Hace mucho tiempo que los Gobiernos y los asociados en la tarea del desarrollo vienen utilizando los programas de inclusión económica como parte de sus iniciativas de lucha contra la pobreza. Estas intervenciones son fundamentales para ayudar a las personas más pobres y vulnerables a escapar del ciclo de la pobreza a través del aumento de sus ingresos y activos y asistencia para obtener empleos productivos y crear medios de subsistencia sostenibles. No existía, sin embargo, un esfuerzo organizado para recabar datos fehacientes del impacto ni evidencia de debates sobre la eficacia, los costos y las concesiones y la factibilidad de ampliar dichos programas a nivel mundial.
Así estaban las cosas, hasta ahora. La Alianza para la Inclusión Económica (AIE) acaba de publicar su primer Informe sobre el estado de la inclusión económica 2021. En el documento, que representa un intento por subsanar esta enorme brecha de conocimientos, se presenta, por primera vez, un examen sistemático de los programas de inclusión económica de todo el mundo, y se analiza el modo en que los países pueden sacar más provecho de las inversiones en las esferas de protección social, empleo y medios de subsistencia e inclusión financiera para ayudar a las personas más pobres a construir un futuro mejor para sí mismas.
En este marco, se examinan los programas de inclusión económica y los datos de 100 organizaciones que han puesto en marcha 219 programas de este tipo, distribuidos en 75 países de todo el mundo. Los programas abordan uno de los desafíos más persistentes en el ámbito del desarrollo: transformar la vida económica de las personas extremadamente pobres y vulnerables. El informe abarca un número igual de programas impulsados por Gobiernos y por organizaciones no gubernamentales (ONG), lo que permite establecer una sólida base de referencia de actividades relacionadas con la inclusión económica. Contiene, además, un examen de los drásticos cambios en el panorama mundial, en el que se tiene en cuenta el debate, cada vez más intenso, sobre la función de estos programas en las medidas de recuperación tras la pandemia de COVID-19 (coronavirus) (vea este documento [PDF, en inglés] y esta publicación [i]).
El informe examina los programas de inclusión económica y los datos de 100 organizaciones que han puesto en marcha 219 programas de este tipo, distribuidos en 75 países de todo el mundo.
El informe se elaboró mediante una colaboración excepcional en el marco de la Alianza para la Inclusión Económica (AIE) (i), una plataforma que se dedica específicamente a respaldar la adopción y la adaptación de programas nacionales de inclusión económica trabajando con diversas partes interesadas, entre ellas Gobiernos nacionales, organizaciones bilaterales y multilaterales, ONG, y organizaciones privadas y de investigación.
La Alianza es fundamental para lograr que los programas sean satisfactorios debido a la naturaleza pluridimensional de su ejecución. Todos estos programas de inclusión económica tienen en común una hipótesis central: las personas extremadamente pobres y vulnerables enfrentan múltiples limitaciones cuando caen en las trampas de la pobreza. La respuesta debe abarcar múltiples dimensiones y, en consecuencia, los programas de inclusión económica incluyen un conjunto de intervenciones multidimensionales coordinadas que proporcionan apoyo a las personas y los hogares con el objeto de que logren aumentar sus ingresos y activos y así puedan escapar de esas trampas.
Este informe contiene cuatro observaciones importantes que permiten vislumbrar el camino a seguir a medida que la Alianza profundice su labor:
A nivel mundial, cada vez es mayor el número de Gobiernos que asumen la iniciativa para aumentar las intervenciones de inclusión económica. Los programas gubernamentales incluidos en el informe cubren al 95 % de los beneficiarios. A medida que evolucionan, estos programas suelen sacar provecho de los programas de lucha contra la pobreza a gran escala, que a menudo ya se centran en redes de protección social, medios de subsistencia y empleos, y medidas de inclusión financiera. Las intervenciones habituales incluyen una combinación de transferencias de efectivo o en especie, capacitación u orientación en materia de aptitudes, acceso a financiamiento y apoyo para establecer nexos con el mercado.
A nivel mundial, cada vez es mayor el número de Gobiernos que asumen la iniciativa para aumentar las intervenciones de inclusión económica.
Utilización de los sistemas existentes para aumentar la ejecución de programas. En los últimos años se ha registrado un marcado aumento del financiamiento y la cobertura de los programas de protección social en todo el mundo. A medida que los países amplían la cobertura y el financiamiento de esta forma de protección social, gana terreno el enfoque de redes de protección ampliadas y transferencias monetarias ampliadas, donde el término “ampliadas” indica el potencial para complementar el dinero en efectivo con insumos, como orientación, capacitación y acceso a servicios financieros, así como innovaciones para establecer nexos con otros sectores, por ejemplo la agricultura. La inclusión económica es un factor clave que impulsa el programa de las redes de protección social ampliadas, lo que demuestra la promesa de reforzar el impacto de los programas y la eficacia en función de los costos mediante la utilización de los sistemas existentes, los registros sociales y las plataformas digitales de ejecución.
En las intervenciones en materia de inclusión económica se asigna prioridad a las mujeres. Los Gobiernos están adecuando cada vez más las intervenciones a las necesidades de grupos específicos de partes interesadas vulnerables, entre ellas las mujeres privadas de sus derechos. El informe permite establecer que el empoderamiento económico de las mujeres ha sido un factor clave para impulsar la ejecución de programas de inclusión económica: en casi el 90 % de los programas analizados se dedica especial atención a las cuestiones de género. Los paquetes de medidas multidimensionales de inclusión económica son sumamente aptos para ayudar a las mujeres a abordar la pluralidad de impactos relacionados con la COVID-19 y, cuando se diseñan con ese fin, pueden transformar la vida de las mujeres pobres. Dado que la pandemia ha puesto de relieve, y ha intensificado, las desigualdades de género, esto es especialmente alentador, pues las mujeres están sobrerrepresentadas en los sectores y las ocupaciones que se han visto más afectados, como la educación, el comercio minorista, el turismo, el esparcimiento, la hotelería y el servicio doméstico. Las lecciones derivadas de crisis anteriores indican que en esos contextos las oportunidades de las mujeres disminuyen, no se asigna prioridad a los servicios de salud femenina y aumenta la violencia de género, y ponen de relieve la urgente necesidad de lograr que la recuperación sea equitativa e inclusiva. Así pues, esta conclusión permite albergar la esperanza de que se establezcan condiciones de igualdad.
Se necesita más evidencia para entender el impacto y la eficacia en función de los costos de los programas. En vista de las innovaciones previstas en materia de programas y las investigaciones en curso, la base de conocimientos sobre inclusión económica va a seguir creciendo. En el informe se identifica un conjunto prometedor y potencialmente sostenido de impactos en una amplia variedad de resultados. Una nueva ola de aprendizaje y evaluaciones se centrará, probablemente, en programas gubernamentales a gran escala y permitirá identificar los mecanismos de impacto en los puntos de partida para grupos diferentes y a escala.
En las intervenciones en materia de inclusión económica se asigna prioridad a las mujeres.
En el documento, que contribuye en tiempo real a este programa, se pone el acento en los datos de libre acceso. Los datos de los 219 programas de inclusión económica examinados en el informe se pueden consultar en https://www.peiglobal.org/pei-data-portal (i). Le invitamos a enviar datos sobre nuevos programas o a actualizar los datos de modo que este portal sea siempre una fuente de información vigente para la comunidad internacional.
En el sitio web deI informe (i), se presentan los capítulos de la publicación, un panorama general y estudios de caso, y se incluyen diapositivas de PowerPoint que permiten visualizar los datos y la información.
Esta serie de blogs continuará en las próximas semanas, en las que se presentará un análisis de las principales conclusiones del informe. En los próximos meses, vamos a examinar los siguientes temas:
- La importancia de los datos de libre acceso y los conocimientos que hemos adquirido hasta el presente.
- El modo en que las realidades políticas influyen en la factibilidad, el diseño y la implementación de los programas de inclusión económica en la misma medida que el contexto, con ejemplos de cuatro estudios de casos sobre la región del Sahel, Bangladesh, Perú e India.
- Los impactos de estos programas en una amplia gama de resultados, que ponen de relieve algunas de estas conclusiones y muestran las investigaciones por realizar.
- La eficacia en función de los costos y la factibilidad de las intervenciones en materia de inclusión económica. El tema abarca las conclusiones de un análisis de costos de varios países que ayuda a aclarar los principales determinantes de los costos y los rangos de costos de los diferentes programas.
En abril, la AIE llevará a cabo un evento de aprendizaje mundial (i) en que los actores que contribuyeron a este informe y los que participarán en la próxima edición podrán debatir e intercambiar ideas. Para obtener más información, suscríbase (i) a nuestro boletín.
¡Esperamos verle entonces!
ENLACES RELACIONADOS
Los programas de inclusión económica ya benefician a 92 millones de personas en todo el mundo
Portal de datos de la Alianza para la Inclusión Económica (AIE) (i)
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