Foto: Bart Verweij/Banco Mundial
El Grupo Banco Mundial tiene como objetivo crear un mundo sin pobreza en un planeta habitable. Pero ¿cómo transformamos esa visión en impacto? ¿Cómo garantizamos que más mujeres tengan acceso al agua potable? ¿Cómo podemos conectar a más personas con oportunidades de mejores empleos? ¿Cómo logramos agregar más gigavatios de energía renovable a la red eléctrica, incluso en los pequeños Estados y en los países frágiles y afectados por conflictos?
En esta labor, un elemento fundamental es medir los resultados en lugar de los insumos y centrarse en los resultados que promueven nuestro objetivo de mejorar la calidad de vida y los medios de subsistencia de las personas. Por ejemplo, en vez de contar cuántos de nuestros proyectos tienen un componente de género, informaremos en qué medida promueven la igualdad de género y las oportunidades económicas. En lugar de mostrar cuántas personas tienen acceso a los servicios financieros, nos enfocaremos en el número de personas y empresas que los utilizan. El mismo cambio de mentalidad debe aplicarse a todas las esferas clave del desarrollo que nos ayudan a cumplir nuestra misión.
Para orientarnos en estos esfuerzos, el Grupo Banco Mundial ha establecido un nuevo sistema de calificación institucional (i), cuya información se publicará por fases antes de su aplicación plena durante nuestras Reuniones Anuales de octubre. Con la introducción de este nuevo sistema de calificación, el Grupo Banco Mundial redobla su compromiso de aumentar la rendición de cuentas y la transparencia, tomar decisiones basadas en evidencias, profundizar nuestras alianzas e impulsar nuestros esfuerzos para lograr resultados tangibles.
El sistema de calificación (PDF, en inglés) es realmente un cambio radical. Nos ayudará a evaluar cuánto hemos avanzado en la solución de algunos de los desafíos más persistentes que enfrenta el mundo en la actualidad, desde la pobreza hasta el cambio climático, la inseguridad alimentaria, y otros. También nos permitirá ver dónde nos queda trabajo por hacer.
Cómo funcionará
Este nuevo sistema de calificación institucional se basa en esfuerzos anteriores para determinar nuestros avances, pero con un mayor grado de selectividad, rigor y transparencia. Los indicadores se han seleccionado cuidadosamente a través de amplias consultas con los accionistas y asociados. El sistema de calificación y las metodologías detalladas en que se basan los indicadores se publicarán en línea, lo que hará que los datos sean accesibles y fáciles de armonizar con la información de otros bancos multilaterales de desarrollo. El objetivo es medir los principales logros, gestionar sobre la base de las evidencias y comunicar los resultados.
El elemento central de este sistema de calificación serán 22 indicadores que se diseñaron para mostrar los avances de nuestra labor en las esferas de desarrollo más críticas. Los datos tendrán un mayor nivel de desglose que en el pasado y esto mejorará nuestra capacidad para separar los resultados por género, edad, región, grupo de países y otros parámetros, permitiéndonos tomar decisiones más adecuadas en materia de desarrollo.
Por ejemplo, nuestros compromisos financieros relacionados con la educación pueden aumentar constantemente, pero ¿eso es suficiente para afirmar que tenemos éxito? Según nuestras estimaciones, 7 de cada 10 niños no tienen acceso a una escolarización adecuada en los países de ingreso bajo y mediano. Los datos desglosados nos indicarán si conseguimos o no resultados en los lugares donde más se necesitan.
Además, la introducción de un sistema único de calificación armonizará las definiciones y alineará los métodos de cálculo, de manera que no actuemos como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la Corporación Financiera Internacional (IFC) ni el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), sino como un solo Grupo Banco Mundial. Esto es lo que nuestros clientes esperan, y lo que vamos a ofrecer.
Los clientes nos dicen a menudo que nuestro financiamiento es útil. Aun así, nuestros conocimientos y poder de convocatoria marcan una diferencia real. Las narrativas de los resultados que forman parte del sistema de calificación contribuirán a nuestros conocimientos y experiencia, junto con el financiamiento para dar forma a la acción, algo que trasciende los datos cuantitativos.
Seguimiento del éxito
En el proceso de establecimiento de este sistema de calificación han participado los accionistas, los asociados, las organizaciones de la sociedad civil y nuestro Grupo de Evaluación Independiente. Ahora mediremos lo que importa: en qué medida ha mejorado la calidad de vida de las personas.
En el Grupo Banco Mundial, el nuevo sistema de calificación se convertirá en nuestra hoja de ruta interna, y servirá de orientación a nuestros equipos a medida que perfeccionan su labor para obtener mejores resultados. Esperamos que el nuevo sistema de calificación institucional nos encamine hacia la adopción de normas uniformes de presentación de informes, de modo que todos —los donantes, el personal, los clientes y las contrapartes— podamos comprender mejor las repercusiones de nuestro trabajo. Así es como transformaremos nuestra visión en impacto.
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