El 20 de noviembre se celebra el Día Mundial del Niño. El derecho fundamental de los niños a la educación se refleja en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño. Desafortunadamente, la educación no suele ser una realidad para muchos niños que viven en África Occidental y Central, donde casi el 80% de los niños de 10 años son pobres en el aprendizaje, incapaces de leer y comprender un texto sencillo, el porcentaje más alto del mundo. Las altas tasas de pobreza de aprendizaje indican que demasiados niños no van a la escuela o, si lo hacen, no aprenden lo suficiente.
Nuestro reciente blog destacaba las historias de Leah, Hauwa y Hussaini, tres niños de la región cuya educación se ha visto interrumpida principalmente por la violencia y el conflicto. Sus historias ilustran los retos a los que se enfrentan millones de niños para acceder a la educación y completarla, y demuestran que el aprendizaje y los derechos de los niños en la región están bajo presión.
Una esperanza y una visión renovadas para los niños de África Occidental y Central
La región tiene el potencial de crear oportunidades equitativas e inclusivas para que todos los niños y niñas lleguen a la escuela preparados para aprender, alcancen un aprendizaje de calidad y se incorporen al mercado laboral con el conjunto adecuado de habilidades para convertirse en ciudadanos productivos que alcanzan su potencial. Esta es la visión de la próxima Estrategia Regional de Educación del Banco Mundial para África Occidental y Central (2022-2025).
Aunque todavía está en fase de preparación, la estrategia propuesta pretende promover intervenciones de alto impacto y reformas en todo el sistema a lo largo del ciclo de aprendizaje -desde la primera infancia hasta la educación terciaria- basándose en la evidencia de lo que ha funcionado en la región y en todo el mundo. Se basa en tres pilares:
- Ampliar las oportunidades
- Mejorar la enseñanza y el aprendizaje
- Desarrollar habilidades relevantes para el trabajo
La estrategia también pide que se refuerce el liderazgo estratégico, se mejore la gobernanza y la financiación del sector para impulsar reformas fundamentales y se mejore la capacidad de ejecución para lograr un impacto a largo plazo.
Oportunidades iguales e inclusivas para todos
Aunque la región ha logrado enormes avances, la provisión de educación básica universal (educación primaria y secundaria) sigue siendo un reto para muchos países. La pobreza generalizada y la escasez de escuelas contribuyen al bajo acceso. Además, aproximadamente 101 millones de niños se vieron afectados durante el pico de cierre de escuelas ocasionado por la pandemia. Nos enfrentamos a una crisis dentro de otra crisis que no tiene precedentes.
La región alberga a más de la mitad de los niños sin escolarizar del mundo. La fragilidad, el conflicto y la violencia (FCV) aumentan el número de niños sin escolarizar; 11 de los 22 países de la región están clasificados como frágiles y afectados por el conflicto. En los países con FCV, las niñas tienen 2,5 veces más probabilidades de estar sin escolarizar que los niños, y en el nivel secundario, tienen un 90% más de probabilidades de estar sin escolarizar que los que se encuentran en contextos sin FCV. (Lea más en nuestro reciente blog).
Para ampliar las oportunidades de los niños en toda la región, la estrategia del Banco Mundial recomienda intervenciones de gran impacto en cinco áreas prioritarias:
- Reducir el costo de la educación, especialmente para los más pobres
- Proporcionar información sobre los beneficios de la educación y las fuentes de financiación
- Garantizar ambientes de aprendizaje seguros
- Influenciar las normas socioculturales que impactan negativamente en la asistencia escolar, especialmente para las niñas
- Aumentar la disponibilidad, accesibilidad y resiliencia de las escuelas
Llegar a la escuela preparado para aprender y conseguir un aprendizaje de calidad
La escolarización por sí sola no resolverá el problema; es fundamental un aprendizaje de calidad. Actualmente, los niveles de aprendizaje en toda la región son abismalmente bajos, lo que se refleja en las altas tasas de pobreza en el aprendizaje. Estos problemas de aprendizaje se derivan del hecho de que sólo el 32% de los niños tienen acceso a la educación de la primera infancia, y más de un tercio de los niños menores de cinco años de la región sufren retraso en el crecimiento. Los malos resultados de aprendizaje en la región también pueden atribuirse a la contratación inadecuada de los docentes, a su escaso desarrollo profesional y a su elevado absentismo. Los maestros son determinantes para el aprendizaje de los alumnos y todos los niños se merecen grandes profesores; sin embargo, un estudio realizado en seis países de África subsahariana reveló que muchos niños no tienen acceso a docentes de alta calidad. Los entornos escolares deficientes, en los que se enseña a los alumnos en un idioma que no entienden, y en los que se carece de material didáctico básico y de infraestructuras adecuadas, también empeoran los ya de por sí malos resultados del aprendizaje.
Para hacer frente a la crisis de aprendizaje en la región, la estrategia le otorga prioridad a las siguientes áreas:
- Mejorar la preparación de los alumnos para el aprendizaje
- Invertir en las competencias y habilidades de los profesores
- Fomentar una cultura de evaluación del aprendizaje
- Proporcionar recursos de aprendizaje y herramientas de tecnología educativa
- Fomentar entornos de aprendizaje propicios
- Reforzar la capacidad de gestion
Entrar en el mercado de trabajo con el conjunto adecuado de habilidades para convertirse en ciudadanos productivos capaces de alcanzar su potencial
La protección del derecho de los niños a la educación va más allá de la educación primaria y secundaria. La matrícula bruta en la educación superior en la región es baja, aproximadamente un 10. Las instituciones de educación terciaria a menudo no proporcionan a los graduados las habilidades digitales y tecnológicas pertinentes para el trabajo, que son fundamentales para la transición de los trabajos intensivos en mano de obra, a los trabajos del siglo XXI. La estrategia también se centrará en abordar los retos de desarrollo de las competencias y la mano de obra en la región: (i) fortalecer la gobernanza de los proveedores de educación; (ii) eliminar las barreras para la adquisición de habilidades; (iii) gestionar la prestación de servicios para la calidad y la relevancia de la educación vocacional, terciaria y superior; y (iv) fomentar la sostenibilidad de la prestación de servicios. Las intervenciones específicas se detallan en el reciente blog titulado " empoderamiento de los jóvenes: Reimaginando y transformando el desarrollo de habilidades en África Occidental y Central".
Defender la responsabilidad de proteger el derecho de los niños a la educación
Debemos llamar la atención sobre los resultados educativos en la región. Las prioridades expuestas anteriormente ponen de relieve los ámbitos en los que los principales actores involucrados -los responsables políticos, las agencias de desarrollo, la sociedad civil, el sector privado, los medios de comunicación, etc.- pueden trabajar de forma colectiva y en colaboración para proporcionar una educación de calidad a niños como Leah, Hauwa, Hussaini y a todos los niños de África Occidental y Central. Al hacerlo, cumpliremos la visión ambiciosa pero alcanzable que proponela estrategia regional de educación y contribuiremos a lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, la Estrategia Continental de Educación para África 2016-2025 (CESA 16-25) y la Agenda 2063 de África.
Antes de que se finalice la estrategia, agradeceremos sus opiniones sobre el marco mencionado y las intervenciones de alto impacto. Por favor, incluya un comentario a continuación con su breve consejo para el equipo.
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