Panel de situación de la AIE: Objetivos y grupos de beneficiarios de los programas
Una característica singular del portal de datos (i) de la AIE es que presenta un vistazo de los aspectos claves relativos al diseño y la implementación de los programas de inclusión económica en todo el mundo. A partir de este resumen, los responsables de la formulación de políticas y los profesionales del área obtienen información sobre lo que otros están haciendo en diferentes contextos y para diferentes grupos de beneficiarios. De esa manera, están mejor preparados para diseñar programas y operaciones y ampliar las estrategias. Estas son cinco conclusiones sobre el diseño y la implementación de los programas que se desprenden de los datos:
1) Los programas de inclusión económica son diversos. Tanto si trabajan en una organización gubernamental como en una no gubernamental (ONG), los planificadores de programas se rigen por las prioridades establecidas a nivel normativo, político y organizacional. Esas prioridades tienen en cuenta el contexto nacional o regional, los asociados locales, sus culturas institucionales y los desafíos únicos que enfrentan las personas que viven en pobreza extrema y situación de vulnerabilidad en ese lugar.
2) Los programas de inclusión económica se llevan a cabo en una variedad de sectores —protección social, agricultura y medio ambiente, entre otros— y se centran cada vez más en las prioridades relacionadas con el cambio climático. De forma abrumadora, los programas en Oriente Medio y Norte de África (81 %) y América Latina y el Caribe (71 %) buscan aumentar las oportunidades de trabajo autónomo y empleo asalariado. Por el contrario, los programas en Asia meridional (50 %) y África al sur del Sahara (40 %) tienen como objetivo principal apoyar la diversificación de los ingresos y la resiliencia. Los programas de inclusión económica se encuentran en una buena posición para apoyar una economía verde, resiliente e inclusiva después de la COVID-19. De acuerdo con el Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021, el 65 % de los programas de inclusión económica del Banco Mundial buscan mitigar el cambio climático y desarrollar medios de subsistencia sostenibles a través de una gestión sostenible de los recursos naturales o la adaptación al cambio climático.
3) Los programas de inclusión económica se pueden adaptar a diversos contextos geográficos, políticos y de ingresos, así como a una serie de grupos de beneficiarios. Estos programas incluyen operaciones tanto en contextos urbanos como rurales, en zonas frágiles y afectadas por el desplazamiento, y en países de ingreso bajo e incluso de ingreso alto (gráfico 2). Esta flexibilidad indica que los programas son capaces de abordar las numerosas necesidades de grupos vulnerables específicos. Por ejemplo, los programas de inclusión económica multidimensionales están bien situados para ayudar a superar los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad (i) que buscan ampliar sus oportunidades económicas. En Asia meridional, el 44 % de los programas analizados en el Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021 se focalizan en la marginación de las poblaciones indígenas y otros grupos vulnerables.
Gráfico 2. Panel de situación de la AIE: Cobertura y contexto de los programas
4) Las mujeres y los jóvenes son una prioridad. En casi el 90 % de los 219 programas analizados se dedica especial atención a las cuestiones de género. Los programas que se dirigen principalmente a las mujeres desarrollan las habilidades y la confianza de las participantes a través de actividades de capacitación y orientación. El 64 % de los programas se centra en los jóvenes, principalmente con el objetivo de lograr mejores resultados en materia de empleo (tanto asalariado como autónomo). El 82 % de los 125 programas cuyos beneficiarios son jóvenes promueve oportunidades de empleo combinando actividades de capacitación y orientación con el acceso al trabajo asalariado o apoyo financiero a las empresas.
5) Los programas de inclusión económica ofrecen un paquete de intervenciones integradas para abordar las numerosas limitaciones que enfrentan las personas más pobres y vulnerables. El 83 % de los 219 programas analizados (75 % de los programas gubernamentales y el 91 % de los no gubernamentales) proporcionan paquetes de inclusión económica que tienen cinco o más componentes amplios (gráfico 3). Los más usuales son las transferencias, la capacitación en oficios, la orientación y el acceso a los servicios financieros. Los componentes del programa suelen ofrecerse en secuencia y en un período de tiempo limitado, que puede ser de uno a tres años.
Gráfico 3. Participación de los programas de inclusión económica, por número de componentes proporcionados
Llamado a contribuir con el portal de datos de la AIE
Todavía hay mucho que aprender sobre los programas de inclusión económica en todo el mundo, y el equipo de la AIE invita a Gobiernos, ONG, investigadores y otros a aportar datos para ampliar el conocimiento colectivo . Un área que debe ser explorada en profundidad son los programas de inclusión económica en entornos frágiles. Estos programas aumentan rápidamente, pero la comprensión de los modelos operativos sigue siendo escasa. Los programas que vinculan la inclusión económica con las intervenciones humanitarias y facilitan los vínculos con el mercado en entornos frágiles proporcionarán información útil sobre cómo diseñar programas que ayuden a los Gobiernos a fomentar la autosuficiencia (PDF, en inglés) entre los refugiados y las personas afectadas por el desplazamiento. Con su ayuda, la AIE puede seguir contribuyendo al panorama de los programas de inclusión económica al recopilar tanto los datos (i) de los programas que aún no han sido incluidos, así como las actualizaciones de datos de los que ya están incorporados. Al beneficiarse de un mejor flujo de información y datos de libre acceso, la AIE puede continuar apoyando el aprendizaje y ayudar a mejorar la implementación de los programas.
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