Publicado en Voces

Empoderar a los refugiados y los desplazados internos a través de la identificación digital

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Oria Adamo, de 72 años y alcalde de una pequeña aldea en la República Centroafricana, muestra su documento de identidad en el pueblo de Ndu, ubicado en la provincia de Bas Uele (República Democrática del Congo), donde miles de personas huyeron tras un estallido de violencia que empezó en mayo de 2017. © Simon Lubuku/ACNU

Fardowsa, una joven somalí de 20 años refugiada en Uganda, sabe bien cuán importante es para los refugiados tener un documento de identidad. Ella y su familia se vieron forzadas a huir de su país en el año 2001 sin portar ninguna identificación oficial. La tarjeta de identidad que le entregó el Gobierno de Uganda, además de proveerle protección y acceso a ayuda humanitaria, le ha permitido estudiar en la universidad y abrir una cuenta de dinero móvil. Con esta base, Fardowsa planea iniciar su propio negocio para mejorar aún más su propia vida y la de su familia. Mientras eso sucede, ella contribuirá también a la economía de Uganda y, al mismo tiempo, desarrollará su potencial como una joven refugiada.

La identificación es, además, esencial para los desplazados internos, que se han visto forzados a huir de sus hogares hacia otras zonas dentro de su propio país. Durante una reciente evaluación en que participaron los afectados y que fue llevada a cabo por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Diffa, Níger, Mohammed, un desplazado interno, dijo: “tener un documento de identidad te permite llevar una vida más digna. La comunidad te respeta y sabe que eres alguien. Su carné de identidad le ayuda a transitar a través de los puntos de control en la zona donde vive y la cual se ve afectada por un conflicto, y así continuar con su negocio. Los documentos de identidad también facilitan la participación social de numerosos desplazados internos y pueden contribuir a solucionar problemas en materia de género y abordar otros riesgos de marginación.
 
Los avances en la tecnología digital y la introducción de sistemas de identificación por los Gobiernos en todo el mundo dan lugar a nuevos enfoques para proporcionar documentos de identidad a los desplazados por la fuerza.   En situaciones de afluencia masiva ocurridas anteriormente, los Gobiernos receptores solían pedir al ACNUR que se encargara, en representación de ellos, del registro y la documentación de los refugiados. Sin embargo, hoy los países de acogida cumplen una mayor función incluso durante las primeras fases de una crisis, a menudo en colaboración con el ACNUR, llevando a cabo procesos de registro y usando herramientas de gestión de identidad comunes. En algunos países, los refugiados ahora son incluidos en el registro nacional de población o en el sistema de identificación del país receptor. Esto significa que reciben un número único de identidad y sus datos vitales importantes se registran en el registro civil, algo a lo que podían acceder solo los ciudadanos.

UNHCR staff member Winnie Mugisa is hard at work verifying Congolese refugees using the biometric equipment at Oruchinga settlement in Uganda.
Winnie Mugisa, funcionaria del ACNUR, verifica la identidad de refugiados congoleses usando un equipo biométrico en el campo de refugiados de Oruchinga en Uganda. © Michele Sibiloni/ACNUR

Esta tendencia ha sido impulsada principalmente por el compromiso de todos los países, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para de aquí a 2030 “proporcionar acceso a una identidad jurídica para todos, en particular mediante el registro de nacimientos” (meta16.9) y por la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes de 2016. Iniciativas regionales de registro civil y estadísticas vitales en África (PDF, en inglés) y Asia y el Pacífico (PDF, en inglés) han arrojado luz también sobre cuán importantes es que los Estados de acogida registren los nacimientos de los refugiados, los desplazados internos y las personas apátridas, para proteger los derechos de los niños.

En investigaciones pasadas del Banco Mundial (i) se han señalado los potenciales impactos transformadores de una identificación apropiada para integrar a los refugiados en las comunidades y economías locales. El uso de documentos de identidad digital que sean interoperables a través de diferentes organismos de ayuda puede aumentar muchísimo la eficiencia de la prestación de asistencia humanitaria. De manera importante, la entrega de documentos de identidad oficialmente reconocidos facilitará la inclusión financiera de los refugiados, por ejemplo, permitiéndoles registrar tarjetas SIM a su nombre y abrir cuentas bancarias de dinero móvil. Las comunidades de acogida se beneficiarán también con la ampliación de la cobertura de los sistemas de identificación en todo el país, incluidas zonas fronterizas y de difícil acceso.

Sin embargo, existen riesgos que deben gestionarse. La recopilación y el uso de datos personales es una enorme responsabilidad. Se debe hacer de tal manera que esta información no se utilice de manera indebida o se divulgue sin autorización, y que se respete al derecho a la privacidad de las personas. En la Política sobre la Protección de Datos Personales de las Personas de Interés del ACNUR (PDF) se reconoce que incluso los riesgos son más altos para los refugiados, por lo que se deben tener en cuenta otras consideraciones. Para abordar estos riesgos, los Gobiernos deberían adoptar e implementar marcos jurídicos y regulatorios sólidos sobre protección de datos, asegurarse que están recopilando y usando datos personales con el consentimiento de las personas a quienes se refieren los datos, y recolectar y procesar solo la cantidad mínima de información necesaria para implementar un sistema de identificación.

Colaboración del ACNUR y el Banco Mundial en materia de identificación

Tanto ACNUR como el Banco Mundial tienen como objetivo garantizar que las voces y las necesidades de los desplazados por la fuerza y de las comunidades de acogida se tengan en cuenta en el diseño y la implementación de sistemas de identificación sólidos, inclusivos y con capacidad de respuesta.   Esto es un aspecto central de los Diez principios sobre la identificación para el desarrollo sostenible aprobados por ambos organismos, junto con más de 20 organizaciones internacionales, filantrópicas, académicas y del sector privado.

En el marco de la implementación de la estrategia de inclusión e identidad digital, (PDF, en inglés) del ACNUR, se han realizado consultas con desplazados por la fuerza y comunidades de acogida para desarrollar sistemas de identificación digital que mejor se adapten a sus necesidades. Este trabajo se basa en enfoques participativos del ACNUR ya existentes, y sirve de apoyo además a los esfuerzos destinados a proporcionar documentos a los refugiados y las refugiadas en igualdad de condiciones. (i)
 
Girl students using tablets pre-loaded with educational software at their Instant Network Schools (INS) classroom in Juba primary school, Dadaab. © Assadullah Nasrullah/UNHCR
Unas escolares usan tabletas que tienen preinstalados programas pedagógicos en un aula de las “Escuelas con Red Instantánea” en la escuela primaria Juba, en Dadaab. © Assadullah Nasrullah/ACNUR

De manera similar, el Banco Mundial está trabajando para garantizar que los proyectos que respaldan sistemas de identificación en los países clientes reflejen las experiencias y las necesidades de la población, y que incluyan a todas las personas, en particular los más pobres y los grupos más vulnerables, como los refugiados y los desplazados internos. Para conseguirlo, es crucial lograr que participen las partes interesadas locales durante todo el proceso, y crear conductos a través de los cuales la gente pueda opinar sobre sus experiencias relacionadas con la obtención y el uso de documentos de identidad, tales como mecanismos de reclamo y de reparación.

En el contexto de una colaboración más amplia, ACNUR y el Banco Mundial desarrollarán herramientas prácticas que puedan ser usadas por una diversas partes interesadas para realizar consultar a los refugiados, las personas en riesgo de convertirse en apátridas y las comunidades de acogida durante el proceso del diseño y la implementación de sistemas de identificación.  Escuchar sus opiniones es crítico para garantizar que se responda apropiadamente a sus necesidades en materia de identificación y se aumente la protección de estas personas. Esto complementará otros esfuerzos de colaboración, tales como el trabajo conjunto en países donde los Gobiernos procuran incluir a los refugiados y a los desplazados internos en los sistemas de identificación, la orientación sobre salvaguardias fundamentales de privacidad y protección de datos para los refugiados en dichos sistemas, y un próximo informe acerca de los modelos nuevos y existentes en el mundo para proporcionar documentos de identidad digital a los refugiados.

En la actualidad, aproximadamente 1000 millones de personas en todo el mundo no tienen ninguna forma de identificación oficial, incluidos muchos desplazados por la fuerza. Esperamos que al cerrar la brecha en materia de identificación todas las personas en situación de desplazamiento forzado, como Fardowsa y Mohammed, puedan acceder a una identidad digital y a los derechos, la protección y las oportunidades que esto conlleva.  
 
Pierina: todo carné de identidad tiene una historia

 

Autores

Nicholas Oakeshott

Senior Identity Management Officer, UNHCR’s Division of Programme Support and Management

Jonathan Marskell

Senior Program Officer, Identification for Development (ID4D) initiative, World Bank

Emily Weedon Chapman

Senior social protection specialist

Marie Benihirwe

Associate Identity Management Officer, UNHCR’s Division of Programme Support and Management

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