Al concluir nuestro evento anual, la Semana del Derecho, la Justicia y el Desarrollo (i), me enorgullece que demos a conocer públicamente el primer Estatuto del Grupo Banco Mundial contra el Racismo. El estatuto es un documento relacionado con aspiraciones y no tiene carácter vinculante, y es un hito importante en nuestra labor en curso destinada a combatir el racismo y la discriminación racial en nuestros lugares de trabajo, nuestra labor de desarrollo y nuestras comunidades locales. Permítame explicarle cómo encaja en nuestros esfuerzos y qué significa para nosotros en el futuro.
El año pasado, en medio de las protestas mundiales que tuvieron lugar tras el asesinato de George Floyd en Estados Unidos, el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, me pidió que creara y presidiese un Grupo de Trabajo contra el Racismo, con el mandato claro de formular recomendaciones a la Administración superior para abordar el racismo y la discriminación racial en toda la organización y en nuestra labor de desarrollo y en nuestras comunidades. Como David señaló: “La discriminación racial y la injusticia social no tienen cabida en ninguno de nuestros lugares de trabajo ni en la sociedad”.
Comenzamos haciendo un llamado al personal de nuestra sede central en la ciudad de Washington y en las oficinas en los países para que se presentaran voluntarios y se unieran al Grupo de Trabajo. También realizamos nuestra primera encuesta al personal sobre el tema de la raza. El sondeo contó con un alto grado de participación del personal —alrededor del 70 %— y generó más de 6000 comentarios sobre percepciones, experiencias personales y medidas institucionales. El Grupo de Trabajo reunió a 54 colegas de diversos orígenes y de todas las regiones que dedicaron su tiempo y esfuerzo a recopilar y analizar opiniones de colegas, proponer soluciones y formular recomendaciones para eliminar las barreras y combatir el racismo, todo ello además de sus responsabilidades laborales y familiares y en medio de una pandemia mundial.
"Los cambios de cultura y comportamiento significativos y sostenibles necesitan tiempo, y el Grupo Banco Mundial está firmemente comprometido a mantener el rumbo para lograr avances constantes".
Creo que este nivel de participación por parte de nuestro personal refleja cómo el racismo y la discriminación racial han afectado nuestras vidas a nivel personal y de forma generalizada. Si bien la historia de cada colega es única, puedo hablar de mis propias experiencias como hija de inmigrantes de Nigeria y Trinidad, mientras crecía en el barrio de Balhan en el sur de Londres (Reino Unido). Cuando tenía apenas 7 años, le dije a mi maestra que aspiraba a ser una jueza en el futuro, y el único mensaje que recibí fue que "las niñas negras de Balham no se convierten en jueces".
Me negué a aceptar las barreras debido a mi género y color de piel; en cambio, utilicé las percepciones como la de mi maestra para reforzar mi determinación de que superaría los desafíos y alcanzaría todo mi potencial. Pude lograrlo. Sin embargo, muchos millones de niños y niñas en todo el mundo enfrentan grandes obstáculos que afectan sus posibilidades debido al racismo y la discriminación racial, mientras crecen y a lo largo de sus vidas. Lamentablemente, el racismo y la discriminación racial persisten y continúan dañando vidas y limitando las oportunidades.
Nuestro Grupo de Trabajo examinó en primer lugar los problemas en el lugar de trabajo, y presentó 80 recomendaciones a David Malpass y la Administración superior, que se centraron en las maneras en que el Grupo Banco Mundial puede combatir el racismo y la discriminación racial. En la actualidad, a estas se les da prioridad. El nuevo estatuto emana de una de estas recomendaciones. La Oficina del Presidente y la Oficina del Consejero Jurídico General, que dirijo, lideraron la elaboración del estatuto, sobre la base de los aportes de toda la organización. Ahora está disponible en esta página en ocho idiomas.
El estatuto es un hito importante que indica nuestro compromiso a largo plazo con la lucha contra el racismo. En él se articula claramente nuestra postura sobre el racismo y la discriminación racial, y se refuerza nuestra visión de la institución que aspiramos a ser. Ayuda a señalar el camino hacia una mayor equidad racial, tanto dentro de nuestra organización como cuando analizamos detenidamente nuestra labor en el campo del desarrollo y la participación de la comunidad.
"Todos debemos trabajar unidos —y con la comunidad internacional— para garantizar que la igualdad racial sea parte integral de nuestro lugar de trabajo y nuestras comunidades, donde cada uno de nosotros pueda sentirse respetado, seguro y valorado".
Los cambios de cultura y comportamiento significativos y sostenibles necesitan tiempo, y el Grupo Banco Mundial está firmemente comprometido a mantener el rumbo para lograr avances constantes. Como parte de nuestra labor para cambiar la cultura, el Grupo de Trabajo ha organizado eventos con expertos externos y ha desarrollado una serie de herramientas, entre ellas guías en línea para ayudar al personal a mantener conversaciones, a menudo difíciles, sobre la raza y responder a situaciones discriminatorias. Me anima profundamente que muchos miembros del personal encuentran formas eficaces de discutir la equidad racial y abordar los problemas de racismo y discriminación racial en sus propios equipos y con colegas. Estos son los inicios de lo que esperamos sea un cambio real, y en el estatuto se da a estos esfuerzos una dirección clara e irrenunciable.
Todos debemos trabajar unidos —y con la comunidad internacional— para garantizar que la igualdad racial sea parte integral de nuestro lugar de trabajo y nuestras comunidades, donde cada uno de nosotros pueda sentirse respetado, seguro y valorado. Y donde un día, las niñas pequeñas de Balham o de cualquier parte del mundo puedan compartir sus sueños con sus maestros y tener un apoyo realmente ilimitado para alcanzar su potencial.
Únase a la conversación