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Establecer un sistema centrado en la lectura

Estudiantes en el salón de una escuela primaria en Nkhotakota, Malawi.
Estudiantes en el salón de una escuela primaria en Nkhotakota, Malawi. Fotografía: © Dietmar Temps/Shutterstock

En una situación ideal, un niño de 10 años debería poder, como mínimo, saber leer y escribir. Esto no sucede en la mayoría de los países africanos, especialmente en Malawi. Cuando tenía 12 años, no podía leer ni escribir ni deletrear mi propio nombre. Debido a esto, la comunicación se hacía más difícil día tras día y cada vez que me ponía de pie para leer un libro ante toda la clase, se burlaban y se reían de mí. Como resultado, estuve aislada la mayor parte de mi tiempo en la escuela.

Nadie debería tener que experimentar la misma vergüenza y humillación que yo sentía constantemente cuando era niña por mi incapacidad de leer y escribir bien. Si me nombraran ministra de Educación de mi país, me ocuparía de que todos los niños a la edad de 10 años pudieran leer y escribir correctamente. Primero comenzaría construyendo numerosos centros de lectura en todo el país, 1 o 2 en cada comunidad. Uno de los desafíos que enfrentamos los habitantes de Malawi es que tenemos muy poco acceso a libros o material educativo, y esto es porque solo hay una biblioteca pública en cada ciudad. Además, solo el 20 % de nuestra población visita estas bibliotecas públicas porque están lejos y la mayoría de las personas no puede pagar los costos del transporte.

"Cuando tenía 12 años, no podía leer ni escribir ni deletrear mi propio nombre. Debido a esto, la comunicación se hacía más difícil día tras día". 

Otra cosa que impondría sería la prohibición de los cines provisionales locales o los centros de proyección itinerantes ilegales. Estos centros atraen un público numeroso de niños en edad escolar y muchos niños de Malawi, especialmente en las zonas rurales, pasan una cantidad escandalosa de tiempo viendo películas y otras proyecciones, y como resultado terminan abandonando las clases. Propondría que estos cines fueran reemplazados por centros educativos donde los niños puedan obtener ayuda adicional de tutores y acceso a libros incluso después del horario escolar.

En Malawi, también se observa una gran cantidad de niños con problemas de aprendizaje. El trastorno más común es la dislexia y, sin embargo, se hace muy poco para ayudar a estos niños. Las escuelas públicas de Malawi tienen muy pocos recursos o carecen de ellos para atender las necesidades específicas de los niños neurodiversos. Dicha educación especial solo se encuentra en escuelas privadas costosas, aunque el 75 % de nuestra población es pobre. Esto es algo que me encantaría corregir como ministra de Educación. Introduciría actividades como escuchar clases grabadas para estudiantes disléxicos y usaría formas para ayudar a los niños a procesar la información. Por último, añadiría clases adicionales para los estudiantes neurodiversos de modo de incentivarlos y ayudarlos a aprender a leer y escribir mejor.

"Los niños son el futuro y la esperanza de nuestro país y, por lo tanto, es importante que a la edad de 10 años sepan leer y escribir".

Para concluir, realmente me duele ver a los niños pequeños abandonar la escuela debido a que tienen dificultades de aprendizaje. Ser capaz de leer permite a las personas convertirse en pensadores creativos, lo cual es esencial para desarrollar nuestra nación. Los niños son el futuro y la esperanza de nuestro país y, por lo tanto, es importante que a la edad de 10 años sepan leer y escribir.

Esta entrada de blog es uno de los tres trabajos ganadores del segundo concurso de redacción de blogs organizado por el Grupo Banco Mundial y el Financial Times.


Autores

Grace Erika Meki Jumah

Estudiante de la Escuela Secundaria Fundación Joyce Banda de Malawi

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