Según cifras del Banco Mundial, los alimentos insalubres cuestan a las economías en desarrollo más de USD 110 000 millones anuales en pérdida de productividad y gastos médicos. Sin embargo, en muchos casos la vigilancia es limitada y hay pocas maneras eficaces para que los consumidores informen un caso de intoxicación por alimentos.
La nueva tecnología puede ayudar
Es aquí donde creemos que las nuevas soluciones tecnológicas pueden contribuir de manera significativa. En las grandes ciudades y pueblos pantropicales, ahora reinan los teléfonos móviles: es posible ingresar con exactitud datos de los ciudadanos para detectar intoxicaciones alimentarias y problemas en tiempo real. Esto es lo que nos motivó a crear Iwaspoisoned.com (i) y Dinesafe.org, (i) un servicio negocio a negocio (B2B). Creemos que el viaje en el que nos embarcamos y los obstáculos que enfrentamos podrían proporcionar lecciones interesantes para los emprendedores y los responsables de formular políticas que desean aprovechar el poder de los datos para solucionar viejos problemas.
La plataforma Iwaspoisoned.com ayuda a detectar brotes usando un riguroso procedimiento de investigación supervisado por un equipo de expertos. Nuestra plataforma fue la que informó que Chipotle Mexican Grill era responsable de la intoxicación de sus clientes (i) en Estados Unidos en varias ocasiones en los últimos años. La empresa perdió más de USD 10 000 millones en concepto de capitalización bursátil como resultado de sus errores en materia de seguridad alimentaria y el fundador se vio obligado a renunciar a su cargo de director ejecutivo.
En otros casos recientes, detectamos un brote de infecciones por E. coli relacionado con el agua de pozo en un popular destino turístico de Estados Unidos en Gatlinburg (Tennessee), que afectó a más de 500 personas en varios estados. Además, identificamos más de 70 casos de norovirus vinculados con un restaurante en Danbury (Connecticut), e informamos la situación de 100 personas que se enfermaron por comer mariscos contaminados en la bahía de San Francisco. En resumen, el sitio ha recibido informes y ha detectado brotes en todo el mundo desde 2009.
Deficiencias en los procesos actuales
El sistema de vigilancia de la seguridad alimentaria tiene deficiencias independientemente del lugar donde usted se encuentre. La Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas calcula que 1 de cada 10 personas en el mundo se ve afectada por ello todos los años. Como resultado, 420 000 personas mueren, de las cuales aproximadamente un tercio son niños menores de 5 años.
Incluso en los países desarrollados tratar de eliminar las enfermedades transmitidas por los alimentos sigue siendo un problema de salud pública incomprensible. En la última propuesta de presupuesto del Gobierno federal de Estados Unidos, se destinan USD 1500 millones a la Administración de Alimentos y Medicamentos para programas de seguridad alimentaria. Sin embargo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, 48 millones de personas se enferman y 3000 mueren producto de enfermedades transmitidas por los alimentos todos los años.
Las economías emergentes no tienen los recursos del sistema de seguridad alimentaria estadounidense, pero sí cuentan con internet. Hoy en día el público puede participar en la vigilancia sanitaria y salvar vidas. En un artículo muy citado sobre las últimas temporadas de gripe, y que se publicó en el American Journal of Public Health en 2015, se concluyó que los datos de síntomas obtenidos mediante la colaboración masiva tienen el potencial de servir como un complemento viable de los sistemas de vigilancia tradicionales, ofreciendo ventajas en términos de rapidez, vulnerabilidad y potencial de ampliación.
Desafíos
La información que recopilamos en Iwaspoisoned.com (i) aumenta la concientización del consumidor sobre la importancia de informar las intoxicaciones alimentarias que tengan lugar donde viven y es un recurso valioso para los organismos de salud pública para detectar brotes. Además, nuestra plataforma Dinesafe.org (i) ofrece servicios de gran valor a los suscriptores pagos, incluidos comentarios sobre productos y servicios en tiempo real, análisis comparativos y atención al consumidor y apoyo para su recuperación. Nuestra compañía garantiza que todos los informes se sometan a un proceso de moderación de dos pasos, que incluye una evaluación humana y un análisis técnico propio que examina múltiples atributos del contenido para eliminar envíos de datos falsos y maliciosos. Mantener datos de alta calidad es clave para el éxito del servicio.
Observamos desde los inicios los resultados positivos para la industria, que se tradujeron en alertas tempranas de peligros y en la conexión de estos negocios con los consumidores. Esta propuesta de valor se demostró con la suscripción de actores de la industria a nuestros servicios pagos. Conscientes de que podíamos generar dinero a través de servicios para la industria, nos comprometimos desde muy temprano a ofrecer siempre servicios gratuitos a los organismos de salud pública y consumidores. Esa idea dependía de un sentido intuitivo. Para nosotros, la noción de que el Gobierno y a la larga los consumidores y contribuyentes deberían pagar por el control de las mismas empresas que los están enfermando es simplemente la respuesta incorrecta.
La mayor sorpresa que tuvimos provino de algunas de las reacciones iniciales de la industria. La gran mayoría recibió positivamente el servicio, pero en ocasiones otros se oponían diciendo, por ejemplo, que “El Gobierno debería pagar por esto”. En otros casos, aunque un encargado técnico de la seguridad alimentaria, de la responsabilidad social corporativa, de los servicios para huéspedes o de las redes sociales quería inscribirse en el servicio de monitoreo, el asesor legal de esa misma empresa rechazaba el servicio por considerar que la información adicional representaba un riesgo de litigios para la compañía.
Estas son ideas anticuadas. Se asemejan a las objeciones de la industria contra el control ambiental en la década de 1970. Si avanzamos al año 2019, podemos ver que la mayoría de las grandes corporaciones en los países desarrollados tienen ahora un encargado de sostenibilidad y se esfuerzan por demostrar liderazgo en el ámbito del medio ambiente. Está claro que lo mismo sucederá con el tema de los alimentos: queremos saber de dónde proviene la comida y si es saludable y segura para nosotros.
El uso de nuestros servicios por parte de los organismos de salud pública y los consumidores ha superado nuestras expectativas. Ahora tenemos más de 350 organismos de salud pública suscritos en seis países. Estos emplean nuestros informes diariamente para dirigir inspecciones ad hoc , investigar brotes y otras actividades. Nos hemos asociado con organismos de salud pública que cubren más del 93 % de la población de Estados Unidos. En cuanto a los consumidores, ahora tenemos más de 38 000 suscriptores de todo el mundo que reciben nuestras alertas diarias o bien usan nuestra aplicación móvil o ambos servicios, y este número aumenta a diario.
Conclusiones
Cuando las personas hablan sobre sus experiencias de intoxicaciones alimentarias, contribuyen de manera importante al bien común y ayudan a sus conciudadanos, la salud pública y la industria. Cuando las empresas se suscriben a esta información, desarrollan negocios más sostenibles con resultados más seguros para sus clientes y mejores resultados financieros para sus accionistas. Por su parte, los Gobiernos y los organismos gubernamentales que adoptan la tecnología pueden empezar a disminuir la carga financiera anual de UDS 110 000 millones, mejorando el bienestar de sus ciudadanos y sus economías.
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