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Mantener los flujos de remesas en tiempos del coronavirus (COVID-19)

Photo : hanohiki (Shutterstock). Agence de transfert d?argent et de change Western Union à Hong Kong. Photo : hanohiki (Shutterstock). Agence de transfert d’argent et de change Western Union à Hong Kong.

En los países más prósperos, una red de seguridad sólida conformada por programas sociales, seguro de desempleo y pagos directos hará una gran diferencia frente a la gravedad de la recesión actual y con respecto a la velocidad de la recuperación económica. En los países y las regiones pobres, las remesas son la protección más importante para enfrentar gastos vitales inesperados y poder hacer inversiones para un futuro mejor. Si bien las remesas en el mundo llegaron a un máximo de USD 706 000 millones en 2019, esta red de seguridad social se ha visto alterada por la pérdida de empleos  en los sectores de servicios que dependen más de los trabajadores migrantes y por los cierres de negocios considerados no esenciales, como los proveedores de servicios de remesas.

Incluso los cambios más pequeños en las políticas de remesas pueden tener un gran efecto en los sistemas financieros de los países en desarrollo a lo largo del tiempo. Dada la importancia de las remesas para las personas que sobreviven con apenas unos pocos dólares al día, las medidas para reducir el costo de las transacciones y facilitar su envío y recepción pueden mejorar de inmediato la vida de los migrantes y sus familias. En vista de su trascendencia para la estabilidad financiera de muchos países, tales políticas pueden promover la recuperación en el futuro. La adopción más rápida de servicios financieros digitales, que permiten reducir los costos de las remesas y aumentar su conveniencia, debería ser una prioridad una vez que la crisis sanitaria urgente se estabilice. 

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Crecimiento
Gráfico 1: El costo promedio del envío de USD 200 en los países desde donde se envían remesas y que integran el G-20 (cuarto trimestre de 2019). Fuente: Base de datos del Banco Mundial sobre los precios de las remesas en el mundo.

Las personas que más dependen de las remesas son las más expuestas a los efectos de la pandemia

Según datos del Banco Mundial (i), los mercados emergentes y las economías en desarrollo recibieron más de medio billón de dólares en concepto de remesas durante 2019. Las remesas representaron más del 5 % del PIB en 66 países, superando la inversión extranjera directa (IED) y los flujos de asistencia oficial para el desarrollo (AOD) (i). En algunos países, como Haití, Honduras y Nepal, representaron más del 20 % del PIB. Algunos de los países desde donde se envían más remesas —Estados Unidos, Suiza, Alemania, Francia e Italia— se encuentran cerrados debido a la pandemia de COVID-19. En estos, los empleos en el sector de servicios se han visto muy afectados desde el comienzo de la crisis sanitaria.  Los migrantes que trabajan en hoteles, restaurantes y peluquerías han perdido sus trabajos y no cuentan con el posible apoyo del Gobierno. Peor aún, no pueden regresar a sus países de origen debido a las restricciones para viajar. Este grupo necesita ayuda específica.

Aquellos que continúan trabajando, por ejemplo en la atención de salud, pueden tener dificultades para enviar dinero debido a los cierres de los negocios. Incluso en tiempos mejores, enviar y recibir remesas no es sencillo. En muchos casos, se requiere ir al proveedor de servicios a horas específicas del día. Cuando hay restricciones de movilidad durante una pandemia, mandar remesas en efectivo puede convertirse en una misión imposible si faltan alternativas digitales o las personas no están familiarizadas con esas opciones. En muchos países, los agentes de remesas están cerrados ya que no existen disposiciones específicas que los reconozcan como servicios esenciales. En los lugares donde sí han sido declarados servicios esenciales, esta información no se ha transmitido completamente a las autoridades locales. Los clientes se enfrentan a menudo con largas filas, debido a la menor cantidad de agentes y el horario de atención más corto.

Cuando existe la alternativa de enviar remesas por medios digitales, es posible que haya otros impedimentos para los remitentes y receptores. Por ejemplo, la titularidad de las cuentas y el uso de pagos digitales aún no se han generalizado en los principales países receptores, limitando las opciones. En la mayoría de las economías en desarrollo que dependen de las remesas no se registra una alta titularidad de cuentas de transacciones ni un uso extendido de los pagos digitales.

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Costo promedio de enviar USD 200 por países receptores
Gráfico 2: El costo promedio de enviar USD 200 por países receptores (cuarto trimestre de 2019). Fuentes: Bases de datos sobre los precios de las remesas en el mundo, las entradas de remesas como porcentaje del PIB y de los Indicadores del Desarrollo Mund

¿Los altos precios suben aún más?

Los servicios financieros digitales no solo facilitan el envío y la recepción de remesas, sino que también pueden ayudar a reducir las tarifas a través de medios de pagos electrónicos. A fines de 2019, el costo promedio en el mundo para enviar USD 200 era 6,82 % o USD 13,64. Los principales países desde donde se envían remesas se comprometieron a reducir este costo en la última década. En el indicador 10.c.1 del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 10 se plantea reducir este costo a USD 6 en promedio para 2030. El Banco Mundial hace un seguimiento periódico de los precios de las remesas en 367 grandes corredores a través de la base de datos sobre los precios de las remesas en el mundo (i).

Por tratarse de una transacción transfronteriza, el envío de remesas involucra generalmente la conversión de divisas, a menos que el receptor pueda recibirlas en la misma moneda del país emisor. En general, los proveedores de servicios de remesas mantienen múltiples monedas en un momento dado y fijan la tasa de conversión de divisas para las remesas en función de la tasa prevalente. En momentos de mayor incertidumbre, como en el presente, la volatilidad de los mercados cambiarios hace más difícil para los proveedores establecer tasas de cambio con confianza, aumentando las tarifas relacionadas con el cambio de moneda extranjera. Esto, combinado con los mayores costos operativos derivados de la interrupción de las operaciones, podría ejercer una presión al alza sobre los precios de las remesas en el corto plazo.

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Países de ingreso bajo con problemas de sobreendeudamiento
Gráfico 3: La titularidad y el uso de cuentas en relación con las entradas de remesas. Fuentes: Base de datos Global Findex de 2017 y los Indicadores del Desarrollo Mundial.

Un llamado a la acción

En el mediano plazo, la recuperación de los flujos de remesas dependerá en gran medida del éxito de los esfuerzos del Grupo de los Veinte (G-20) y de otros países que envían remesas para estimular la economía  y de dinámicas más amplias de la migración y el mercado laboral. También son urgentes los esfuerzos específicos para apoyar a las comunidades de migrantes en los países de acogida.

En el corto plazo, el Banco Mundial recomienda las siguientes acciones para apoyar al sector de remesas:

En el mediano plazo, el Banco Mundial recomienda las siguientes medidas clave para acelerar los esfuerzos por reducir los precios de las remesas y responder al problema del desempleo generalizado y la difícil situación de las comunidades de migrantes en los países de acogida:

  • adoptar los nuevos modelos que permiten enviar y recibir remesas a través de medios digitales, abordando adecuadamente las limitaciones regulatorias y de infraestructura;
  • apoyar el acceso financiero universal en los países receptores y entre los trabajadores migrantes en los países emisores;
  • mejorar los sistemas nacionales de pago minorista promoviendo la interoperabilidad y los servicios de pago rápidos y permitiendo que estos se aprovechen en el sector de remesas;
  • aumentar el cumplimiento (i) de las normas contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo en los países receptores fortaleciendo la capacidad reguladora para hacer cumplir estas regulaciones, y apoyar el desarrollo de soluciones en el área de identificación digital;
  • promover el desarrollo de soluciones amplias e integradas en materia de pagos transfronterizos para apoyar los flujos comerciales de las microempresas y pymes, el comercio electrónico y las remesas.

Entretanto, el Banco Mundial continuará monitoreando los servicios de remesas y proporcionando información sobre la disponibilidad de estos en todo el mundo. Además, colaborará con las partes interesadas para aumentar la transparencia y la eficiencia del mercado de remesas sobre la base de los Principios generales para las remesas internacionales establecidos por el Banco Mundial y el Comité de Pagos e Infraestructura de Mercados (CPMI) (PDF, en inglés).

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Autores

Alfonso Garcia Mora

Director mundial del Departamento de Prácticas Mundiales de Finanzas, Competitividad e Innovación

Michal Rutkowski

Director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial

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