Una mirada con lupa: comprender la calidad de EPI en Sudáfrica

Fuente/crédito: Vuyelwa Ntuli, Departamento de Educación Básica, Sudáfrica
Fuente/crédito: Vuyelwa Ntuli, Departamento de Educación Básica, Sudáfrica

Las necesidades y los derechos de los bebés y niños pequeños abarcan las áreas de salud, nutrición, entornos seguros, bienestar psicosocial y desarrollo cognitivo. La prestación de estos servicios integrados requiere un enfoque intersectorial y exige una planificación, coordinación y colaboración entre ministerios, las organizaciones de la sociedad civil, el sector empresarial y las organizaciones no gubernamentales. El Gobierno de Sudáfrica enfatiza de manera significativa la importancia de lograr el doble objetivo de aumentar el acceso a programas de Educación de la Primera Infancia (EPI) de calidad para todos los niños y niñas. Para apoyar el logro de estos objetivos, Sudáfrica cuenta con varios planes y políticas.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2030 establece un objetivo claro para que el país: “Convierta el desarrollo de la primera infancia en una prioridad principal entre las medidas para mejorar la calidad de la educación y las perspectivas a largo plazo de las generaciones futuras.” El PND indica además que los recursos asignados se deben canalizar para garantizar que todos los niños y niñas estén bien cuidados desde una edad temprana y reciban la estimulación adecuada para su desarrollo emocional, cognitivo y físico. La Política Nacional de Desarrollo Integral de la Primera Infancia (2015) pretende transformar la prestación de EPI a través de alianzas integradas entre los cuidadores, la sociedad civil, el sector privado y varios ministerios. Finalmente, Marco Curricular Nacional (NCF) para niños y niñas desde el nacimiento hasta los cuatro años de Sudáfrica fue desarrollado por el Departamento de Educación Básica (DBE) como una guía para mejorar la calidad de la educación básica y construir una base sólida en los primeros años.

La responsabilidad de EPI se pasó del Departamento de Desarrollo Social (DSD) al Departamento de Educación Básica (DBE) el 1 de abril de 2022. En términos de acceso, Sudáfrica tiene una tasa de matrícula neta moderadamente alta para EPI, con el 73,5 por ciento de los niños de cinco años matriculados en algún tipo de programa de aprendizaje temprano. El DBE, preparándose para adoptar esta función, está creando un sistema de información de gestión (SIG) que anualmente cotejará información sobre matrículas, dotación de personal, registro, seguimiento de la implementación del plan de estudios y otros componentes para todos los programas de EPI en todo el país. De los 40.000 programas de EPI que se estima que existen, sólo alrededor de 15.000 están registrados oficialmente, lo que plantea un desafío para la implementación de los servicios, el monitoreo rutinario y garantizar que se brinden servicios de EPI de calidad y se logren resultados de calidad.

Para medir la calidad de los resultados de EPI y la prestación de servicios, el DBE en colaboración con First National Bank, Innovation Edge, USAID y ECD Measure ha lanzado el Thrive by Five Index (Índice Prosperar a los Cinco) y está implementando una Evaluación de Línea Base complementaria para permitir la medición de la proporción de niños de 4 a 5 años en Sudáfrica cuyo desarrollo está bien encaminado en el aprendizaje temprano, el crecimiento físico y el funcionamiento socioemocional. La Evaluación de Línea Base implica realizar observaciones en el aula y entrevistas con profesionales y directores de EPI para ayudarnos a comprender mejor si nuestros programas de EPI brindan a los niños las experiencias de aprendizaje temprano que los prepararán para el éxito en la escuela y en la vida.

El propósito del índice Thrive by Five y la Evaluación de Línea Base es:

  • Evaluar dónde estamos como país en términos de los resultados del desarrollo de nuestros niños.
  • Comprender el contexto en el que se brindan los diferentes programas de EPI y planificar mejor para cerrar las brechas de desempeño entre los programas brindados en contextos más ricos y más pobres.
  • Sensibilizar al público sobre la importancia de garantizar que los niños comiencen la escuela por buen camino y sobre el papel que desempeñan los padres en este sentido.
  • Motivar para obtener mayores recursos ya que esta información nos proporcionará evidencia para respaldar una mayor inversión en intervenciones en la primera infancia.
  • Apoyar la focalización efectiva de los recursos mediante la identificación de las brechas que se deben abordar. Estas podrían incluir capacitación y desarrollo de profesionales, recursos u otras iniciativas de apoyo.
  • Comprender qué funciona y qué intervenciones (o combinaciones de estas) son más eficaces para mejorar los resultados en la primera infancia.

El DBE espera institucionalizar el índice Thrive by Five y la evaluación de referencia como una actividad recurrente para medir los resultados de calidad y la prestación de servicios cada tres años. Esto le ayudará a Sudáfrica a seguir su progreso para alcanzar la meta de un mayor acceso a programas de EPI de calidad. Los datos recopilados a través de estas evaluaciones llenarán el vacío existente en la comprensión de la calidad de EPI y, además, ayudarán al desarrollo de intervenciones específicas para darle un mejor apoyo a los programas y a los profesionales de EPI en la prestación de servicios de EPI.

El índice Thrive by Five y la Evaluaciónd e Línea Base se parecen a la herramienta MELQO (Measuring Early Learning and Quality Outcomes) adoptada en varios contextos. Los países que están pensando en iniciar un ejercicio similar de medición de la EPI de calidad pueden aprovechar estas herramientas existentes o adaptar y desarrollar sus propias herramientas relevantes para sus contextos individuales. Estos países pueden aprovechar varias de las lecciones aprendidas en Sudáfrica. La primera es asegurar que el gobierno se empodere y garantizar que el proceso sea liderado por el gobierno desde el principio. Esto facilitará una mejor planificación, seguimiento y evaluación al fortalecer y sistematizar estas iniciativas de recopilación de datos y permitir una mejor focalización de los programas e intervenciones de EPI. Las alianzas público-privadas juegan un papel importante en términos de adaptar, desarrollar y fortalecer las herramientas de medición y garantizar que exista una capacidad adecuada y capacitada para respaldar los procesos de recopilación de datos y aseguramiento de calidad. Además, la parte de la evaluación del aprendizaje de la primera infancia se desarrolló y estandarizó localmente y se alineó con el plan de estudios de aprendizaje inicial de Sudáfrica, una actividad que puede ser adoptada por otros países.


Autores

Kulula Manona

Chief Director, Department of Basic Education, South Africa

Janeli Kotze

Deputy Director, Department of Basic Education, South Africa

Sara Mokgadi Maja

Chief Education Specialist, Department of Basic Education, South Africa

Likho Bottoman

Occupational Therapist, Department of Basic Education, South Africa

Jesal Kika

Education Economist and Consultant, World Bank

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